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28 Marzo 2024, Puebla, México.

México y el elemento número 79 , el oro

Medio Ambiente |#61bd6d | 2019-07-08 00:00:00

México y el elemento número 79 , el oro

Verónica Mastretta

Vida y milagros

 

El tema de la explotación minera es complicado y álgido en muchos estados del país, como lo es también la forma en que nuestras leyes la regulan.  Me ha interesado tratar de entender el marco jurídico  porque en el estado de Puebla hay un gran número de concesiones otorgadas a diferentes grupos mineros, sobre todo en la sierra norte, en donde hay una alta complejidad social y ambiental. Los proyectos mineros tienen por un lado una oposición fuerte y bien organizada, y por otro, comunidades que ven en la llegada de una mina la posibilidad de trabajo y movimiento económico.
 
 Por el gran potencial de nuestro país para la minería, el tema merece ser abordado en las agendas  locales y nacionales. Para muchos ha sido un enigma y tiene varias lecturas el porqué el presidente López Obrador invitó a su proyecto de nación a Napoleón Gómez Urrutia, incluyéndolo en la lista de plurinominales al senado por Morena. El motivo de esa inclusión no ha quedado suficientemente explicado, pero más pronto que tarde  el señor Gómez Urrutia tendrá que enseñar sus cartas en este  complejo y tortuoso escenario de la minería. Podría ser por sus fuertes vínculos con los sindicatos mineros canadienses e ingleses, por sus vínculos con las grandes empresas mineras, o por ambas razones. Ignoro si esos vínculos  perjudicarán o beneficiarán al país. Pronto lo veremos, cuando el tema minero se aborde abiertamente en la agenda política del país o cuando se otorguen permisos específicos en lugares donde existen comunidades enfrentadas a favor o en contra de una explotación minera. Muchas bases de Morena se han opuesto abiertamente a la minería. Ahora que son gobierno caminarán por una delgada línea política y legal. 
 
Particularmente en Puebla se acaba de llevar a cabo la presentación de observaciones de parte de la comunidad con respecto al proyecto de extracción de oro que se quiere llevar a cabo en Ixtacamaxtitlán, el municipio más grande del estado,  ubicado en la entrada a la sierra norte y con uno de los ecosistema boscoso más impactados y deteriorados del país. La mina estaría ubicada en Santa María Sotoltepec, una junta auxiliar cuya comunidad está dividida entre el sí o el no, mientras la minera canadiense empuja su proyecto ante unas debilitadas instituciones gubernamentales y una maraña de leyes que aplicar. Las autoridades locales y federales son responsables de llevar a buen puerto todo el complicado procedimiento jurídico y técnico y las evaluaciones del impacto social y ambiental de la mina en caso de que la autoricen.  La minería de tajo a cielo abierto debe tratarse con absoluto rigor porque es una actividad de riesgo. 
 
El oro es el número 79 en la tabla de elementos. Es llamado Au por su raíz latina Aurum, Alba brillante. Y lo es. Es un metal que no se oxida, un buen conductor de electricidad y además resiste poderosamente la corrosión. Todos consumimos de manera directa o indirecta oro, ya sea en equipos de cómputo, en teléfonos celulares, en instrumental médico, en dispositivos y equipos electrónicos, en tecnología espacial y satelital y en muchas otros cosas. Curiosamente, la demanda para estas actividades es solo del 22%.  Los países que más oro consumen per cápita son Estados Unidos, China y la India, y un alto porcentaje , el 78%,  es para cosas suntuarias como la joyería. El seguir usándolo para respaldar moneda o para joyería a pesar de un alto costo ambiental , es obsoleto e irracional.  
 
La minería se plantea a las comunidades como algo atractivo y bueno y como fuente de creación de empleos en lugares marginados,  especialmente en territorios muy deteriorados ambientalmente como Ixtacamaxtitlán. Muchos de sus jóvenes adultos han migrado por falta de oportunidades. Un lugar que tuvo y  podría volver a tener un enorme potencial para cultivo de bosques, hoy parece no tener ni el tiempo ni los recursos para retomar un desarrollo sustentable en la forma de bosques que alimentan. Un nicho de veinte años y programas sociales  productivos,  no solo asistenciales, podrían ser la solución para una comunidad que hoy se encuentra en una encrucijada. Si bien la mina abarcaría quizás cien hectáreas, el impacto ambiental sobre los acuíferos de la cuenca en la que se ubica puede ser de alto riesgo si las autoridades no hacen un trabajo de vigilancia estricta durante todo el tiempo de vida de la mina. No veo cómo podrán supervisar con rigor su actuar con presupuestos gubernamentales tan castigados.  
 
