SUSCRIBETE

19 Abril 2024, Puebla, México.

¿Qué tan fuertes somos en esta emergencia? Memoria de un primer recuento para la reconstrucción

Sociedad |#c874a5 | 2017-10-09 00:00:00

¿Qué tan fuertes somos en esta emergencia? Memoria de un primer recuento para la reconstrucción

Verónica Mastretta

Vida y milagros 

¿Qué tan fuertes fuimos y podemos llegar a ser en esta emergencia de los sismos de septiembre? 

Y me refiero a todos, a los damnificados en lugares rurales o urbanos, al ciudadano armado con su teléfono celular y su interés por hacer algo, a las instituciones privadas, pequeñas y grandes,  y a ese poderoso equipo que pueden ser las instituciones públicas de los tres niveles de gobierno cuando se articulan bien. En base a lo que he vivido y visto en Puebla, creo que podemos ser más eficaces y fuertes si nos seguimos hablando como se hablan los jugadores de futbol en medio de un partido complicado, en el que afortunadamente hay un medio tiempo para recapitular y tomar aire antes de regresar a la cancha a tratar de ganar uno de los partidos más importantes de nuestra vida. 

 

Primero que nada, es sano dimensionar bien el peso de nuestro tamaño y esfuerzo con respecto a la totalidad del equipo de ayuda: no tiene nada de malo saber que quizá solo somos 50 gramos de un kilo, pero esos 50 gramos pueden ser claves y muy útiles en una emergencia y adquieren valor solo si sabemos sumarlos a los 950 gramos del resto de la ayuda. Exagerar de más la importancia de la sociedad civil no es realista, darle su correcta dimensión y utilidad es sano. 

 

 

El sábado pasado varios de los que nos unimos o conocimos en esta emergencia nos fuimos a vestidores a pensar juntos. Fuimos los representantes de varias instituciones privadas y públicas que nos enlazamos en estos 20 días después del temblor, primero de manera espontánea y luego construyendo un orden que nos permitiera ayudar sin estorbar, con estrategia y eficacia. Era importante hacer ese encuentro para mirar con calma nuestros aciertos y errores de estos días. 

 

¿Quiénes asistieron a este encuentro de intercambio  de ideas?

 

De la sociedad civil Asistieron veinte organizaciones, catorce  ONGs con diferentes vocaciones, cuatro organismos empresariales y dos administradores de plataformas de información, Gobierno Fácil y Epicentro. 

 

De parte de las instituciones de gobierno asistió el responsable de uno de los ocho centros de mando que instaló el gobierno del estado de Puebla en las zonas más afectadas que son: Puebla y zona metropolitana, Izúcar,  Chiautla, Atlixco, Tehuacán, Metepec y Acatlán. En esos centros de mando se enlazan los representantes  y enlaces de las instituciones federales y también el ejército, nuestro ejército cuando es de paz, tan bien entrenado y admirables para eventos de ayuda en tiempos de desastre. Desde ahí también se enlazan con las autoridades municipales, muy faltas de recursos materiales pero conocedores de la realidad social, económica y política de sus enormes y complejas comunidades. 

 

Asistieron también  los ejecutivos gubernamentales responsables de coordinar los trabajos en dos de las comunidades más dañadas, Tochimilco y Chietla. Dos comunidades rurales, una en las cercanías del volcán, en zona de riesgo por muchos motivos, con clima frío y terreno escarpado y otra en la durísima y extremosa mixteca caliente. Ambas con economías muy frágiles pero con un largo historial de sobrevivencia. Difícil para sus habitantes, muchos que lo perdieron todo,  y difícil para quienes tienen que ayudar a resolver la emergencia. 

 

Creo que fue muy útil hacer este alto en el camino. Nos ayudó a entender mejor la importancia de utilizar con muchísima más responsabilidad las redes sociales, a verificar la exactitud de información que vamos a difundir, a usar esta fantástica herramienta para pedir y dar ayuda de manera más rápida, para comunicarnos con eficiencia, para saltar burocracias públicas y privadas sin crear caos, para retratar cosas que solo una imagen podía explicar con elocuencia, y sobre todo, para entender que se puede trabajar hombro con hombro y no confrontados si escuchamos y trabajamos como mexicanos sin etiquetas y con menos prejuicios hacia los demás. 

 

Vi muchos héroes sin capa en estos días, los que no se notan pero ahí están, ante su casa caída y los trastes quebrados recogiendo con buen ánimo lo que el desastre les dejó, he visto muchos voluntarios expertos y valiosísimos y otros inexpertos, llenos de buena actitud pero faltos de guía. He visto muchos funcionarios públicos anónimos, los que no saldrán en la foto, pero que están haciendo su trabajo con responsabilidad y seriedad y en turnos extenuantes desde hace 20 días. He visto a periodistas y fotógrafos extraordinarios dedicados a documentar con rigor y sensibilidad la memoria de lo extraordinario. 

 

Lo más importante es entender que falta mucho por hacer y  que se necesita una enorme dosis de perseverancia, recursos y respeto hacia las comunidades que sufrieron más daños. El tiempo de la primera emergencia ya pasó. El tiempo largo para una mejor edificación de lo perdido apenas empieza para todos, para quienes perdieron su casa o todo su patrimonio, y para quienes en serio quieran apoyar a largo plazo.

 

La memoria de este encuentro y  sus principales conclusiones pueden verlas en la página de www.dalelacara.org  a partir del 10 de octubre. Pensamos que pueden ser útiles para otros equipos tan diversos como el que ahora menciono. Hace falta humildad para aprender de estos días que nos dejan tantas lecciones y cientos de tareas pendientes.