SUSCRIBETE

29 Marzo 2024, Puebla, México.

La operación electoral en México: la estructura base, el elector, el cliente / Sergio Mastretta

Política /Sociedad civil organizada | Investigación | 3.JUN.2022

La operación electoral en México: la estructura base, el elector, el cliente / Sergio Mastretta

MÉXICO 2024 / GUÍA PARA OBSERVADORES ELECTORALES - PCCI

Mundo Nuestro. Nuevas elecciones en México. Presentamos de nueva cuenta en nuestra revista la Guía para entender el fraude electoral en México, elaborada por la organización Puebla Contra la Corrupción y la Impunidad A.C.

 

La estructura base: el elector-el promovido-el movilizado-el cliente

 

¿Quién es? Esta pregunta es fundamental para entender el estado actual de la democracia mexicana. Y también esta otra: ¿por qué vende su voto este ciudadano?

El elector-cliente ya no es una figura simple, la del que entrega su credencial para ser enlistado en un padrón por algún promotor del voto para cualquier partido. Las cosas se han complicado para los políticos y sus partidos: su clientela es más taimada, ha entendido la necesidad que se tiene de ella, y cada vez más la convierte en una de las tantas formas de hacerse de un dinerito en esta vida.

Es un padre de familia de cualquier territorio rural del país. Una madre soltera de cualquier barrio en los suburbios de las ciudades. Un joven sin empleo que hace tiempo abandonó la secundaria. En realidad, puede ser cualquiera al que se le presente la oportunidad. La gama de su perfil es amplísima. Algo los unifica: están dispuestos a vender su voto, tal vez lo han hecho siempre. Y la oferta es ya tan variada que han dejado de preocuparse por el color del partido que los retribuye. Una frase los une: todos los partidos son iguales, prometen, regalan, pero nada hacen para cambiar de fondo la situación de pobreza y precariedad social en la que se encuentra la mayoría de los mexicanos.

Algún sentido de pertenencia tienen: son colonos a la espera de la regularización de la tenencia de la tierra en la que asentaron su vivienda; pagan semanalmente la afiliación a la organización que los protege del desalojo; acuden a los mítines del candidato que sea que reparta tinacos en la temporada electoral; tienen al abuelo empadronado en el programa de Adultos Mayores; cooperan con la cuota que el comisariado ejidal les exige para apuntarlos en el reparto de fertilizantes.

Y tienen siempre a la vista a la figura que llega para ofrecerles algo a cambio de su voto.

 

Modus operandi del elector- cliente

 

Los tiempos han cambiado. En la era del PRI todopoderoso la elección era un trámite que pasaba por la entrega de algún beneficio material. En la era de la partidocracia, el valor de su voto ha subido ante la variada oferta y porque las posibilidades de obtener un ingreso económico se han multiplicado, todo está dispuesto a pagarlo el político que busca su voto: por la asistencia a mítines y movilizaciones, por respaldar a alguien que quiere una regiduría, por formar parte de las bases con las que cuenta el cacique local para negociar con los jefes de la capital; por jugar con un candidato o con otro en la reñida competencia por la presidencia municipal. Así que sólo se tiene que esperar al arranque de las temporadas electorales, porque ha aprendido que el proceso electoral va mucho más allá del día de la elección.

El elector-cliente ha generado una división del trabajo. La acción de ir a votar es individual. La acción por la que varios como él van a votar es otra. En la base del clientelismo está la primera acción de operación electoral, la que convierte al vendedor de su voto en el operador de la base piramidal: aquel que logra que su gente más cercana tome con él  la decisión de vender su voto.

Ese elector-cliente tiene a la vista al promotor del voto que lo busca. Identifica al candidato y al partido que promueve. Valora su oferta: despensas cada cuándo; tinacos, carretillas, bultos de cemento a cambio de qué; y el voto, a cómo. Si quien hace la oferta es una persona conocida y cumplidora, es probable que haga el negocio con ella. Si es un promotor de un partido distinto, los beneficios deben de ser mayores y el cumplimento inmediato. Pero el elector-cliente está para eso: sacar el mayor provecho para su familia. Y ya que todo suma, entre hermanos y cuñados pueden sumar 40 o 50 votos.

El elector-cliente sabe que el promotor es marrullero. Que si ofrece 100 pesos en realidad tiene 200 y piensa quedarse con la diferencia. Así que se espera a que la contienda electoral entre en ebullición. Ha aprendido a hacerse indispensable para los compradores del voto.

En la base de la pirámide clientelar, entonces, se encuentra este pequeño operador de la compra-venta del voto, que para fines prácticos es fundamental.

 

Estructuras ligadas a organizaciones de carácter civil

 

Esta guía está pensada justamente para la acción civil electoral de este tipo de organizaciones.

Formalmente son independientes de una organización política partidista y su actuación corre en oposición directa de las estructuras de operación para la manipulación electoral.

Son organizaciones de defensa de los derechos humanos, ambientales, civiles, de género, de pueblos indígenas.

 

Claves para identificar sus acciones:

 

  • Trayectoria de movilización en asuntos de derechos humanos, democracia, justicia.
  • Trayectoria de activismo independiente o no de partidos y jefes políticos.

 

¿Qué hacer si se identifican irregularidades?

 

Elaborar denuncia por escrito conforme a procedimientos de ley.

Recabar pruebas (fotografías, videos, documentos, testimonios)

Denuncia ciudadana llamar al 800-833-72-33 de FEDETEL, o en las web FEDENET: www.fedenet.org.mx; SFP: http://sidec.funcionpublica.gob.mx

 

IR A LA GUÍA EN PDF: