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28 Marzo 2024, Puebla, México.

Lecturas para el encierro: Felipe Ángeles, el estratega

Historia |#54acd2 | 2020-03-23 00:00:00

Lecturas para el encierro: Felipe Ángeles, el estratega

Carlos Figueroa Ibarra

En el encierro al que me he empezado a someter, sin pánico pero con prudencia, por formar parte de varios de los grupos de riesgo ante el Covid-19, he tenido el placer de terminar el libro de mi querido y admirado Adolfo Gilly "Felipe Ángeles, el estratega". Confieso que fueron varias las motivaciones que me llevaron a leerlo: las palabras encomiásticas que sobre el General artillero le escuché a Andrés Manuel cuando habló de que el nuevo aeropuerto llevará su nombre; la recomendación que del libro me hizo ese lector insaciable que se llama Gerardo Fernández Noroña y la pálida idea que tenía sobre el personaje y su trágico fin cuando fue fusilado por Carranza en 1919.

A lo largo de sus 745 páginas, Adolfo nos da finos y sofisticados retratos de un idealista, arrojado e ingenuo Francisco I. Madero; un perverso inteligente y traidor nato cómo lo fue Victoriano Huerta; un taimado y astuto Venustiano Carranza, implacable político que mueve sus piezas para usar y luego destruir a la División del Norte; un bronco, inculto y brillante campesino de un enorme talento natural político y militar encarnado en Francisco Villa. Y sobre todo la honestidad, firmeza de convicciones, gran capacidad estratégica de ese cultivado militar educado en México y Francia como lo fue Felipe Ángeles. La gesta de la revolución mexicana es repasada por Adolfo a través del martirio de Madero y las sucesivas victorias, producto de la sinergia maravillosa de Pancho Villa y Felipe Ángeles en Gómez Palacios, Torreón, San Pedro de las Colonias, Paredón, Saltillo hasta culminar con la derrota decisiva del huertismo en Zacatecas en junio de 1914.

Adolfo Gilly dice en alguna de sus páginas que Felipe Ángeles le parece una suerte de alma gemela de Ernesto Che Guevara. Acaso vea rasgos comunes en ambos personajes en lo que se refiere a su idealismo moral, su férrea honradez, su impecable congruencia entre el decir y el hacer, su articulación entre lo político y lo militar y su decisión de pagar hasta con la vida la congruencia con sus convicciones. Leyendo el libro yo encontré otro personaje similar al General Felipe Ángeles. Se trata del Coronel Carlos Paz Tejada, quien después de ser Jefe de las Fuerzas Armadas de Guatemala cuando la contrarrevolución triunfó, llegó a encabezar el primer brote guerrillero en el país. Tuve la fortuna de ser amigo de Paz Tejada y hacer un libro que recoge sus memorias. He aquí un elemento adicional de mi gusto por este nuevo libro de Adolfo, a quien desde aquí le envío mi afecto y admiración.