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24 Abril 2024, Puebla, México.

Si Zapata viviera / Gerardo Pérez Muñoz

Sociedad | Opinión | 11.ABR.2023

Si Zapata viviera / Gerardo Pérez Muñoz

 

A la memoria de los camaradas Mtro. Jorge Chávez Palma y Mtro. Pedro Palma. Hasta siempre camaradas.

La Nación está cansada de hombres falaces y traidores que hacen promesas como libertadores pero qué al llegar al poder, se olvidan de ellas y se constituyen en tiranos. Artículo 5to del Plan de Ayala.

Foto de portadilla : Ayoxuxtla, Pue., tomada de Central)

                                                            

Uno de los grandes líderes, caudillo, héroe y mito de la Revolución Mexicana que ha resistido a las estatuas de bronce, homenajes falsos y a la apropiación y manipulación de los gobiernos Priistas, lo ha sido sin duda el General Emiliano Zapata. Sus ideas, firmeza de convicción y principios, ha trascendido su propia obra, vida e ideales y con  el paso del tiempo, se ha convertirse en un símbolo de los movimientos sociales del campo y la ciudad. Zapata es el héroe revolucionario que más artistas plásticos y gráficos han plasmado hasta nuestra época a través del muralismo, la gráfica popular, la fotografía, el esténcil o el grafiti. Entre los grandes pintores mexicanos que lo han plasmado. Podemos mencionar a figuras como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Juan O ‘Gorman, José Chávez Morado, Raúl Anguiano, Alfredo Zalce, Arnold Belkin o Alberto Gironella. En 1952, Zapata fue interpretado por el actor norteamericano Marlon Brando en la película biográfica sobre su vida, ¡Viva Zapata!

En el prefacio a su multi leído y citado libro Zapata y La Revolución Mexicana del historiador norteamericano John Womack Jr. asienta lo siguiente Este es un libro acerca de unos campesinos que no querían cambiar y que, por eso mismo, hicieron una revolución. Nunca imaginaron un destino tan singular. Lloviera o tronase, llegaran agitadores de fuera o noticias de tierras prometidas fuera de su lugar, lo único que querían era permanecer en sus pueblos y aldeas, puesto que en ellos habían crecido y en ellos, sus antepasados, por centenas de años, vivieron y murieron. Cabe la duda y la pregunta. ¿Realmente los campesinos Morelenses hicieron una revolución para para que nada cambiara y seguir igual? Me parece una tesis falsa

 ¿Hasta dónde John Womack, estaba influido, a la hora de escribir su libro, por las corrientes del romanticismo alemán o del populismo ruso? Veamos algunos datos históricos de Zapata y el Zapatismo.

A los 23 años, Zapata lideró un levantamiento en Yautepec, Morelos, para poner un alto al cacique del pueblo: Pablo Escandón. En 1906 defendió las tierras de unos campesinos frente al acoso de grandes propietarios de terrenos. Nos cuenta el historiador Felipe Ávila que fue ahí en donde Zapata acuñó una de sus frases célebres: Es mejor morir de pie que vivir toda la vida arrodillado. En los estertores de la dictadura de Porfirio Díaz en 1909, los habitantes de Anenecuilco acordaron elegir como presidente del concejo municipal a Emiliano Zapata.

Dos años después, en 1911, Francisco I. Madero gana las elecciones presidenciales impulsado por su Plan de San Plan Luis emitido un año antes y en el cuál Madero convocó al levantamiento armado para terminar con la dictadura de Porfirio Díaz y establecer elecciones libres y democráticas. A finales de 1911, Zapata presentaría su famoso Plan que ha trascendido hasta nuestros días, el Plan de Ayala, teniendo como eje central, una profunda reforma agraria y acabar con lo latifundios.

