Por Silvia Arana, periodista argentina residente en Quito, Ecuador, colaboradora de la agencia de noticias Alainet.
Standing Rock, en el estado de Dakota del Norte, forma parte de la Reservación Sioux, como se llama comúnmente a los pueblos originarios dakota, lakota y otras tribus de las praderas. El río Missouri, fuente de agua potable de unos 17 millones de persona
s, atraviesa el territorio, que está bajo jurisdicción de las autoridades indígenas de la Reservación Sioux de Standing Rock según los tratados firmados con el gobierno de EE.UU.
En violación de los tratados y en contra de la voluntad de los sioux, la corporación petrolera Energy Transfer Partners está construyendo un oleoducto que destruiría el sitio sagrado y cementerio indígena de Standing Rock y cuyo tramo subterráneo pasaría por debajo del lecho del río Missouri. El proyecto es una inversión de 3.800 millones de dólares, financiado por Goldman Sachs, Bank of America, HSBC, UBS, Wells Fargo y otros grandes bancos. Tiene una extensión de 1880 km, va desde los yacimientos de petróleo de Bakken en Dakota del Norte, pasando por Dakota del Sur, Iowa hasta llegar a Illinois.
Comer para entender de dónde venimos
Pero qué rutas descubro con el libro de Lilia: las que me abren mis ojos, mis oídos, mis manos. Y no he abierto aun las que deslumbran desde el olfato. Ni las que se derraman en el gusto, el más ciego e inquisidor de los sentidos.
Todos los sentidos entonces expuestos…
Estamos en Pueblo Nuevo. Mis ojos de niño siguen las manos de la mujer de Ausencio. He dejado de mirar todo: ya no veo la olla enorme en el que regurgita el mole, ni la pala con la que no lo deja de menear la más robusta de sus hijas, a tono ella con las tres redondas piedras del Atoyac en las que descansa el barro de La Luz y entre las que se queman trozos de madera que uno de sus hijos ha traído de algún embalaje de la fábrica El Patriotismo, al otro lado del río.