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26 Abril 2024, Puebla, México.

La Benito y las izquierdas / Recuerdo de Armando Etcheverry

La Benito y las izquierdas / Recuerdo de Armando Etcheverry

Lo que yo recuerdo fue el calor y la atención que tuve en mi escuela, la preparatoria Benito Juárez, que era la única preparatoria de la Universidad, con dos turnos: mañana y tarde. La escuela estaba en San Manuel, donde está ahora, en el mismo edificio, pero había tenido una destrucción en la época de un rector de apellido Garibay, creo que en 1961, y habían despedazado la preparatoria, acabado con todos los laboratorios, una barbarie. Fue producto de la retirada de los que estaban perdiendo, los garibayistas, entonces el enfrentamiento se suscitó para expulsar a los comunistas e hicieron pedazos la preparatoria. El ascenso del Partido Comunista fue una lucha que había empezado en 1957, con el movimiento ferrocarrilero; entonces, ante la represión, su refugio fue Sinaloa, Puebla y Oaxaca.

La lucha había sido encarnizada, los propriístas o disfrazados de democráticos, que así se hacían llamar, luchaban en contra de las juventudes comunistas, que a mí me atraían y me apasionaban cuando ingresé a la preparatoria en 1969. Había visto la lucha de algunos compañeros de la FENED, la Federación Nacional de Estudiantes Democráticos, que era la izquierda naciente, en contra de organizaciones como la FENET y otras.  Y uno de los universitarios más importantes de la organización fue Sergio Corichi, esposo de Amalia García, después gobernadora de Zacatecas, que viene a ser, me parece, el segundo director de la Escuela de Economía de Puebla. A mí me tocó, estando en Ingeniería (de 1971 a 1975 y estudiando paralelamente Economía), conocer a Sergio Corichi y pude llegar a ser su amigo, a pesar de la diferencia de edades. Yo ya tenía una formación y los comunistas me apasionaban, los golpeados en 1969 y 1970 eran los militantes del Partido Comunista. El gobierno los reprimía, los expulsaba y yo me inclinaba por ellos porque veía que su lucha era más limpia y legítima. Yo, al principio, no tenía el vínculo con ellos, pero tenía la simpatía. Empecé a hacer amistad, de tal manera que en 1969, al ingresar a la Prepa, comienzo a reunirme con ellos clandestinamente, que era la única manera de reunirse, pues al ser públicamente afiliado te llegaban golpizas y represión. No se podía vivir de otra manera y, el que lo intentaba, terminaba golpeado o expulsado. Era muy difícil manifestarse en esa época. (LNR)