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18 Octubre 2024, Puebla, México.

Notas etnográficas sobre el uso de psilocibios en el volcán Popocatépetl / Revista Elementos

Naturaleza y sociedad | Crónica | 17.JUL.2023

Notas etnográficas sobre el uso de psilocibios en el volcán Popocatépetl / Revista Elementos

Las narraciones obtenidas describen a los hongos como agentes importantes para curar las enfermedades que los aquejan

Este texto tiene como objetivo exponer y demostrar el uso contemporáneo de algunos hongos del género psilocibe en comunidades asentadas en las faldas del volcán Popocatépetl, en territorios compartidos por los estados de México y Morelos en el altiplano central del país. Muestra un análisis en dos vertientes: por un lado, el hongo está ligado estrechamente al chamanismo meteorológico de la región y a sus practicantes y, por otro, está enlazado a un sistema terapéutico-ritual que se dedica una vez al año, especialmente durante los meses de junio a octubre, a curar las enfermedades corporales y anímicas de quienes habitan la región.

     Las narraciones obtenidas describen a los hongos como agentes importantes para curar las enfermedades que los aquejan, que exigen una reciprocidad para ellos. Saber consultar a los hongos sagrados permite la habilidad para solucionar diversos problemas, por ejemplo algunas dificultades legales sobre los límites de tierras o encontrar satisfactoriamente animales, cosas perdidas y otras tareas de importancia diversa.

     En el interior de los grupos de ritualistas que se alían con el hongo (llamados en la región de Morelos/Estado de México “ahuaques” y “misioneros del temporal”), se cree que los hongos provienen de la “fuerza de Dios” y que esta fuerza es la lluvia. Gracias a la “fuerza de Dios”, los hongos pueden aparecer en la tierra mostrando su importancia y su sacralidad para los humanos que van en su búsqueda año tras año.

     Existen relatos sobre varios seres que auxilian a los especialistas rituales en el trabajo para mantener el equilibrio del cosmos y de la comunidad. Para ello hemos categorizado a estos seres de la siguiente manera: a) Seres exhumanos (ancestros y fulminados por el rayo y la centella; a estos personajes les toca trabajar en su condición de aires en el mundo otro, pero nunca trabajaron como temporaleros en la tierra); b) seres extrahumanos (rayos, arcoíris, aires, cerros, los espíritus de los volcanes, piedras, ríos, etc.), y c) seres sobrehumanos (Dios y toda su corte celestial, así como su fuerza antagónica, que es el Diablo y sus secuaces). Y por supuesto que a este último grupo pertenecerán los hongos, que adquieren diversos nombres como el de nanacatepipiltzintli, “güeros” y “niños de agua”.

 

LUGAR DE ESTUDIO

 

El pueblo de Ecatzingo es uno de los últimos municipios que pertenece al estado de México y colinda con el estado de Morelos; por su parte, Hueyapan pertenece ya al estado de Morelos. Ambas localidades corresponden a lo que en la literatura antropológica se conoce como Altos de Morelos. En ambos pueblos y otros cercanos existe un uso terapéutico y ritual de los hongos, probablemente desde el periodo posclásico (es decir, hacia el año 1400 d. C., aproximadamente), como podemos observar en los vestigios gráficos de Texcalpintado, un abrigo rocoso que mide 15 m de ancho por 7 m de altura, que presenta una secuencia de imágenes rituales fechadas para el posclásico tardío. En él aparecen iconografías del dios Tláloc y de algunos sacerdotes que portan sus atributos; de animales ligados a la meteorología como serpientes de cascabel, lagartijas y coyotes. Animales que hoy en día son tomados como aliados en el culto al agua y a la montaña por los especialistas contemporáneos. Asimismo, aparecen hongos que son utilizados en los rituales.

 

ESPECIALISTAS RITUALES

 

Los especialistas rituales son personajes que en el interior de sus comunidades cumplen la función de pactar, crear alianzas, ser mediadores, saben ver, soñar y devienen constructores del mundo. Auténticos “diplomáticos cósmicos” (De Castro, 2014: 43), estos especialistas son verdaderos maestros en el arte de negociar en ambientes no exentos de conflictos, las diversas necesidades de cada colectivo humano y no humano. En estas sociedades, al igual que en muchas otras, son conscientes de no ser los únicos capaces de tener un punto de vista o de incidir en el mundo, pues reconocen que el mundo no solo está habitado por los seres humanos, sino también de seres etéreos que intervienen en la vida material y principalmente en el mundo espiritual.

     Este mundo material no puede funcionar o se encontraría incompleto sin el debido concurso del mundo espiritual. Este mundo es análogo al mundo terrenal, por lo que tanto en un lado como en el otro ocurren actividades similares, con una diferencia sustancial: no todos tienen acceso a “ver”, “oír” o actuar en este mundo; solo los especialistas rituales pueden comunicarse en ambos mundos y contarles a los demás habitantes del pueblo cómo está ese mundo espiritual, un auténtico mundo-otro.