 

 

Puebla y el Plan de Ayala. En su libro Rosalind Rosoff y Anita Águila, Así Firmaron el Plan de Ayala, Don Francisco Mercado oriundo de Chiautla de Tapia narra lo siguiente: En los ratos que platicaba el profesor Montaño con el jefe Zapata, éste quería que hubiera un Plan porque nos tenían por puros bandidos y come vacas y asesinos y que no peleábamos por una bandera, y ya don Emiliano quiso que se hiciera este Plan de Ayala para que fuera nuestra bandera. El Plan de Ayala fue elaborado en Miquetzingo, pequeña localidad de Chiautla. En el 2010, declararon a la comunidad, deshabitada. Zapata dio instrucciones de reunir a su gente en Ayoxuxtla para firmar el Plan el 28 de noviembre de 1911: Ahora sí, compadre, se dirigió Zapata al Prof. Otilio Montaño. Ahora sí me gustó, está bueno. Entonces que se vayan seis, ocho a avisarles. Que se rieguen para que inviten a todos los compañeros para que el día 28 sea la firma en Ayoxuxtla. Ya le había gustado (el Plan del Plan de Ayala) al jefe. Don Francisco relata que se juntaron tres o cuatro mil hombres en la región que rodea Ayoxuxtla. Dicen las autoras del libro que de La convocatoria en Ayoxuxtla para Zapata tuvo un gran significado histórico, logró aglutinar a su gente en torno al principio inalienable de la justicia; a partir de ese momento el movimiento tenía pendón y bandera. Sólo quedaba construir la nueva patria que se quería: ¡Reforma, Libertad, Justicia y Ley!, fue el lema original del Plan. El general Zapata invitó a los presentes a firmar el Plan al grito de Los que no tengan miedo, que pasen a firmar.

Puebla y el Zapatismo. La Dra. Patricia Galeana nos menciona que el 22 de mayo de 1911, el general Emiliano Zapata tomó Atlixco y el 22 de junio de 1914, al mando de 800 zapatistas tomaron Amozoc y el 14 de diciembre de 1914 veinte mil zapatistas toman la ciudad de Puebla, luchando contra cinco mil carrancistas. El 5 de enero de 1915, Álvaro Obregón tomó la ciudad de Puebla a la cabeza de doce mil hombres y expulsó a los Zapatistas.

A mitad de 1915, nuevamente los Zapatistas toman Atlixco y a comienzos de  Julio de eses año, los Zapatistas tomaron Chiautla de Tapia, Izúcar de Matamoros, Chietla y Huejotzingo y para el 16 de julio de 1915, los zapatistas entraron a San Martín Texmelucan.

Emiliano Zapata esperaba que el nuevo gobierno encabezado por Madero asumiera sus compromisos en materia agraria que habían acordado, sin embargo, Madero, sometido a fuertes presiones por parte del ejército y de otros sectores sociales, exigió la entrega de las armas a los revolucionarios. La añorada, soñada y luchada reforma agraria Zapatista junto con la promesa de justicia a los campesinos, solo fue posible años después, hasta el gobierno de otro general: Don Lázaro Cárdenas del Río.

En septiembre de 1911, Zapata le escribe una carta al presidente sustituto y espurio Francisco León de la Barra, diciéndole lo siguiente: Que se dé a los pueblos lo que en justicia merecen en cuanto tierras, montes y aguas, que ha sido el origen de la presente contrarrevolución.

En agosto de ese mismo año, Zapata le escribe a Madero lo siguiente: acuérdese usted, señor Madero, que al pueblo no se le engaña y si usted no cumple sus compromisos, con las mismas armas que lo elevamos, lo derrocaremos. Mientras se siga desarmando a los elementos revolucionarios y se les dé apoyo a las fuerzas federales, la revolución y usted mismo están en peligro. Claro vemos que cada día se entrega usted más en manos de los enemigos de la revolución.  (Valentín López Gonzáles. Biografía de Emiliano Zapata). La ruptura entre ambos, estaba a la vista.

En una entrevista realizada entre Zapata y Madero, equivocadamente Madero le ofreció a Zapata una hacienda en el estado de Morelos como pago de sus servicios a la Revolución, propuesta que enfurece a Zapata, quien le contesta:

No, señor Madero. Yo no me levanté en armas para conquistar tierras y haciendas. Yo me levanté en armas para que al pueblo de Morelos le sea devuelto lo que le fue robado. Entonces pues, señor Madero, o nos cumple usted, a mí y al estado de Morelos lo que nos prometió, o a usted y a mí nos lleva la chichicuilota.  Dos formas muy distintas de concebir y hacer política y sobre todo, tener claros los compromisos y principios que se enarbolan. Zapata lo mismo combatió a Madera que al traidor, usurpador y asesino, Victoriano Huerta, que a Venustiano Carranza. Carranza fue asesinado en la comunidad Poblana de Tlaxcalantongo, municipio de Xicotepec un 21 de mayo de 1920.  