¿Qué regulación y qué acuerdos internacionales tiene México sobre la minería? 
 
El  último acuerdo desregulatorio  sobre el subsuelo mexicano entró en vigor en 1996 y fue suscrito por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)y la Secretaría de Economía, Comercio y Fomento Industrial (SE) . Fue el punto de partida de 13 años de reformas legales que hoy permiten la explotación de la minería no solo a empresas mexicanas sino a empresas extranjeras, (Ley Minera reglamentaria del Artículo 27 Constitucional). El problema no es esa apertura, sino las intrincadas reglas del juego diseñadas para llevar a cabo dicha actividad, en cuyo procedimiento de gestión  intervienen hasta nueve dependencias federales, estatales y municipales, pero que dejan en alta vulnerabilidad a las siempre débiles autoridades municipales, sobre las que al final recaen fuertes presiones de los empresarios mineros por un lado, y de las comunidades afectadas o beneficiadas por el otro.
 
La SRE otorga a los extranjeros los permisos para constituir fideicomisos que les permitirán obtener el dominio y aprovechamientos de bienes inmuebles nacionales (lease, el subsuelo, aunque éste arriba tenga dueños)
 
 En la última Reforma Energética , hoy en proceso de modificación, se acordó que la Secretaría de Energía haría las consultas públicas correspondientes en los proyectos de aprovechamiento del subsuelo en las comunidades indígenas (Convenio 169 de la OIT). Dicha consulta pública y la forma en que deberá llevarse a cabo no cuenta con un marco regulatorio, por lo que los mecanismos  para la consulta indígena con valor jurídico y vinculante no existen, aún cuando es obligatoria y en la mayoría de los casos indispensable para evitar conflictos sociales.Este vacío normativo debe llenarse a la brevedad de parte de la cámara de diputados. 
 
 Los municipios expedirán los usos de suelo correspondientes dentro del marco jurídico y regulatorio de cada uno. Los ordenamientos ecológicos o los de desarrollo urbano, que pueden ser una poderosa herramienta de ordenamiento cuando está bien hecha, rara vez existen o están actualizados en los municipios. Para hacer eso casi nunca hay ni interés, ni dinero, ni tiempo. 
 
El estado mexicano en su conjunto y los 32 estados del país tienen un enorme rezago en materia de ordenamiento del territorio.Los municipios son responsables de generar sus propios instrumentos regulatorios, y en caso de no poder hacerlo, es la autoridad estatal la que tendrá que coadyuvar en su elaboración. 
Según datos de la  página de la ONG internacional PODER, hasta fines de 2016 hay 189 concesiones mineras federales  en 30 municipios de la Sierra norte de Puebla dispersos  en  cerca de 300 mil hectáreas, de las cuales 73.5% son agrícolas, pecuarias o forestales. El 53% de las concesiones son de la minera canadiense Almaden Minerals, y el resto son de mineras chinas o nacionales. Solo el 1% de dicho territorio acabaría teniendo minas, pero el impacto ambiental sobre el agua puede ser de alto riesgo si el proceso no es impecable, pues el oro en la sierra norte está disperso en la tierra y no concentrado en vetas. Se necesita usar cianuro para arrancar el oro de la tierra,  por lo que la explotación es de tajo a cielo abierto en una orografía muy complicada. Las cicatrices que dejan en la tierra, en la zona, son como una cicatriz con machete en una cara.  Hoy solo Cuetzalan cuenta  con un plan de ordenamiento ecológico que data de 2010. 
 
¿Con qué instrumentos y presupuestos cuentan las instituciones públicas después de los radicales recortes que han sufrido, para hacer buenos diagnósticos y dar autorizaciones responsables? 
 
¿ Cuándo sí y cuándo no a un proyecto minero? ¿ Con qué fortaleza y con qué personal técnico se supervisará su actuar?
 
¿Cuál será el papel que jugará en todo esto Napoleón Gómez Urrutia, senador por Morena? Hoy preside la Comisión de Trabajo y Previsión Social, es Secretario de la Comisión de Economía y es integrante de las comisiones de Energía, Minería y Desarrollo Regional y de Relaciones Exteriores. Todo un enigma.