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28 Marzo 2024, Puebla, México.

Un dibujante sin lápiz

Economía | 2020-07-07 00:00:00

Un dibujante sin lápiz

Verónica Mastretta

Vida y milagros

En la entrevista que el diario El País le hizo a Carlos Urzúa  este 2 de julio,  dice que el principal problema que enfrenta  México en términos económicos es  la falta de dinero público y explica porqué. Deja en claro que está de acuerdo en muchos de los objetivos del presidente López Obrador, pero no en la forma en que dichos objetivos se operan desde dentro de su gobierno. En México la mala recaudación de impuestos tiene una larga historia. En las últimas  siete décadas las fuentes de ingresos para el gobierno mexicano vienen o del pago de impuestos y derechos o del dinero que ha generado el petróleo, con todos los altibajos que eso ha significado. Hoy Pemex no genera excedentes y absorbe miles de millones de pesos que se necesitan en otros lados de la economía: La recaudación  de impuestos que Urzúa pretendía lograr sí pasaba por una forma distinta de cobrar impuestos. No encontró condiciones para lograr lo que él creía  necesario y renunció.   La recaudación tributaria en México hoy ha caído a solo el 14% del PIB y la inversión pública y privada también.  Dice Urzúa: 

 "Cuando tú tienes una recaudación así de baja , a no ser que tengas ganancias extras muy grandes por derechos de hidrocarburos, o de cobre, como es el caso de Chile, no vas a salir bien porque es demasiado poco dinero para la magnitud de los problemas que enfrentas....  Si tú quieres ser un país que de manera ordenada pueda progresar, donde la justicia misma sea evidente en el trato del gobierno a sus ciudadanos, con grandes oportunidades de educación, salud, etcétera, tienes que tener una cierta cantidad de dinero y México no la ha tenido." 

Urzúa dice que si quieres crecer como país, debes de tener una inversión mínima del 25%. Lo que él proponía antes de entrar al gobierno era mejorar la calidad de la inversión pública y seguramente una reforma fiscal, a la que el presidente dijo que no desde que estaba en campaña. En 2018, la inversión en el país era del 22.4%, 3.3% era inversión pública y 19% era inversión privada. Para 2019, la inversión en el país había caído al 20.2 del PIB. Las razones de esta caída son múltiples, pero una es que el dinero que el gobierno debiera recaudar por IVA, ISR y otros derechos, se desplomó. El resultado es que el gobierno tiene mucho menos dinero que antes. La crisis del COVID ha venido a acelerar la espiral hacia abajo. La inversión del gobierno ha caído al 2.8% y la del sector privado nacional y extranjero, al 17.9%.

Dice Urzúa que la falta de dinero tensionará sin remedio la relación entre el gobierno federal, los gobiernos de los estados y la operación de todo el aparto de gobierno. Ya lo estamos viendo. Como en los matrimonios, la primera causa de divorcio es la falta de dinero. En esta gran casa que es México los pleitos crecerán cada día. La recaudación de impuestos difícilmente mejorará, a menos que se implemente una política de recaudación fiscal basada en el miedo, entre otras cosas, porque el gobierno federal ha minado sus estructuras administrativas  también en la Secretaría de Hacienda. Los recortes, aún antes de la crisis del COVID, ya habían mermado la eficacia del gobierno federal a extremos inimaginables. Tanto en el cobro de impuestos como en cualquier trámite ante una instancia de gobierno, la falta de dinero se ha hecho  sentir. Los trabajadores del servicio público sufren por falta de herramientas para hacer su trabajo, y sufre cualquier ciudadano que necesite hacer un trámite. 

El sábado, la Secretaría de Economía anunció que retiraría las computadoras a 3 de cada 4 trabajadores. Seguramente las computadoras eran arrendadas y no hay manera de seguirlas pagando debido a los recortes. La Secretaría de Economía, entre otras cosas, es responsable de los permisos de exportación e importación, de los cuales dependemos tanto. Sin computadoras no veo cómo sacarán adelante sus trámites. Difícil que el T-MEC dé frutos si los tramites se vuelven mas lentos o imposibles.

En términos de metáfora es como si a un dibujante le quitan su lápiz y le piden que dibuje.

(Fotografía de portadilla:Moisés Pablo, Cuarto Oscuro, tomada de Infobae)