Cómo recuerdo, madre, aquel abrazo y el último beso / Fragmento de El Ítamo, de Iván Uriel Atanacio Medellín
El Ítamo
Iván Uriel Atanacio Medellín
(Fragmento)
Voy rumbo a El Ítamo a encontrar la planta que lo cura todo…
Algo ha muerto en mí, para que siga vivo.
Y entonces la ausencia de fe hizo palabra,
y el silencio de Dios hizo promesa,
ríos a manantiales vertieron la tierra,
y el espíritu a plenitud,
abrazó el alma,
la vida, es una quimera,
el amor, la esperanza.
Recuerdo cómo me levantabas del suelo y cargabas en tus brazos, tus agrupadas caricias cubriéndome del frío, recuerdo sufrías mis pesadillas y desvelabas cada uno de mis sueños.
Recuerdo cómo fingías al dolor cuando dabas todo sintiéndome yo nada, caminabas junto a mí aunque estuvieras cansada. Recuerdo tu sufrir ante mis idas y abarcar de gozo mi regreso. Recuerdo tu piel que parecía un pañuelo, tus cabellos tersos, el respiro tuyo consolando mi llanto, y tu presurosa corrida por aliviarme.
Recuerdo cuando hablamos la última vez, pediste me cuidara, dijiste volvías pronto, que El Ítamo está lejos pero está, y que de cualquier lugar uno siempre vuelve a donde ha partido, cómo recuerdo madre aquel abrazo y el último beso.