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18 Abril 2024, Puebla, México.

Los niños y el virus

Sociedad |#c874a5 | 2020-03-16 00:00:00

Los niños y el virus

Verónica Mastretta

Vida y milagros

 (Foto de portadilla tomada de El Correo de Oaxaca: Corredor industrial Tlaxcala-Puebla: los niños del cáncer)

Cuando las noticias del extraño virus que brotó primero en China empezaron a ser alarmantes, desde muy temprano me sorprendió que no se hiciera referencia a niños enfermos o muertos a causa de la epidemia. Dentro de todo el desastre, la buena noticia es que el coronavirus no ataca a los niños de manera feroz y pasa por ellos como si solo tuvieran una gripa ligera, a veces incluso sin mostrar siquiera el menor síntoma de la enfermedad. Según datos publicados en un artículo de Cristopher Ramírez (IEVENN, 10 de marzo de 2020), solo el 7.4 % de los niños menores de 10 años que han tenido contacto directo con infectados por el virus se han contagiado y de cada mil personas portadoras del virus, solo el 0.9% son menores de 14 años. En ellos el virus es silencioso y aunque la enfermedad no los afecte, sí son transmisores muy eficaces del virus.  La teoría más aceptada es que los niños tienen un sistema inmunológico en crecimiento y eso los hace más fuertes. Al no estar desarrollado por completo, la naturaleza vía el sistema inmunológico da a los niños la oportunidad de adquirir nuevas herramientas para afrontar el virus. Dentro de toda la incertidumbre que el coronavirus trajo consigo, sí es una enorme tranquilidad saber que somos los adultos y no los niños los afectados por la enfermedad. El coronavirus resultó ser muy democrático. Ataca en todos lados sin distingo de nada, excepto el ser niño.   

 

Aún no sabemos qué esperar de esta inesperada pandemia, no sabemos qué porcentajes de la población mundial se verán afectados ni cuántas vidas habrá cobrado al terminar este año. Lo que sí vemos es a las autoridades de distintas partes del mundo tomar medidas radicales y a la población dispuesta a aceptarlas con tal de controlar algo que nos asusta porque es desconocido y porque es absolutamente parejo en su reparto, es decir, le puede tocar a cualquiera y como no hay refugios perfectos para el mal, todos haremos lo que haga falta para poner remedio porque todos nos sentimos a merced de él. No hay bardas, ni murallas, ni aviones privados o primeras clases ni fraccionamientos o edificios de lujo que impidan al virus tocar a la puerta. Es extraña la conducta humana. Mientras la percepción sea que puedes librarte de algo, por bien que te informen de lo que pasa "a otros", si crees que no te pasará a ti, pues es muy probable que no hagas nada, pero estarás dispuesto a cambiar de hábitos y formas de vida si el riesgo lo percibes de manera directa.

 

El coronavirus no ataca a los niños, pero cuando los niños reciben contaminantes emanados de los sistemas de producción humanos, sus cuerpos sí son altamente vulnerables a contaminantes que no están en el medio ambiente de manera natural, como los metales pesados en el agua. Las muertes y daños a la salud infantil por contaminación en México están documentados y publicados en diferentes estudios y artículos. En la revista Nexos de Julio de 2017 con el tema Vida y Muerte del Agua, se publicaron varios ensayos sobre los daños a la salud humana por contaminación del agua, en particular a los niños. Los datos duros están ahí, pero por razones incomprensibles, nadie se alarma como con el coronavirus y las autoridades siguen sin llevar a cabo políticas públicas poderosas que remedien la toxicidad creciente en el agua que usamos en nuestra vida diaria. Desde hace ya tres años la CNDH emitió la Recomendación No.10/2017 a las autoridades de Puebla y Tlaxcala para remediar la altísima contaminación de los ríos de la cuenca del Atoyac-Xochiac. Los daños a la salud infantil fueron probados ante la CNDH y de ahí derivó la recomendación que sigue sin cumplirse. No tengo la menor duda de que al final de 2020 las muertes en México por contaminación del agua superarán con creces cualquier dato de muerte generado por el coronavirus. La peor noticia es que ese horror no respeta a los niños.