Encuentro entre Magonistas y Emiliano Zapata.  A inicios de 1913, José Guerra, comisionado por la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano (PLM), salió de Los Ángeles, California, rumbo al campamento de Zapata en Morelos. El propósito de su misión era entregarle un pliego de la Junta y verbalmente ponerlo al tanto del estado de cosas en la frontera del norte y de la lucha que los compañeros liberales habían venido haciendo por Tierra y Libertad (Rubén Trejo Muñoz. Vínculos entre los zapatistas y los magonistas durante la Revolución Mexicana, Universidad del Zulia. 2020).

Hasta donde sabemos, el lema Tierra y Libertad apareció por primera ocasión en nuestra patria, en el semanario Regeneración en 1907. Regeneración fue el órgano de difusión del movimiento anarquista, dirigido por, entre otros, los hermanos Flores Magón. El lema, los magonistas se lo legan a los Zapatistas y estos lo vuelven famoso. Parafraseando el lema y ante las actuales luchas de los pueblos indígenas y campesinos en defensa de sus  territorios, sus bosques, ríos, el agua y  bienes comunes, bien podemos decir ¡Agua, Tierra y Libertad!

Los Zapatistas y la Convención de Aguascalientes de 1914.  Gracias a los buenos oficios del General Felipe Ángeles cuyo jefe era nada menos que el General Francisco Villa, los Zapatistas participan en la Convención de Aguascalientes, impulsada por Venustiano Carranza. Los representantes de Zapata habían exigido para participar en ella, la aceptación previa del Plan de Ayala por los constitucionalistas, condición que no fue aceptada por Carranza.

Los Zapatistas estuvieron en minoría numérica en la convención, pero hicieron valer su firmeza política y su postura ética y moral, logrando que la asamblea aceptara sus dos condiciones para que el Ejército Libertado se incorporara plenamente a la Convención: Aceptación del Plan de Ayala, separación de Carranza del poder Ejecutivo y elección del presidente provisional de la República por los jefes revolucionarios. Los delegados zapatistas lograron sus objetivos, demostrando con ello que la política no es solo correlación de fuerzas sino fundamentalmente una lucha de principios, y proyectos y firmeza en las posturas políticas. Durante la convención se estableció una gran alianza entre Emiliano Zapata y Francisco Villa Zapata.

El 6 de diciembre de 1914, Emiliano Zapata y Francisco Villa al mando de sus respectivas tropas- División del Norte y Ejército Libertador del Sur- hacen su entrada triunfal a la ciudad de México en donde cientos y miles de personas los esperaban y recibieron calurosamente e hicieron su entrada triunfal en Palacio Nacional.

Nos cuentan que fue en el salón Presidencial de Palacio Nacional en donde el fotógrafo Agustín Víctor Casasola, sacó la histórica e icónica fotografía más famosa de la revolución mexicana en la que aparecen Francisco Villa y Emiliano Zapata sentado en la silla presidencial. A Villa se le ve feliz, pletórico mientras que a Zapata se le ve con una mirada de desconfianza y recelo.

Antes de sentarse, Emiliano Zapata no lo quería hacer pues según él, esa silla estaba maldita y dijo el que se sienta en esa silla se vuelve loco, se sabe que su hermano Eufemio trató de quemarla para acabar con esa maldición.

En 1918 Emiliano Zapata exalta a la Revolución Rusa y les envía una carta a los revolucionarios rusos, diciéndoles lo siguiente:  

Mucho ganaríamos, mucho ganaría la humanidad y la justicia si todos los pueblos de América y todas las naciones de la vieja Europa comprendiesen que la causa del México Revolucionario y la causa de Rusia son y representan la causa de la humanidad, el interés supremo de todos los pueblos oprimidos… Aquí como allá, hay grandes señores, inhumanos, codiciosos y

crueles que de padres a hijos han venido explotando hasta la tortura a grandes masas de campesinos. Y aquí como allá los hombres esclavizados, los hombres de conciencia dormida, empiezan a despertar, a sacudirse, a agitarse, a castigar. (Carta a Jenaro Amezcua. 14 de febrero de 1918, Cuartel General del Ejército Libertador del Sur, en Tlaltizapán, Morelos.)

