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20 Abril 2024, Puebla, México.

El padre Cedeño / Recuerdo de Judith Cid de León

El padre Cedeño / Recuerdo de Judith Cid de León

Sí, conocí al padre Cedeño. Era un santo, sí, era un padre viejecito, muy hermoso y en esos años nos decía a todos: “no, no es pecado eso...” Padre, que vimos esto, que nos fuimos allá. “No, no es pecado, no”, decía. Ay, padre, fuimos al cine a escondidas. “No, eso no es malo, ustedes digan en sus casas que van al cine, ¿por qué tienen que esconderse?”. Padre, que no nos dejan. “Ustedes díganles a sus papás que tienen que ir. No digan mentiras”. Sí, era un padrecito muy bueno. Pobrecito, se murió. Y ¡uh!, fue una cosa hermosísima cuando se murió el padre Cedeño. Lo velamos ahí en la Compañía. No en la iglesia, en la capilla de adentro, donde estaba el Santísimo. Había monjas, y nos llevaron a todos, toda la escuela no, unas cuantas nada más estuvimos en el velorio. Ya en el entierro sí nos llevaron a todos al panteón. No me acuerdo de qué moriría, pero confesaba muy hermoso, muy bonito. (LNR)