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28 Marzo 2024, Puebla, México.

Perseverancia, hay algo (en Marte) más allá de nuestro inframundo

Sociedad | Crónica | 18.FEB.2021

Perseverancia, hay algo (en Marte) más allá de nuestro inframundo

Pesan en el aire las palabras, como las fumaradas del monte que se quema...

Contrastes: quemazones, atascos, burladeros, Macedonios y molotovs. Perseverancia, hay algo –en Marte—más allá de nuestro inframundo.

Regresé por la tarde de un viaje rápido a la ciudad de México. En la carretera, apenas revelados por la bruma de los incendios, los volcanes. Arde el monte cuando trepamos hacia Llano Grande, la humareda se cuela en mechas densas que recortan en trazos furiosos las ocoteras, pero es mucho más espesa y alta la que se mantiene prendida casi al llegar a Río Frío. La tristeza de nuestros bosques.

Antes de llegar al Puente del Emperador un muchacho sentado en un tambo de diésel despista el aburrimiento en la pantalla de su celular. Ningún tráiler estacionado en la huachicolería, el conocido expendio a pie de la autopista en Santa Rita Tlahuapan. A lo mejor mira la noticia que ya corre en las redes: este mediodía, a unos minutos de aquí, una patrulla persigue a dos facinerosos, y lo hace con tanta enjundia que en una curva cercana a la comunidad de El Gavillero el oficial al volante logra el milagro de dar tres volteretas y terminar atrapando a Daniel, alias "La sirena, y a Mario, conocido en su pueblo como el “Loco.

Durante persecución vuelca patrulla de la policía de Tlahuapan

Foto tomada de Municipios

Adelante de la caseta de Texmelucan el tráfico se detiene un rato, no por una hora entera como sufrimos ayer rumbo a la capirucha. También de este lado relaminan al ritmo pasguato de las aplanadoras. Pasan los años y nuestra capacidad para colapsar esta autopista raya en lo sublime. Pienso ahora mismo que he vivido estos atascos carreteros mi vida entera, sesenta años de contemplar la montaña y la autopista. Quemazones y atascos desde los primeros años de la pista, cuando entre la ida y la vuelta sólo había una malla de truenos para enfrentar la embestida de un camión que se brincara el camellón verde; desde entonces he visto construir y destruir y volver a construir y ensanchar y repuentear a golpe de cemento y peones abanderados que espantan a capotazos el riesgo por las máquinas y teodolitos trabajando. Vaya penuria de mi memoria automotriz.

El parón me permite asomarme a las noticias en el celular. Doce regidores han cumplido el capricho del taurino y picador Miguel Barbosa, no tendrá que irse el gobernador con la música y sus tercios a torturar toros a Cuautlancingo. Una ceguera roja ronda por los tendidos llenos de la estupidez humana. La soledad del animal en los tendidos del luto. Nunca me resonó tanto la palabra burladero. Que llamen a los picadores a la plaza de este señor en su mañanera.

Seguimos a golpe de rueda. Tiempo para que alcancen a rebotar contra el pavimento recién aplanado las palabras del presidente de la república sobre Félix, como le llama al tipo que Morena ha presentado como su candidato para Guerrero. La columna de autos avanza y no puedo detenerme para que la pena tope contra este otro burladero. Pesan en el aire las palabras, como las fumaradas del monte que se quema. De refilón atisbo la fotografía de la furia femenina que lanza molotovs contra la guarida de Salgado Macedonio. Salva la tarde la señora Sánchez Cordero, cuyas palabras rescato más tarde: “Es responsabilidad de cada partido demostrar que sus candidatos están a la altura de las circunstancias y proceder de acuerdo con las leyes. Aplaudo la conciencia social que no tolera la violencia”.

Foto tomada de Sin embargo.

En casa corro a la computadora. Último día para un pago de impuestos que traigo atrasado. Línea de captura, 25 numeritos y letras de un ciudadano más capturado y referenciado sat: tres letras en un golpe de aire para pensar en una sociedad quebrada. Valga mi pago en línea directa a imaginar una sociedad democrática y justa. Ingenua idea. Perseverar en ella: un mundo grato para todos es posible.

Termina el día. Los ruidos de una ciudad también se desvanecen. El Perseverence acaba de amartizar, y la alerta corre por los Whats. Treinta científicos enmascarados se aplauden luego de mostrarnos en animación las andanzas del tractorcito robot que va a probar que la vida existe aún en ese olvidado lago marciano. Perseverancia: olvida por un instante tu Estado precario, me digo,  no te quedes en el inframundo.