BUAP y el necesario presupuesto para 2023 / Editorial de Mundo Nuestro

Mundo Nuestro. El tema es estratégico, y debe ser un asunto de interés absoluto: la función de la universidad pública no puede contemplarse sin analizar a fondo el tema que la sociedad poblana destina a la educación y a la investigación científica. Y en el análisis, la relación que guarda la universidad con las entidades gubernamentales federal y estatal --en el 2020 el 67 por ciento de los recursos provinieron de fondos federales--, una relación fundada sin duda en la política concreta y en el papel que juega el gobernador en turno en la elaboración del presupusto de educación superior. A partir de ahí, con preguntas elementales como ¿quién dispone los montos que aporta cada gobierno?, ¿sobre qué bases se toman las deciciones?, ¿con que discrecionalidad lo hace?, el planteamiento sobre el financiamiento de la universidad pública tiene que ir más allá de la comunidad universitaria.

La Doctora Lilia Cedilo, rectora de la BUAP, marcó la mañana de este lunes el monto de lo que la universidad pública espera obtener como presupuesto para el próximo año: siete mil 769 millones de pesos. El monto es similar al del año que corre, y estará enfocado --según ha dicho-- en el fortalecimiento de la infraestructura en las unidades académicas de la capital y en el crecimiento de las sedes regionales.

La sociedad poblana debe involucrarse a fondo con la universidad en el análisis de su Plan de Desarrollo Institucional 2021-2025, y enlos cuatro ejes en los que se sustenta: Educación Desarrolladora de la Transformación; Modelo de Investigación Abierta y Comprometida; Corresponsabilidad Social y Solidaria; así como Gobernanza y Gestión Incluyente y con Trato Humano. Y puede hacerlo buscando responder preguntas sinples: ¿qué entendemos por transformación?, ¿en qué consiste el modelo de investigación abierta y comprometida?, ¿cuál es la responsabilidad social de la unviersidad pública?

Estas preguntas tienen que enfrentarse efectivamente desde el marco de los recursos con los que la universidad pública cuenta para realizar lo que se propone, sin duda. Pero también tiene que plantarse en la mesa del debate el respaldo que la sociedad puede darle a la institución para demandar a los gobiernos los recursos que le permitan cumplir con la responsabiliad que carga.

Las respuestas no son sencillas. Y no deben quedar nada más en una tarea de la comunidad universitaria. La responsabilidad es de todos.