SUSCRIBETE

28 Abril 2024, