Escuchar la interpelación de un mundo herido: Mario Patrón, Rector Ibero Puebla

Mario Patrón es optimista. Y lleva la marca de la casa: su ánimo no puede ser más jesuita: arranca su discurso con dos ideas a tono con aquel soldado herido en la batalla, Ignacio de Loyola, quien recompuso su vida en el año de 1521 para fundar en los siguientes treinta años la orden religiosa más empeñada en mirar para adelante ante cualquiera de las más gravosas crisis que se puedan padecer, por ejemplo la corrupción infernal de la jerarquía católica, la reforma luterana y la explosión social del siglo XVI tras el Renacimiento. Pensar el futuro y caminar juntos, dice el rector de la Ibero Puebla en su segundo año de mandato en la universidad jesuita de Puela.

Hace un año el informe fue por la vía virtual. Esta vez, con todos los protocolos cumplidos, asistimos unas cien personas entre invitados y periodistas. Están todos los rectores del llamando Consorcio Universitario. El rector Alfonso Esparza cumple con la presencia en línea con la formalidad, y se lo reconoce su colega de la Ibero. Miguel Barbosa envió a su señora, por cierto, me entero, egresada de algún diplomado aquí mismo. "Esta usted en su casa", le dice maromero Mario Patrón. Veo también a Melitón Lozano, un sobreviviente poblano en un gabinete de nombres fugaces y foráneos. Diría que le corren mejores vientos a la Ibero Puebla que con el desaparecido Moreno Valle. La mirada de Mario Patron se mantiene esta mañana con una vista en el conjunto inhóspito que guarda la vida pública de la nación. Para otro momento entonces las circunstancias poblanas.

El informe lo divide Mario Patrón en dos bloques: uno primero en el que presenta una semblanza de los difíciles y retadores tiempos que vivimos; y un segundo formado por un conjunto de videos que el rector presenta y que le permiten dar cuerpo formal a la voloración de lo sucedido en estos meses largos de una vida académica presencial maniatada por la pandemia. Patrón logra así algo difícil de esperar en un informe de esta índole: brevedad y complejidad. Y con la estretegia de los videos lograconvertir el suyo en un informe de muchas voces.

Segundo informe del Rector Mario Patrón Sanchez en la Ibero Puebla. (texto en pdf)

Me concentro en esta crónica en el bloque que me ofrece el pensamiento crítico universitario más elaborado en Puebla. 

En el análisis de la coyuntura de esta año de pandemia Mario es estricto y certero, y no duda en otorgarle el primer tiempo de su informe. En tres o cuatro parrafos primeros expone la gravedad de estos tiempos y la urgencia de no mirar hacia otro lado:

"La irrupción de la pandemia en nuestras vidas hace año y medio --dice-- no sólo nos arrebató una cotidianidad cuyos privilegios aprendimos a valorar en el confinamiento, sino que nos mostró con severa contundencia que no podemos evadir la realidad."

Y después Mario lanza la más certera de las reflexiones ignacianas que le he escuchado a un rector no jesuita en esta universidad: "La emergencia que estamos atravesando tampoco provocará automáticamente las transformaciones profundas que urgen, si antes no somos capaces de escuchar las interpelaciones de nuestro mundo herido y adoptamos una nueva clave para mirar, habitar y actuar en la realidad."

Lo escucho y en la libreta escribo sus frases cortas: La pandemia nos ha obligado a enfrentar la realidad.  Desentrañarla, hacernos cargo de ella. Escuchar la interpelación de un mundo herido. Al desnudo la fragilidad del orden establecido. La enfermedad en sí misma es el síntoma de un orden estructural patógeno.  Sus causas son expresión de la compleja crisis socio-ambiental. Latinoamerica, la más desigual del mundo.

Y una larga: Insuficiencia de los poderes para enfrentar de manera decente una crisis de dimensiones planetaria. 

Y una más: la lógica fatal de la civilización, crecimiento económico significa cambio climático. Una idea disruptiva, digo yo, para un país, el nuestro, encerrado entre los fuegos de la desigualdad brutal y el estancamiento económico. La iglesia en manos de lutero, para recordar aquel glorioso  y brutalmente transformador que fue el siglo XVI, aquel que explica la existencia de la Ibero Puebla 500 años después.

"En la pandemia de Covid-19 --afirma Mario Patrón-- se han reunido y puesto en escena los efectos de un conjunto de pautas, actividades y factores consustanciales al modelo civilizatorio hegemónico: la producción agroindustrial, el desarrollo de los monocultivos, el manejo industrial de granjas, el tráfico de animales silvestres, la deforestación, el imperialismo ecológico, la dinámica de expoliación de la biodiversidad y la destrucción sistemática de los ecosistemas; así como la alta movilidad empresarial, la rapidez de los sistemas de transporte, la masificación de las urbes, el hacinamiento en los mercados de comida, la interdependencia comercial global y, desde luego, la insolidaridad y la profunda desigualdad prevaleciente en todas partes."

Obligados a enfrentar la realidad. Pensar el tema de los poderes en Puebla, vaya tarea, y a ello está obligada entonces esta institución si se recuerda que es una universidad jesuita. Y confirmo que en la Ibero Puebla tenemos la perspectiva crítica más avanzada para fundar la urgente construcción colectiva de una visión estratégica para nuestro estado.