     Por lo regular, la iniciación de estos personajes se da en una edad promedio entre los 30 y 50 años, para que los seleccionados puedan y tengan la fuerza necesaria para ejercer el cargo, recibir el “llamado” de cumplir una misión divina en la tierra. Cuando el don llega, no se puede rechazar, no se debe despreciar esa gracia, un regalo que proviene directamente de seres divinos, que eligen de tres formas la entrega del don de curar. (Fagetti, 2015: 11)

     La primera forma es mediante la “caída” o “pegada” de rayo que suele nombrarse como el “llamado divino” y opera cuando alguien “es pedido” por los seres del mundo-otro o por un cerro para trabajar conjuntamente el temporal. En ese momento el individuo adquiere su poder y comienza una transformación ontológica, mediante la cual el individuo comenzará a trabajar el tiempo. La segunda forma de incorporarse al grupo es la designación de un individuo por parte de un grupo o una elección de la propia persona por su interés y por la asistencia recurrente a los rituales en su calidad de acompañante. El parentesco es importante, ya que con frecuencia son los nietos, sobrinos o hermanos quienes tienen que ocupar el cargo, a veces porque el tocado por el rayo no sobrevive y alguien debe representarlo para realizar las actividades que le hubieran tocado en la Tierra.

     Convertirse en trabajador del temporal puede ser también un castigo, cuando las personas le faltan al respeto a los seres del monte y a los lugares donde habitan, es decir, cuando utilizan sus moradas (piedras, cimas de cerros, etc.) para construir viviendas o usan los árboles como fuente de combustible para los fogones de las casas. Como consecuencia, los transgresores enferman y tendrán que “trabajar el tiempo”. Para llegar a ser un gran claclasqui se necesita ser descendiente de un claclasqui poseedor de alto estatus y le legue el don, o que el elegido tenga antigüedad en el desempeño de las actividades ceremoniales. (Melquiades-Maya, 1993: 227)

     Durante su iniciación en la que el neófito irá aprendiendo el trabajo del temporal por medio de los sueños, un lugar/estado privilegiado para aprender el chamanismo meteorológico que incluye hablar con los cerros, con los aires, las nubes y el volcán Popocatépetl para arreglar las tuberías subterráneas de agua; es decir, los ríos o apantles, canales que llevan el agua a los terrenos de cultivo; los “timbres”, que son cuevas donde se contacta al volcán Popocatépetl y las cisternas de agua, sobre la apariencia que adquirirán los cerros en el sueño. Por esta vía los elegidos tendrán contacto con los hongos sagrados, que se aparecerán de forma humanizada para dialogar y pactar con el especialista. Uno de ellos, don Joel, cuenta lo siguiente:

 

¿Cómo sé que ya hay hongos? Bueno, este año que pasó fue muy chistoso, estaba soñando que iba para un cerro que llamamos Campana, tenía que arreglar unas cruces que me habían avisado habían tirado y tenía que pararlas, porque las cruces son como uno, si están tiradas, pues no trabajan. Estaba ya en la vereda para entrar al Calvario cuando me dicen: –Oye, oye, ven a jugar con nosotros, volteo a ver y eran un montón de pípilos (niños) que estaban jugando con una pelota, les decía: –No puedo, niños, voy a un mandado, no puedo  –pero como eran bastantes, me volvían a decir: –Juega con nosotros –les decía: –No, niños –entonces me decían: –Danos de comer, aunque sea un taco –No traigo pipilzintlis y pasé a despertar.

 

     Tiempo después, don Joel se fue a buscar unos hongos comestibles para comer y pasó por el mismo lugar del sueño: “ahí estaban los honguitos, como se veían en el sueño y eso fue por el mes de junio, antes de la fiesta de san Juan”. Al encontrar los hongos del género Psilocybe mexicana y P. mulierculia, este hombre corroboró que, a través del sueño, pudo interactuar con los hongos y ver su apariencia en el mundo espiritual. Los hongos que tienen un tamaño mayor y que por lo regular son del género zapotecorum, se denominan “reyes” o “príncipes”. Remata don Joel: “Cuando sueño con los hongos reyes son soldados, ejércitos de soldados que me vienen a reclutar para ir a algún lado o me visitan para que los cure”. Esto significa que los hongos de mayor tamaño que aparecen por el mes de agosto, se comunican con el especialista para que vaya a cortarlos.

