Sr. Patterson:
Hace muchos años, Max Weber, en sus conferencias de Múnich de 1919 ( “La ciencia cómo vocación” y “La política como vocación” ,respectivamente ) dejó bien clara la diferencia entre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad. Ahora, la 4T está sufriendo las consecuencias de las decisiones fundadas en la ética de la convicción de López Obrador. Pero la pregunta de fondo, Sr. Zepeda, y usted lo sabe, es si esas relaciones peligrosas a las que usted alude en su artículo de hoy en Milenio, fueron meramente circunstanciales, o bien, obedecieron a un claro proyecto político de largo aliento y, ahora, no solo es imposible deshacerse de ellas sino inútil plantear la necesidad de su depuración. ¿O cómo explica usted la presencia de “Andy “ en el movimiento; serán también circunstánciales los vínculos de la 4 T con el crimen organizado; será coyuntural la sistemática destrucción del andamiaje institucional de nuestra limitada vida democrática, la estigmatización de la sociedad civil, la persecución a la prensa, la expansión y fortalecimiento de las fuerzas armadas, el discurso de odio como pilar simbólico del quehacer público, el derroche en proyectos condenados al fracaso desde su origen, la opacidad?
Lo que ya no se puede negar a estas alturas de la alternancia es que los edificios del gobierno y el estado mexicanos están cimentados en las más sucias cloacas de la política nacional. Y, mucho menos, la vocación autoritaria- que le viene de distintas sabias- de la propia 4T. Para volver a Weber en relación a los medios y fines, no hay que olvidar que los primeros acaban prevaleciendo, invariablemente, sobre los segundos.
Así, preveo solo tres escenarios posibles para el futuro de MÉXICO:
a) el de la continuidad del proyecto cuatrista y los costos que el país tenga que pagar por su continuidad;
b) que la crisis tanto interna como externa del proyecto lopezobradorista abra las puertas de par en par , y sin ningún recato, a esos poderes fácticos de los que hablé hace un momento o,
c) o un gobierno de extrema derecha o abiertamente militar.
Atentamente,
Juan Carlos Canales
(Foto de portadilla tomada de Expansión)
