Una buena misa / Recuerdo de Esperanza Sosa Meza
La Capilla de Dolores, que está en Bulevar 5 de Mayo y la 10 o 12 poniente, más o menos, es una lugar muy bonito de donde recuerdo al sacerdote que ya era muy, vamos decirlo, de mucha edad, y hacía unas misas de mucha paz, de mucha tranquilidad. Siempre había muchísima gente, pero, aunque estuviéramos parados, era una misa que se disfrutaba mucho, el ambiente también; es una capilla que es un poco estrecha, sin embargo, es de mucho colorido, dorada, como que muy bonita siempre, con muchas flores, siempre muy bien arregladita. Entonces yo creo que todo esto hacía que pasáramos un buen momento, una buena misa. En Catedral el problema es que es tan amplia, es tan grande, que como que nos costaba trabajo, sobre todo a mí, cuando era niña, me distraía mucho, como que estaba escuchando pero no escuchaba; me gustaba ver el altar, me gustaba ver las capillas de los lados, la gente que pasaba, a los turistas; había muchos elementos distractores, como que no se concentraba uno a lo que iba, sino que todo lo que estaba alrededor lo distraía a uno; casi nunca nos tocó enfrente, si llegábamos temprano nos tocaba lugar hasta atrás, a los lados, pero nunca nos tocó estar enfrente. Entre más grande tiene un lugar, hay mayor dispersión, por eso pienso que mis mejores misas fueron en la Capilla de Dolores. (LNR)