Sociedad | Crónica | 11.JUL.2022
Cuarenta meses después y tras una vuelta entera al mundo el ALDIVI está de regreso en México
Mundo Nuestro. Cuarenta meses después ha regresado a México el Aldivi, el bote de vela a cargo de la familia poblana formada por Alejandro Irigoyen y Bernadette Sánchez, con sus hijos Alexa, Diego y Vital, que le ha dado la vuela al mundo, pandemia COVID 19 de por medio. Finalmente estos viajeros atracaron en el Puerto de Veracruz el pasado 9 de julio. Han cumplido un sueño que forjaron y construyeron en el esfuerzo colectivo que supone la sobrevivencia en el mar abierto.
Esto escribieron de su sueño cuando iniciaron su viaje en marzo de 2019:
"La intención es “soltar nuestras amarras”, un reto grande y liberador, al mismo tiempo que tenemos el honor de portar la bandera internacional de la paz y transmitir su importante mensaje de respeto en cada puerto que anclemos. Al decidir como familia, romper nuestro vínculo con lo cotidiano, al lanzarnos juntos en esta aventura en el mar en un barco en vela, nos obligará a una convivencia sin precedentes, fortalecerá nuestros vínculos inquebrantables de amor y respeto a nuestra sangre, a nuestros semejantes y a nuestro planeta para ser así, portadores del mensaje de paz."
Corrieron el riesgo, sufrieron y gozaron su sueño... y lo cumplieron.
Presentamos este texto escrito por la cronista de viajes Bernadette Sanchez del Castillo. Es una reflexión casi al final de una aventura exitosa, y nos permite valorar el grado de madurez adquirido por una joven madre de familia que se lanzó con su marido y sus hijos al más profundo de los desiertos, el ocenao del mundo.
La tripulación del Aldivi: la familia poblana Irigoyen Sànchez del Castillo: Vigtal, Bernardette, Diego, Alejandro y Alexa.
Vivir la vida con buena voluntad
Bernardette Sánchez del Castillo