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18 Abril 2024, Puebla, México.

Papalotes para sobrevivir la dictadura en Turquía

Sociedad |#c874a5 | 2016-06-09 00:00:00

Papalotes para sobrevivir la dictadura en Turquía

Serdar M. De?irmencio?lu

Mundo Nuestro. En junio de 2013 publicamos en esta revista digital la entrevista Estambul, Bienvenidos al mundo de la lucha, que dio cuenta de la enorme explosión social contra el Primer Ministro turco Recep Tayyip Erdogan, líder del partido en el poder AKP. La movilización civil fue sofocada por la represión gubernamental. Tres años después, la guerra en Siria ha exacerbado la realidad política y social de Turquía, con la cada vez mayor represión de las voces críticas a la dictadura del dictador Endorgan. En esa medida la represión gubernamental contra los ciudadanos que demandan la paz y la libertad de expresión alcanza todos los círculos sociales, y en particular a la comunidad académica de las universidades. Este texto del científico turco Serdar M. De?irmencio?lu nos da una idea de la persecución sufrida por los profesores universitarios, pero también de la inventiva de la resistencia pacífica desde la sociedad civil.

La traducción del inglés corrió a cargo de la académica y activista Cecilia Zeledón.

 

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A medida que desaparece la libertad académica en Turquía...

 

Desde el 11 de enero pasado muchos académicos en Turquía han adquirido hábitos extraños. Algunos empezaron a volar papalotes con sus alumnos y a subir los videos a internet. Otros empezaron a componer canciones con nuevas letras que me recordaban la poesía callejera. Y otros más empezaron a organizar tours en autobús. Mi teléfono móvil nunca había visto tanto movimiento, así que ahora está lleno de fotos, canciones y conversaciones sobre estas extrañas actividades académicas. Mientras tanto, por aquí y por allá empezaron llevar registros. Un listado de los que han perdido su puesto de trabajo; un recuento de  las amenazas de muerte; otro con las medidas disciplinarias. Y más todavía, el recuento de quienes han visto desaparecer sus becas de investigación o sus viáticos. Los recuentos se actualizan cada semana.

 

Este pájaro de papel colgado de un árbol lleva escrito “algún día volará”.  Algún día los presos serán libres.

  

Tarjetas con mensajes de esperanza y paz para los presos políticos.

 

Los estudiantes construyen y decoran los cometas. Los textos con alusiones a la paz en turco y kurdo.

 

Esta es una historia real. Yo soy uno de los que perdieron su puesto de trabajo. El 29 de abril, después de meses de acoso, fui despedido de repente por la Universidad Do?u?. La administración me culpó por firmar una declaración de paz, por llamar al gobierno a detener su brutal y sin sentido campaña militar en el sureste. Mi despido fue parte de una cacería de brujas en curso.

Como científico, no creo en las brujas. Pero, obviamente, el gobierno, controlado por un solo hombre, lo cree. El Consejo de Educación Superior circuló órdenes a las  las universidades y las investigaciones internas comenzaron. En mi caso, la investigación se inició el 18 de enero. Expuse en  el comité que yo estaba expresando mis derechos y que  como científico social tenía el deber ético de hablar. Poco después perdí mi trabajo como presidente del departamento de psicología. Estaba claro lo que iba a seguir. Pronto me encontraron “culpable” por haber firmado una declaración de paz y fui despedido semanas antes de que el semestre hubiera terminado. Estaba enseñando cuatro cursos, pero nadie se preocupó por los estudiantes ni por las razones éticas. Y justo, uno de mis cursos se centraba en la psicología de la paz. 

Sí, yo creo en la paz. Pero el gobierno no. Y creo firmemente que tengo derecho a vivir en paz, a convocar a las autoridades para establecer la paz y a expresar mis opiniones libremente. Como académico, creo que la libertad de expresión es esencial para la democracia, por no hablar de la existencia misma de las universidades. Pero el gobierno no lo crre así. Turquía está ahora llena de universidades en las que la búsqueda de la verdad o del diálogo crítico no es muy popular. Incluso el escepticismo no se tolera: el país está en guerra, y en tiempos de guerra se necesita un líder fuerte. La disidencia es considerada traición. La libertad académica es un lujo.

 Yo no fui el único que perdió su trabajo. Asl? Vatansever, sociólogo, fue despedido conmigo. Hemos recibido la misma sentencia, la misma injusticia, y ahora estamos  marcados. Los registros son cada vez más horrendos y las listas más largas. Una investigación criminal está en marcha y el gobierno envió una advertencia: Cuatro estudiosos fueron detenidos y enviados a prisión de inmediato. Todo lo que hicieron fue hablar en una conferencia de prensa para reiterar las exigencias contenidas en la petición. Es entonces cuando surgieron las cometas. Académicos y estudiantes volaron cometas justo fuera de las prisiones: Los papalotes simbolizan la libertad por lo que el mensaje era: La libertad y la paz prevalecerán. Los tours en autobús fueron también un acto de solidaridad. Los académicos, periodistas, activistas de la paz y los estudiantes se trasladaron en autobuses a dos cárceles para guardar vigilia. Y las canciones que rememoraban a la poesía callejera  eran canciones de paz y la libertad.

 

Académicos y estudiantes se reunieron fuera de una prisión. Ahí se elaboraron tarjetas con mensajes de paz para los profesores presos por la dictadura.

 

 VIDEO https://www.youtube.com/watch?v=jyQuSdbzmfs

Publicado el 14 de abril de este año, este video muestra a miembros del the Bo?aziçi University Folklore Student Club cantando una canción escrita para los académicos encarcelados. Y les dicen: “Estamos aquí para llevarte”. Ese día se volaron papalotes en el cielo de la prisión.

 

Es difícil escribir una conclusión crítica en este escrito, ya que la búsqueda de la verdad se ha convertido en un acto muy peligroso en Turquía. Voy a dejar que otros hablen desde sus  lugares de lucha:

El jefe de la ONU de Derechos Humanos, Zeid Raad El Huseyin, recién  pidió a una investigación independiente sobre los civiles que fueron quemados hasta la muerte en Cizre. Erik Ene Zürcher, un reconocido historiador, devuelvió la medalla de honor que le había dado en 2005 el Presidente de Turquía. "Las libertades básicas en Turquía no existen", dijo. La esperanza de una Turquía democrática ha desaparecido. Yervant Bostanc?, un músico, recientemente dijo que tenía dificultades para expresar lo que había presenciado en Surici, Diyarbakir, el lugar donde nació y se crió. "Estoy muy, muy triste --dijo--, mi alma está sangrando."

Recientemente alguien me dijo que soy un “académico bajo riesgo”. Si esto es cierto, lo mismo deberemos decir para todo este proceso. Las universidades en Turquía están bajo riesgo porque la libertad académica está desapareciendo. Y con ella el futuro de Turquía. Por ello también mi alma está sangrando. Sin embargo, mantengo la esperanza. Los papalotes volarán y los tiranos caerán. La verdad prevalecerá, al igual que la paz.