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18 Abril 2024, Puebla, México.

PCCI: Interinato, el negocio perfecto: las licitaciones de Guillermo Pacheco Pulido

Poder y Política |#9365b8 | 2020-07-14 00:00:00

PCCI: Interinato, el negocio perfecto: las licitaciones de Guillermo Pacheco Pulido

PCCI

Puebla Contra la Corrupcción y la Impunidad

Itzel Jiménez Ríos

 

203 millones de pesos a obras y empresas fantasmas

Los gobiernos en México se han caracterizado por sus altos niveles de corrupción; en los últimos años se puede hacer referencia a múltiples investigaciones periodísticas que desnudan entramados de corrupción gubernamental y complicidad privada. A pesar de la relevancia que estos trabajos han tenido en la vida pública nacional, los gobiernos estatales han logrado operar con una opacidad indignante. El estado de Puebla es un caso paradigmático de la extracción de recursos públicos. Tan sólo en 6 meses, tiempo que duró el gobierno interino encabezado por Guillermo Pacheco Pulido, seis empresas ingresaron un total de 203 millones de pesos por contratos relativos a obras públicas que nunca se realizaron. Es decir, que sólo en medio año, los responsables de uno de los atracos más veloces de la entidad, lograron extraer el equivalente de 2.5 veces el presupuesto del “Plan Nacional de Reconstrucción” para Puebla.  Además, se encontraron irregularidades por más 318 millones 546 mil pesos. Este mecanismo de saqueo, aunque no es nuevo, fue ocupado en exceso por un gobierno que no fue electo popularmente, pero que infló el bolsillo de personas que hicieron el negocio perfecto con el interinato.

De enero a julio de 2019, durante el gobierno interino del estado de Puebla, se pagaron alrededor de 203 millones de pesos con recursos para obra pública a empresas fantasmas y por obras inexistentes. Además, se otorgó un contrato por más de 270 millones de pesos a Constructora Urbaniq, S.A. de C.V. –empresa cuyo domicilio es inexistente–, por arreglos al Periférico Ecológico de la ciudad de Puebla. Estas irregularidades son posibles debido a la complicidad o ausencia gubernamental, pues además de una red de empresas fachada, el Estado pagó casi 48 millones de pesos por obras inconclusas que el nuevo gobierno tuvo a bien suspender.

Todo esto lo prueban documentos oficiales de las 26 licitaciones que por un monto de 1,117 millones de pesos se ejercieron en los primeros meses del 2019.

En octubre del año pasado la Secretaría de la Función Pública inició la investigación por la aplicación presuntamente irregular  de 196 millones de pesos (El Universal). Sin embargo, hemos descubierto que los fondos malversados son mayores y que, además, varias de las empresas participantes en las licitaciones realizadas bajo el mandato de Guillermo Pacheco Pulido se encuentran en situación irregular.

La actual Secretaría de la Función Pública del gobierno de Luis Miguel Barbosa debe explicar a la ciudadanía poblana lo ocurrido con por lo menos 521 millones de pesos que fueron ejercidos en obra pública durante los seis meses que duró la administración del gobierno interino a cargo de Guillermo Pacheco Pulido. La absoluta inactividad de las autoridades encargadas de inspeccionar y auditar el gasto público evidencia importantes niveles de ineficiencia, o bien, una falta de voluntad para cumplir con sus funciones y escudriñar cómo, dónde y por qué se ejercieron esos montos de dinero.

De las 26 empresas beneficiadas en las licitaciones efectuadas durante el interinato, nueve también celebraron contratos con la administración del exgobernador Antonio Galy Fallad, que en conjunto equivalieron a 77 millones de pesos. De esas nueve, tres: Consorcio Constructor Ríos Alseseca, S.A. de C.V., Consorcio Constructivo y Arquitectónico de Puebla, S.A. de C.V. y Beresmo Constructora y Urbanizadora, S.A. de C.V., presentan irregularidades domiciliarias y las obras que debían realizar fueron cobradas, pero no existen.

