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25 Abril 2024, Puebla, México.

Pobreza y solidaridad en Atlixco: la historia de Felipe y el llamado en las redes sociales

Sociedad |#c874a5 | 2016-08-29 00:00:00

Pobreza y solidaridad en Atlixco: la historia de Felipe y el llamado en las redes sociales

Miguel Ángel Domínguez

 

La respuesta de Felipe  --un niño huérfano de Atlixco sin posibilidades de mantenerse en la escuela por falta de dinero-- ante la pregunta insistente del futuro con su abuela salió sin pensar:

-¿Qué serás de grande?

- Cuando era pequeño pensaba en ser Presidente… pero hoy sólo quiero tener a mi abuela y trabajar para mantenerla y cuidarla. Y salió corriendo para seguir jugando frente al Palacio Municipal de este lugar.

Es Felipe Medina Cortázar, de escasos 12 años de edad. Y por él comprobamos que existe la solidaridad en una sociedad tan descompuesta y degradada.

 

 

A 20 minutos de esa banca del zócalo de Atlixco –en la que por dos horas recibió este viernes la carretada de ayuda de familias de Atlixco para no sólo ir a la escuela, también para sobrevivir todos los días-- está la colonia Insurgente II, ubicada al sur de la ciudad.

Y ese sur de Atlixco es miseria, riesgos por la construcción de viviendas sobre la ribera del río, delincuencia, paracaidismo inmobiliario, tristeza, desolación. Y en esa franja poblada de manera ilegal desde hace más 30 años, ellos, los Cortázar, son pobres dentro de los pobres.

La puerta de lámina sólo es el aviso. No hay baño, agua potable, trastes, gas, comida, drenaje. “No hay nada… sólo blocks apilados uno sobre otro sin cemento”, me dice la abuela de Felipe en una entrevista con este medio de comunicación.

Son las tres de la tarde con 43 minutos de ayer viernes. Y la abuela y Felipe logran confundirse entre los citadinos y los turistas que alegremente toman el aire puro filtrado por los árboles.

Justo en la banca frente a la entrada principal de Palacio de Gobierno de Atlixco hay una mujer de rasgos indígenas sentada observando a un chico de camiseta naranja. Junto a ellas tres mujeres y dos niños.

Esperan la ayuda y ofrecen bendiciones a quienes se unen a la causa. Y afortunadamente   decenas de atlixquences se sumaron para intentar cambiar la realidad del pequeño Felipe Alexander Medina Cortázar, de 10 años de edad, y de su abuela María de los Ángeles Cortázar López, quienes viven en la extrema pobreza. Una razón simple para entender que Felipe estaba a punto de dejar la escuela.

Tras el llamado en las redes sociales de un grupo de mujeres de esta ciudad, quienes dieron a conocer esta historia, el pequeño y la mujer de la tercera edad reciben zapatos, útiles escolares, ropa, un teléfono, un estudio médico y hasta aportaciones económicas del extranjero para sobrevivir.

 Por más de dos horas, la familia espera en el zócalo de Atlixco, junto a personas interesadas en ayudar, recibiendo todo tipo cooperación. Pero eso no es todo: la abuela requiere medicamentos porque el azúcar en la sangre ya la alcanzó.  Y ponen a disposición un número celular para contactarla: 2441214241. Y una cuenta en Banco Azteca: 54321396452391 a su nombre.

Hace casi cuatro meses, la madre del todavía estudiante de la primaria Felipe Carrillo Puerto de esta ciudad murió víctima de cáncer. Y ante la total ausencia del padre, el hijo quedó a resguardo de la abuela.

Sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse debido a la enfermedad de María de los Ángeles quien por falta de recursos económicos desde abril pasado no se atiende la diabetes, situación que terminó por quitarle los dedos de sus pies y el trabajo.

Sin trabajo y dinero, desde la colonia Insurgentes, una de las más pobres del sur de la ciudad, salieron a las calles a pedir ayuda y se encontraron con la solidaridad de los atlixquences.