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28 Marzo 2024, Puebla, México.

Cuando los villistas pasaron por Ixtepec/Una historia de la revolución en la Sierra Norte de Puebla

Historia |#54acd2 | 2017-07-20 00:00:00

Cuando los villistas pasaron por Ixtepec/Una historia de la revolución en la Sierra Norte de Puebla

Manuel Espinosa Sainos

 

--Ahí vienen, ahí vienen los villistas, corran, escóndanse donde puedan.

Dicen que así sucedió en Ixtepec, en la sierra norte de Puebla. Cuando los villistas se acercaban al pueblo, cuando desde el centro se miraba desde lejos que venían montados en sus caballos, los pobladores se avisaban entre ellos y corría hacia las cuevas, hacia las barrancas, al monte, donde no los encontraran. Cuando los villistas llegaban se llevaban todo: gallinas, puercos, maíz, lo que se encontraran a su paso. Los que lograban esconderse cerca de su casa y de sus propiedades les daban a chupar panela a sus niños pequeños para que no lloraran y no los delataran. Hubo muchos muertos y en una de las invasiones quemaron el pueblo y bombardearon la iglesia de la comunidad. A don José lo encontraron en el interior de su casa. Cuando los villistas llegaron lo amarraron en uno de los horcones y lo quemaron junto con su humilde casa hecha con techo de hojas de caña. Llegaban gritando y gritando se iban del pueblo.

Uno de los pobladores dijo:

--Yo no les tengo miedo, les voy a decir que soy un ratero, que soy de su gente.

Pero no logró decirles porque en el camino a su encuentro los villistas lo mataron y aventaron su cuerpo a un lado del camino. 

En algunas ocasiones tocaban las campanas de la iglesia para avisar a la gente de la entrada de los villistas, así que todos corrían para esconderse. Y ahí iban todos revueltos corriendo para donde fuera, sin importar si iban con su mujer o con otra que no fuera su pareja o familia, el objetivo era esconderse de ellos. Dicen que entre esa gente iba don Genaro. En el camino se encontró a una solterona como de unos 40 años y como pudieron se apartaron de los demás y llegaron hasta un lugar llamado “La casa del diablo”, una cueva que está a la orilla del pueblo. Ahí se escondieron y mientras los villistas saqueaban el pueblo él aprovechó para hacerla su mujer.