México fue el primer país en establecer relaciones diplomáticas con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1924.

Como sabemos, un 190 de abril de 1919, Emiliano Zapata fue asesinado en la Hacienda de Chinameca, Morelos a manos del coronel Jesús Guajardo. Con su muerte, Venustiano Carranza pretendía acabar con la llamada Revolución del Sur. Tras la muerte de Zapata solo quedaría otro líder de la revolución:  Pancho Villa; también asesinado en 1923. Curiosamente-en política no hay coincidencias- Villa es emboscado y asesinado dos semanas después de la entrevista entre los presidentes de México, Álvaro Obregón y de Estados Unidos, Calvin Coolidge y la posterior firma de los Tratados de Bucareli. Pancho Villa al igual que el Secretario de Hacienda del gobierno de Obregón, Adolfo de la Huerta, discrepaba de Obregón, pues consideraban que los tratados eran una verdadera traición a la patria. El tiempo les dio la razón.

 Un poblano en el asesinato de Zapata. En el entorno del coronel Guajardo se encontraba el Gral. Sánchez Taboada (Acatzingo, 1895-Ciudad de México, 1955). Al general Sánchez Taboada le han achacado haberle dado el tiro de gracia a Zapata, esto hecho nunca ha sido comprobado. (Lázaro Cárdenas. Apuntes, UNAM.). Sánchez Taboada combatió a los Villistas y Zapatistas y se había unido al Plan de Agua Prieta. Zapata murió siendo esclavo de sus principios, no de los hombres y menos de los hombres del poder.

En su libro Zapata. La lucha por la tierra, la justicia y libertad, el Dr. Felipe Ávila afirma con mucha razón que el movimiento que lideró Zapata es la historia ancestral de los pueblos indígenas y campesinos por defender sus tierras, sus bosques, sus aguas y sus recursos naturales. Emiliano Zapata se ha convertido en un símbolo y referente de lucha y resistencia para los pueblos no sólo de México, sino de América latina.

Lucha que retomarían años después, movimientos indígenas, obreros, campesinos y urbano populares. Siguen siendo válidas sus banderas de lucha tales como el reclamo perene de justicia social, libertad, igualdad, solidaridad, democracia social; defensa de la propiedad comunal de la tierra, el agua y los bosques o la lucha contra los latifundistas y especuladores urbanos.  Sin duda, Zapata sigue cabalgando y acompañando a los pueblos en su eterna lucha contra la expoliación, explotación, el saqueo y opresión de las que han sido y siguen siendo objeto en estos tiempos de capitalismo salvaje, neoliberal; del capitalismo corporativo y financiero. Pueblas en busca de justicia, libertad, paz y una vida digna. En su momento, Zapata denunció a la prensa venal y mercenaria. Dijo Mi personalidad y la de los míos han sido villanamente calumniados por la prensa banal y corrompido de la Ciudad de México. Ese tipo de prensa, medio y periodistas, no ha cambiado.

 Si Zapata viviera, se hubiese levantando y hubiera llamado a la población a luchar en contra de la reforma Salinista al artículo 27 constitucional y su Ley Agraria; estuviera luchando hombro a hombro, contra las neoliberales Ley Minera, Ley Nacional de Agua o contra la colonialista Ley de Inversión Extranjera, para nombrar unas cuantas leyes. Si Zapata viviera, estuviera en primera línea en la resistencia, defensa y lucha de la identidad y el Patrimonio Cultural de los pueblos indígenas, campesinas y urbano populares de nuestro país. Evidentemente creo yo, también se hubiese levantado contra el Tratado de Libre Comercio y del actual T-MEC que nos ha subordinado a los intereses del imperio Yanqui. ¡Si Zapata viviera……en la resistencia y lucha de los pueblos estuviera!.

Al igual que a Ricardo Flores Magón, a Zapata también le repugnaban los sumisos, los mansos, los indiferentes, los sufridos, los resignados…la masa, la muchedumbre que con su pasividad, su modorra y falta de carácter hace lento y doloroso el avance de las sociedades. Zapata lo escribió así:

 El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando lo pise

                           ¡¡¡Agua, Tierra y Libertad!!!