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26 Abril 2024, Puebla, México.

La generación perdida / Recuerdo de Edgar Larriñaga Monjarás

La generación perdida / Recuerdo de Edgar Larriñaga Monjarás

Voy a hacer una exclamación propia de mi generación: ¡Dios santo! Yo creo que era una generación perdida. Había un deseo, creo, de ser parte del jet set ¿no? Es una generación que compró la idea del primer mundo, de la Avenida Reforma. México se remitía a la Avenida Reforma de la ciudad de México, de la Casa de Bolsa, de la embajada norteamericana, de los grandes corporativos, como parte de una fantasía. De repente estábamos viviendo en Zurich. Llegó la moda. De alguna manera los 80 fueron una década frívola, pero nos tocó vivirlos niños, los noventa sí nos tocó. Quiero comprar estos pantalones porque son los que están en boga. Y el hecho de que Plaza Dorada no fuera ya el centro de reunión, sino más bien el centro de las familias que vivían alrededor. Se abre La Noria, se abre Angelópolis en la idea de los malls estadunidenses. Me parece que somos una generación perdida, que vivió la caída del muro de Berlín sin la conciencia propia de que lo que estaba sucediendo era algo histórico. Una generación sin una bandera de ideal. En los sesentas y setentas –e incluso ochentas– eras comunista o no, eras socialista o no, había bandos definidos, pero en los noventa te encuentras cientos de tribus urbanas apáticas y desinformadas. Te encuentras con punks, darks, protodarks; en los noventa salió este rollo como del hip hop del norte, los que andaban con paliacates, los eskatos, los cholos y los fresitas ¿no?, eran miles de tribus urbanas que querían ser únicas y especiales, y en esa búsqueda de ser únicas y especiales terminó siendo lo mismo que una marca. Creo que es la generación del marketing, te vendían algo y tú lo comprabas. (LNR)