Breviario de lectura: sobre la UAP / Juan Carlos Canales

Por precaución, hasta ahora me había mantenido al margen de la situación que envuelve a la Universidad Autónoma de Puebla de cara a la sucesión del rector. Si bien solo en dos ocasiones, y hace ya bastantes años, fui conminado a guardar silencio, o atenerme a las consecuencias, ejercer la crítica y disentir me ha traído alguna forma de exclusión e incluso el señalamiento de varios compañeros de la academia.

Retrasar la renovación del Consejo Universitario bajo el pretexto de la situación sanitaria por la que atravesamos apunta, a todas luces, a un estado de excepción innecesario y peligroso porque, aún, un Consejo Universitario renovado no pone en riesgo la continuidad del actual gobierno universitario; peligroso, porque ese estado de excepción puede abrir las puertas de la institución a las más oscuras fuerzas e incluso a la judicialización del proceso electoral. Querámoslo o no, faltar a una norma es materia de controversia constitucional. Al mismo tiempo y de cara al conflicto entre el actual rector y el gobernador del estado, la situación señalada hace muy voluble al primero de ellos. Antes que nada, los universitarios tendríamos que pensar en preservar la estabilidad de la institución y que, repito, el estado de excepción en el que nos encontramos, pone en riesgo.

En cuanto a las candidaturas mismas, la selección del próximo rector tendrá que estar orientada por los tres mayores retos que enfrenta la universidad hoy; por un lado, sustraerla de la lógica neoliberal que la domina; por otro, mantener un margen mínimo de autonomía frente al proyecto ideológico en materia educativa del lopezobradorismo, tangencial, por paradójico que parezca, al primer reto. Y por último, generar un proyecto verdaderamente democrático por encima de la cultura patrimonial que priva hoy en la institución. ¿Quién de los aspirantes a ocupar la Rectoría de la Universidad Autónoma de Puebla es capaz, amén de sus méritos académicos, de un ejercicio político que dignifique la institución y haga respetar su especificidad en el contexto por el que atravesamos hoy? Esa es la pregunta que debemos contestar.