 

USO DE LOS HONGOS SAGRADOS EN EL CHAMANISMO METEOROLÓGICO

 

Ahora me referiré al uso de los hongos con fines rituales y que están ligados al control del clima; son empleados específicamente para esclarecer algunos sueños que van enlazados a la temporada de lluvias como, por ejemplo, el observar en qué parte de la geografía sagrada se encuentra una maldad colocada por otro grupo de ritualistas o si está deteriorado algún Calvario a consecuencia del exceso de agua o de granizo.

     No son pocos los especialistas que argumentan que los hongos son curativos y sirven como “remedio” para poder tener clarividencia de algún mensaje onírico que no pueden entender durante la noche. Para ello realizan una sesión que denominan “trabajos especiales”, donde algunos especialistas, escogidos por los seres extrahumanos, comen nanacates de manera colectiva para poder “concentrarse”. Su consumo no se hace en pares, sino que se van consumiendo de uno en uno para entrar en el “mundo otro”. Es muy importante la cuestión numerológica porque los hongos funcionarán en el cuerpo humano por medio de ella y por lo regular el número de hongos que se ingieren es de cinco o siete. Esto permitirá que el individuo que hizo el ágape ritual pueda hacer un recorrido, auxiliado por la “fuerza de Dios” que contiene este alimento sagrado.

     Para llevar a cabo este trabajo especial, el consumo de los hongos se hace durante la noche, enfrente del altar donde se postran los ancestros, espíritus del temporal, entre otros seres, y para ello se convoca a los distintos seres extrahumanos para que auxilien. En este caso, el “Santo Espíritu de Dios” será el más importante de este trabajo; también se convoca a la Santísima Trinidad, ángeles, querubines, rayistas, centellistas y demás trabajadores del temporal. No es menor la observación que hace Glockner al insistir en que “Cuando los trabajadores del temporal los colectan (los hongos) y consumen ritualmente, están ingiriendo esa misma fuerza divina que hará posible que en su persona se manifieste el espíritu de Dios que contienen”. (Glockner, 2015: 142)

     Quien realice el recorrido por los diferentes puntos de la geografía sagrada del temporal, anunciará a los demás asistentes, mediante palabras consideradas sagradas, los mensajes o imágenes que vea en el mundo otro. Estas palabras se tomarán como verdaderas porque no provienen de la mundanidad de los humanos, sino que provienen del mundo donde habitan los seres suprahumanos, y por esta razón son verdaderas y sagradas.

     Quien ha consumido el hongo ya no es Joel o Pedro, sino que cada uno albergará una polisemia de locutores que harán de su persona una posibilidad de enunciación múltiple (Severi, 2008: 11 y ss). En este sentido se vuelve un “mensajero de Dios”, quien va a revelar la solución para que de nueva cuenta caiga la fuerza divina del “Santo Espíritu de Dios” en forma de lluvias benéficas para los pueblos.

 

USO TERAPÉUTICO DE LOS HONGOS

 

Otra de las formas en que se usan los hongos es para curar enfermedades, principalmente aquellas que son calificadas de espirituales y que tiene fuertes implicaciones en la salud física de las personas; con esto no queremos decir que no haya hospitales o médicos en la región, pero la gente está más habituada a consultar a los especialistas rituales, debido a su familiaridad con ellos.

     Algunos especialistas rituales nos han referido que, para hacer uso de los nanagames, existe una numerología específica cuando se trata de curar alguna enfermedad. Los números de hongos 1, 3, 5, 7 y 9 son aquellos que representan un equilibrio para la salud del cuerpo-mente. El suministro de un número determinado de hongos depende de la corpulencia de la persona, del tipo de enfermedad, de la especie y de su tamaño, como se explica en el siguiente relato:

 

Se lo di a mi niño nada más tres meses. Él tenía un soplo y yo le comencé a dar los honguitos cuando empezaron; 3 veces por semana le daba los honguitos y eso le ayudó mucho. Ya eso fue cuando él tenía 8 años, ahorita ya tiene 11 años, ahorita ya no ha requerido de médicos, puede hacer ejercicio.

 

     En este caso, la especialista ritual le dio de comer los hongos que denominan “derrumbes” (p. zapotecorum), que tenían un tamaño mediano, pero si hubiera sido un “rey” le hubiera dado la mitad de uno o uno completo; si hubieran sido pequeños emplearía 5 hongos y nada más, “porque ese hongo trae mucha medicina”. En el caso de que fueran “niños de agua” o “pajaritos”, le habría suministrado más dependiendo de su tamaño, si eran grandes 3, medianos 5 y si eran pequeños le suministraría 7 o hasta 9, porque “esos traen menos medecina”. La curación del menor fue la siguiente: 3 hongos por 4 semanas = 12 hongos por mes, y si fueron 3 meses, en total le suministró 36 hongos para que el infante se equilibrara.

