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24 Abril 2024, Puebla, México.

Ejecuciones en Coyomeapan: ¿por qué tuvo que pasar esto?

Gobierno | Opinión | 29.MAY.2022

Ejecuciones en Coyomeapan: ¿por qué tuvo que pasar esto?

¿Por qué los poderes fácticos se atraen y se pegan como imanes a los que no hay ley que logre apartar?

Las innumerables masacres en escuelas norteamericanas, como la de ayer por la mañana en ese poblado texano. El asesinato de tres pobladores indígenas a manos de policías estatales en una comunidad rural poblana.

¿Por qué se producen hechos así?

Llevo ya unos días estudiando la realidad de Coyomeapan en la Sierra Negra, tratando de entender cómo se construye en este siglo XXI un cacicazgo en un pueblo indígena. He estado a la espera de que el gobierno estatal, juez y parte de esta tragedia, ofrezca una postura seria sobre lo ocurrido el 9 de mayo pasado en un paraje solitario de la Sierra Negra.

Me rondan las imágenes del territorio indígena. Una montaña degradada por la economía de la pobreza campesina. Unas cañadas espectaculares con las aldeas prendidas en sus quiebres. Las brechas que rajan los cerros para llegar hasta ellas. Las palabras "pobreza extrema" que muy poco explican.

Pero el hecho que desbarata cualquier elucubración es el del asesinato de tres personas a manos de policías estatales. ¿Por qué ocurrió esta desgracia?

¿Por qué los poderes fácticos se atraen y se pegan como imanes a los que no hay ley que logre apartar?

Dejo por un rato las cuartillas escritas y apunto aquí lo que me ronda por la cabeza luego de pasar la tarde analizando los resultados electorales en ese municipio en los últimos treinta años. Un gobernador que respalda a una familia de apellidos Celestino Rosas apoderada de la estructura de gobierno de una pequeña municipalidad que les da para manejar desde el año 2011 un promedio de cien millones de pesos al año. Una rebelión popular que desconoce el resultado de la elección de junio de 2021 que prolonga por tres años más para los Celestino el control del ayuntamiento. Cuatro personas  detenidas arbitrariamente con cargos que recuerdan los delitos de disolución social de los años cincuenta del siglo pasado. Cerrazón del jefe político estatal que se niega a buscar en la misma ley una salida a la parálisis en la que se ha sumido la pequeña sociedad rural de un pueblo náhuatl originario. Meses enteros perdidos. Al final, una tarde, la del 9 de mayo, policías estatales asesinan a tres personas. La primera palabra que los medios de comunicación utilizan para contar lo sucedido: "Enfrentamiento". Y reproducen una y otra vez la versión del director de Seguridad Pública: "Los policías actuaron contra un grupo armado agresor". Quince días tuvieron que pasar para que el político reconociera el crimen y su fiscal procediera a detener a nueve e los veinte elementos que participaron en la masacre. El gobernador adelanta como causa la falta de capacitación de las fuerzas de Seguridad Pública, pero los familiares de los policías detenidos no le despejan el camino de la solución fácil: "Ellos actuaron obedeciendo órdenes."

La solución difícil es la que desentraña esta alianza de poderes fácticos. La que reproduce los añejos esquemas caciquiles en los territorios de los pueblos originarios.

(Foto de portadilla tomada de El Sol de Puebla)