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19 Abril 2024, Puebla, México.

Y la defensa del INE se convirtió en defensa del voto / Israel Velázquez

Justicia /Gobierno /Política | Crónica | 26.FEB.2023

Y la defensa del INE se convirtió en defensa del voto / Israel Velázquez

Alrededor de tres mil personas protestaron en el zócalo de Puebla contra el Plan B de López Obrador; y al final queda confiar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación

La protesta fue para defender al INE, pero en el fondo se trata de la defensa del voto de cada uno de quienes salieron el domingo al zócalo de la ciudad de Puebla para protestar contra la reforma electoral que empuja el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque "encima de la Constitución nada; el INE no se toca".

 

En pancartas, en playeras, en banderolas decían "Mi voto no se toca". Y también a coro, a un costado de la Catedral de Puebla, escucharon a tres oradores: Moroni Pineda, presidente de Unidos Sí x México Puebla; Eder Meiss, fundador de la agrupación de “Ser Familia MX”; y Carla Erika Ureña, integrante del Consejo Ejecutivo de UNE México.

 

Y sí, queda defender el voto individual que garantiza un derecho colectivo, porque el INE ya esta tocado: desde los recortes presupuestales hasta la intensa campaña de desprestigio a la que lo ha sometido el presidente en sus conferencias mañaneras.

Esta vez la respuesta a la convocatoria no fue, sin embargo, similar a la movilización de en noviembre de 2022, cuando ciudadanos y actores políticos se sumaron a la marcha nacional en defensa del INE y salieron del Reloj del Gallito en el Paseo Bravo para marchar sobre la Avenida Reforma y llegar al zócalo.

 

Aquella vez María Ángeles Palmeros, representante de Chalecos México, dijo que “inicia una nueva batalla contra el tirano que ha traicionado a México, retirando recursos a enfermos con cáncer, otorgando dinero solo a elefantes blancos”, lo cual ocasionó que los presentes vitorearan: “Fuera AMLO, fuera Morena”.

 

Se sabe que millones de mexicanos son dados a creer en teorías que abracen la conspiración y es ahí donde anidan los embates que una y otra vez se enderezan contra el INE, un organismo que vino a apuntalar la incipiente democracia de un país tantos años gobernado por los priistas de hueso colorado que ahora trabajan para Morena. Sí, como el ex gobernador poblano Manuel Bartlett.

Clareo meses después de aquella marcha, ya en febrero de 2023, decenas de personas comenzaron a reunirse en los restaurantes aledaños al Zócalo antes de las 11 horas.

 

Se trataba de desayunar, agarrar fuerza e ir juntos hacia la plancha desde donde no harían otra cosa que gritar arengas y pedir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que no le de luz verde al Plan B, la más reciente de las batallas que emprende el presidente en contra de todos aquellos que considera conservadores y adversarios.

 

La plaza se fue llenando por todos los accesos posibles con gente que vestía de rosa y blanco, los colores del INE, de gente que repartía playeras, carteles y hasta sombrillas a quienes no pudieron llevarlas consigo.

Otros, como la organización “Unidos, Sí por México”, con representación local, preparaban la tarima desde donde habrían de hacer lo propio los oradores.

 

Desde ahí Moroni Pineda, de Unidos, Sí por México, decía que “el INE sí sirve y nos ha traído democracia y paz social, quieren controlarnos otra vez a través de las elecciones y por eso decimos el INE no se toca”. Y Eder Meiss afirma que los ciudadanos encabezan su “batalla” para defender la democracia.

 

Y la gente respondía, a pesar del sol, gritando “el INE no se toca”, “mi voto no se toca”. Una y otra vez, ondeando banderas de México y coreando, entre aplausos, “Puebla defiende al INE” y masivamente cuando se trató de entonar el Himno Nacional Mexicano.

Entre los asistentes también estuvieron se dejaron ver simpatizantes del Frente Nacional Ciudadano-FRENA en Puebla, que estuvieron más cerca del palacio municipal que del templete de la protesta contra el Plan B. Algunos cuantos, los pocos, identificados con banderas y vestimenta de color verde, realizaron un pequeño mitin en el que exigieron exactamente lo mismo, pero apenas se acercaron a la Fuente de San Miguel e hicieron segunda a las arengas de los tres oradores del día.

Ahí estuvieron también el dirigente del PRI en Puebla, Néstor Camarillo; la dirigente del PAN en Puebla, Augusta Díaz de Rivera; el alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez; Ana Teresa Aranda, Mario Riestra y Carolina Beauregard.

 

A todos ellos, que piensan competir en alianza en las elecciones 2024, los unió una misma causa: la defensa del Instituto Nacional Electoral. Y con ellos, junto a ellos, aunque con diferencias, cientos de asistentes que decían no pertenecer a ningún partido, pero vistieron de rosa y blanco, y mostraron su inconformidad con el plan B.

 

Moroni Pineda decía: “esta concentración es para decirle a la Suprema Corte que los ciudadanos queremos que hagan valer las leyes e impidan esta intentona de mal llamado Plan B”. Y abajo a coro lo respaldaban.

 

Varios de los asistentes dijeron confiar en que prosperen las acciones de inconstitucionalidad contra el Plan B.

 

Ese Plan B, aprobado el 22 de febrero por el Senado con 72 votos a favor de Morena y aliados, y 50 en contra, reforma 429 artículos de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la Ley General de Partidos Políticos y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, así como la nueva Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral.

 

Elimina también 300 Juntas Ejecutivas Distritales, lo que, dicen expertos, pone en riesgo el padrón electoral, la instalación de casillas, el cómputo de votos, monitoreo de radio y tv y la fiscalización de los partidos y campañas; además, elimina 84.6% del Servicio Profesional Electoral y obliga a que consejeros y magistrados electorales ganen menos que el presidente, y elimina los fondos y fideicomisos del INE.

 

Y está en la SCJN porque senadores de PAN, PRI, PRD, MC y el Grupo Plural prometieron presentar una acción de inconstitucionalidad.

 

Por eso miles de personas, en cientos de plazas del país, entre ellas la de Puebla, decían una y otra vez: "A qué venimos? ¡A defender al INE!" y manifestaron su confianza en que la Suprema Corte declare inconstitucional el Plan B de reforma electoral del presidente López Obrador.

 

Por eso se invitó a los asistentes, sin importar si tienen o no partido, a unirse a la colecta de firmas en contra del plan B que se harán llegar a la SCJN, para que escuche a quienes no están de acuerdo.

 

Y al final de la protesta todo quedó en eso: en confiar en el trabajo e independencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.