     También los hongos se emplean en la partería, justo en el momento en que la mujer está en trabajo de parto y la cavidad uterina no está dilatada, se le suministran tres hongos. Cuando las mujeres no pueden engendrar hijos, son tratadas con hongos. Es el caso de doña Leticia N., del pueblo de Ecatzingo, quien su caso de infertilidad movió a su abuelo, Aurelio Flores, a darle siete nanacates y ya con eso poder tener hijos: “quién sabe qué me dio, pero después de esos honguitos ya pude encargar y hasta tuve cuatro hijos”. Otro uso médico que tienen los hongos sagrados tiene que ver con los dolores de dientes, muelas y encías; los hongos se mastican y se ponen como emplasto en la zona de dolor, y al cabo de algunos minutos el dolor disminuye; este remedio ayudará por algunos días hasta que la persona se vuelva a aplicar el emplasto, siempre y cuando sea temporada de hongos y sobre todo tenga dinero para conseguirlos. Para la clarividencia el especialista consultará a los “alucinantes” mediante el consumo de 3 hongos y no más, no importa la especie de hongo, siempre serán 3, principalmente para localizar animales extraviados o robados por alguien del pueblo.

 

Ya mi abuelito los comía en la noche y podía ver dónde estaba la vaca o el borrego perdido. Una vez vinieron del municipio para que diera razón en dónde estaban los límites del pueblo con los de Atlautla, que nos querían chingar, pero mi abuelito comió los alucinantes y al siguiente día ayudó a solucionar un problema que ya estaba a punto de los machetazos.

 

     También se les conceden a los hongos propiedades energizantes y vigorizantes para la gente que trabaja en el monte en la temporada de lluvias como los hongueros y los boyeros: “se come uno o tres y con eso se le quita el cansancio, le quita el hambre”. Algo interesante que debo mencionar es que cuando el especialista recomienda el consumo de los “remedios”, siempre pide que el enfermo o el consultante lo haga en el interior de su casa o solo en el monte, nada más pide que, por medio de una llamada o mensaje de WhatsApp o de texto, se le avise que se consumirán los hongos, para que él los asista espiritualmente desde su casa o en el lugar donde se encuentre.

 

CONSIDERACIONES FINALES

 

En estas páginas he analizado el uso de los hongos con fines médicos por algunos especialistas rituales que tiene la misión de mantener el equilibrio del orbe, para ello hacen uso de los psilocibios y entrar en comunicación con Dios y toda su corte celestial, con los espíritus de los volcanes, ancestros y parientes fulminados por el rayo y atender sus mensajes y designios. Es necesario insistir que los hongos son seres que contienen la fuerza divina de Dios y como tal los mensajes de los que son portadores son esenciales para el devenir del mundo y sobre todo para que los seres humanos puedan entrar en contacto con los múltiples existentes.

     En este sentido, cobra importancia el trabajo del especialista ritual, ya que él será el punto de unión entre los ancestros, los seres celestiales, los hongos y la comunidad en general. Hay que agregar que quien consume los “niños de agua”, se transformará en la “fuerza divina de Dios”, deambulará en el mundo otro y será capaz de entender los mensajes ocultos en los sueños o encontrará la solución de algún desperfecto ocasionado por otras gentes que buscan apropiarse de la lluvia y también algunos de los secretos que envía Dios; solo unos cuantos pueden tener acceso a ellos, la población en general tendrá acceso a ese conocimiento siempre que requiera de la “fuerza divina de Dios” para ser sanado y seguir siendo un miembro de la comunidad.

 

REFERENCIAS

 

Benítez Corona VA (2020). Cuando los glaciares comienzan a extinguirse: memoria, ritual y estado onírico al pie de los volcanes, México, Tesis para optar por el grado de doctor en Historia y Etnohistoria, Escuela Nacional de Antropología e Historia.

De Castro EV (2004). Perspectivismo y naturalismo en la América indígena. En Alesandre Surralles y Pedro García Hierro (eds.), Tierra Adentro: Territorio indígena y percepción del entorno, IWGIA, Copenhage.

Fagetti A (2015). Iniciaciones chamánicas. El trance y los sueños en el devenir del chamán. México: Siglo Veintiuno Editores, BUAP /ICSH.

Glockner J (2015). La mirada interior, Plantas sagradas del mundo amerindio, México: Debate.

Salvador M y Paulo Maya A (1993) La influencia del espiritualismo en una organización tradicional de pedidores del temporal. III Coloquio de Historia de la Religión en Mesoamérica y Áreas Afines: RELIGIÓN Y MEDICINA. México, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México.

Severi C (2008). El Yo-memoria. Una nueva aproximación a los cantos chamánicos amerindios., Cuicuilco 15 (42), enero-abril, pp. 11-28 Escuela Nacional de Antropología e Historia, Distrito Federal, México.

 

Víctor Alfonso Benítez Corona
Estancia posdoctoral Conacyt
Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades
Alfonso Vélez Pliego, BUAP
[email protected]