Tan va bien que pasé de tener a los parientes silvestres de los cultivos mexicanos como un recurso bibliográfico en algún cajón de mi cerebro, a dejarme seducir por los frijoles silvestres. Ahí están, en el Bosque de Tlalpan por ejemplo. En medio de la Ciudad de México, evolucionando al margen del camino por el que a veces vamos a correr.
Miren, Phaseolus coccineus (el sabrosísimo ayocote) crece como una mancha verde y voraz, que benévola regala néctar en sus lustrosas flores rojas:
Igual de bonitos son los Phaseolus coccineus subespecie striatus, que se distinguen por tener las flores rosas:
Pero luego están estos que ni son rojos, ni son rosas y quién sabe si serán híbridos:
Y estos que de plano son de un color que ni el experto en frijoles silvestres de México había visto:
Aunque quizá sí les importe toparse con una flor con cazador incluido:
Ya son suficientes fotos por lo pronto, pero les dejo este Proyecto de Naturalista donde queremos recopilar más observaciones de parientes silvestres de los cultivos mexicanos.