En abril de cada año los funcionarios públicos tienen la obligación de hacer pública la cuenta del ejercicio fiscal anterior. Si bien el 20 de abril de este año, en concordancia con lo dispuesto por la ley, se hizo pública la cuenta del ejercicio fiscal de 2019, los estados financieros se presentaron incompletos. El gobierno del estado no nos revela, como es su obligación, el gasto devengado en el año 2019, tal como se muestra en los documentos oficiales adjuntos. Por esta razón, no podemos saber con seguridad todo el dinero que salió de las arcas públicas.

PCCI, a través de solicitudes de información, tuvo acceso a documentos oficiales de ayuntamientos en cuyos territorios se localizaron los proyectos de obra. Estos documentos muestran que muchas de estas obras ni siquiera se realizaron, así como que existen irregularidades en la celebración de contratos, mismas que ponen en tela de juicio la legalidad de estos procesos. Oficios firmados por servidores públicos que acreditan obras y empresas inexistentes, adelantos pagados para obras canceladas y gasto público sin auditar son tan sólo algunos de los incidentes que se presentaron en estos lucrativos seis meses de gobierno.

Anexo 26
Pacheco Pulido, el padrino del priísmo poblano

No podemos entender lo ocurrido sin plantear para el análisis, tanto la coyuntura en la que se produjo este latrocinio, como el perfil del personaje político al frente del gobierno del estado de Puebla. Tras el trágico fallecimiento de la gobernadora en funciones, Martha Érika Alonso, un político priísta de la vieja guardia, Guillermo Pacheco Pulido, fue elegido por el Congreso del Estado de Puebla como gobernador interino. El abogado Pacheco Pulido es una de las figuras históricas del viejo PRI poblano, sobreviviente de la debacle priísta de 2010. El congreso encargado de nombrarlo es el mismo que actualmente se encuentra en funciones, electo en las elecciones de julio de 2018 y conformado por 14 diputados de Morena, 7 del PAN, 5 del PT, 4 del PRI, 3 del PES, 2 de MC, 2 del PANAL, 1 del PVEM y 1 más de PCPP.  A pesar del amplio espectro partidista que el congreso presenta, llama la atención que su candidatura fue aprobada por 40 votos a favor y una abstención. Es decir, no parece haber habido ningún tipo de resistencia en torno a su investidura.

Guillermo Pacheco Pulido tiene una larga historia: es uno de los más importantes políticos en la era de la hegemonía priísta en el estado de Puebla, junto con Melquiades Morales y el hoy funcionario de la 4T, Manuel Bartlett. Fue presidente municipal de Puebla capital de 1987 a 1990, y en las décadas siguientes se plantó como la cabeza del poder judicial en el estado al desempeñarse como presidente del Tribunal Superior de Justicia. Eterno precandidato a la gubernatura por su partido, vio pasar los periodos de Manuel Bartlett, Morales Flores y Mario Marín. Disciplinado, nunca hizo mayor aspaviento ni reclamo público, y hábil, como abogado y juez, logró construir una red de alianzas y amistades con las que confirmó un lugar destacado en la vida política y empresarial de Puebla. Así que contempló desde la barrera la debacle de su partido en las elecciones del 2010 y 2016 sin que el colapso del PRI abollara su propia trayectoria. En todos esos años confirmaría su participación como abogado en negocios de toda índole, pero en especial los inmobiliarios, como consuegro del empresario constructor Julián Ventosa Aguilera y desde la actividad de sus hijos de apellidos Pacheco Pensado. Pero su oportunidad política llegaría de manera inesperada tras el helicopterazo del 24 de diciembre de 2018, que hizo necesario un periodo interino que convocara a nuevas elecciones. En la coyuntura de la crisis política en ese mes de enero de 2019, su figura apareció como alternativa para los grupos que se enfrentaron por la sucesión en Puebla, y la alianza que lograron en su momento personajes y grupos de poder reconocidos como priístas o morenovallistas en fuga, corrientes vinculadas al abigarrado movimiento que en Puebla llamamos Morena. Su nombramiento como interino confirmó, en particular, su alianza con el actual gobernador Miguel Barbosa.

 

 

SIGUE LA INVESTIGACIÓN COMPLETA EN PUEBLACONTRALACORRUPCIÓN.ORG