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19 Abril 2024, Puebla, México.

¿Quedan jueces en Berlín?

Política | Opinión | 17.MAR.2021

¿Quedan jueces en Berlín?

Es célebre la anécdota del molinero que tenía frente al palacio de Federico el Grande un molino de viento que interfería el horizonte del soberano, razón por la cual éste quiso comprarle el predio.

 

El molinero se negó a vender y el emperador amenazó con expropiarlo. El molinero fue al juez, obtuvo una resolución amparándolo contra la amenaza y llevó el papel al emperador, quien lo aceptó, sonriendo. El molinero dijo: “Aún quedan jueces en Berlín”.

 

La pregunta que flota en el aire después del discurso del Presidente demandando a la Suprema Corte que investigue a un juez federal por un fallo contrario al gobierno es si, después de esta batalla, quedará Suprema Corte en México.

 

No se ve muy independiente la Suprema Corte ante las exigencias presidenciales. Aquí sí que, como la mujer del César, la Suprema no solo debe ser independiente, sino parecerlo.

 

Yo entiendo la prudencia de la respuesta del ministro presidente Arturo Zaldívar ante el embate presidencial.

 

El tono del titular del Poder Ejecutivo invita a la cautela. Pero su carta a la Corte exigiendo, acusando y condenando, se parece bastante a una instrucción: una sentencia anticipada indicando por dónde espera que la Corte resuelva.

 

No me rindo a la idea de que la Suprema Corte se ha rendido ante el Poder Ejecutivo. No es cosa juzgada.

 

Me parece que el Poder Judicial no tiene una independencia y una autonomía abstractas, sino que éstas son concretas, se ejercen y se fortalecen, o no, en cada sentencia. No hay autonomía sino en la práctica.

 

A diferencia de un titular del Poder Ejecutivo como el que hoy tiene México, cuyo espacio de litigio son los medios, el Poder Judicial y la Suprema Corte están diseñadas para el litigio de cada caso en los expedientes y en los tribunales, no en los medios.

 

Hay momentos, sin embargo, como el que hoy vive México en que la afirmación de la autonomía y la independencia de la Corte tienen que quedar clara también en la plaza pública. Y no está siendo el caso.

 

La pregunta está por lo mismo en el aire: ¿“Quedan jueces en Berlín”?