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29 Marzo 2024, Puebla, México.

Ahorros mal entendidos y la desgracia del río Atoyac

Medio Ambiente |#61bd6d | 2019-12-09 00:00:00

Ahorros mal entendidos y la desgracia del río Atoyac

Verónica Mastretta

Vida y milagros

Ahorrar es obtener el mismo bien, con la misma calidad, pero por menos dinero. Sub ejercer un presupuesto es no aplicar los recursos que sí se tienen con el argumento de ahorrar. Sub ejercer el presupuesto en un municipio como el de Puebla, con enormes carencias en materia de seguridad pública, insuficiente infraestructura, con mala gestión del agua, con graves problemas de contaminación y falta de ordenamiento del territorio, es un error para el que no encuentro explicación. Es como si un padre de familia tuviera una gran cuenta de ahorros mientras sus hijos no tienen cubiertas sus necesidades más básicas. El subejercicio, mal llamado “ahorro" del presupuesto anual 2019 es, según datos de la semana pasada, de más de mil doscientos millones de pesos y se ha dado en dos áreas estratégicas: en la Secretaría del Bienestar y en infraestructura. El dinero federal no ejercido deberá regresarse a la federación y se habrá perdido para la ciudad. La otra mitad se puede aplicar el servicio de la deuda, pero el dinero no era para eso, sino para lo que se presupuestó, y se presupuestó porque era necesario. ¿Cuántos ayuntamientos urgidos de recursos para lo indispensable no querrían tener ese dinero?

 

Trece de las diecisiete juntas auxiliares de Puebla capital, el 30% de su territorio, están fuera de la zona de cobertura del sistema operador de agua potable y por lo tanto son responsabilidad directa del municipio desde 2016.  En esas trece juntas viven miles de personas y operan cientos de industrias que generan un enorme impacto ambiental sobre los cuerpos de agua. En los últimos tres años se instalaron en solo una de las juntas auxiliares, trescientas naves industriales sin permisos. Ahí no existe la infraestructura necesaria para un manejo correcto de agua. La Dirección del agua municipal que debiera, entre otras cosas, construir infraestructura y regular a la industria de esa zona, tuvo este año un presupuesto raquítico de 7.5 millones de pesos.  Es imposible que cumplan su tarea. Para el año que viene el presupuesto aprobado se redujo a seis millones. 

 

El viernes por la madrugada, los vecinos de la céntrica colonia Prados Agua Azul, colindante con el río Atoyac, reportaron un olor ácido proveniente del río, tan intenso que los despertó. Ya ha sucedido con anterioridad. El olor produjo picazón en ojos, nariz y garganta. Después de reportarlo a las distintas autoridades del agua, tanto Conagua como SOAPAP informaron que la descarga era clandestina y que podría venir del nuevo corredor industrial de Resurrección, en donde varias de las naves tienen cancelado el drenaje. Tan solo una de las empresas está generando diariamente siete pipas de veinte mil litros de residuos peligrosos o de manejo especial, que en teoría se llevan a tratar a una planta en Tlaxcala, el estado vecino. ¿Quién está ahí para verificar que eso sea cierto? Nadie. La Dirección del agua que debiera regular ese territorio no tiene la capacidad de inspección y vigilancia que se requiere.    

 

La semana pasada, desde el Senado de la República se exhortó al gobierno del Estado de Puebla y a cinco municipios, entre ellos a Puebla capital, a atender con urgencia la recomendación de remediar la alta toxicidad del río Atoyac que hace cuatro años emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Los daños a la salud documentados ante dicha comisión son irrebatibles. La respuesta municipal a esta recomendación son seis millones de pesos de presupuesto para la dirección que debe atender esta queja. ¿Para qué quieren ahorrar? ¿Para qué rifan coches entre los que pagan puntualmente su predial?  ¿Para qué motivarlos a pagar si no van a ejercer el dinero de los ciudadanos? ¿Cuál es la razón de ese ahorro? ¿Qué harán con ese dinero no ejercido?  

 

México detenta la Presidencia de la Asamblea Mundial Urbana de la ONU-Hábitat. Además forma parte de la Coalición de Infraestructura, Ciudades y Acción Local, que tiene como prioridad una planeación urbana sostenible. Ojalá que desde ahí pudieran asesorar correctamente a nuestras autoridades municipales para que entiendan la urgencia de invertir en ordenamiento urbano, gestión del agua e infraestructura. Tener los recursos y no ejercerlos, privando a una ciudad de la infraestructura y el capital humano que requiere con urgencia, no es un ahorro, es un error muy serio.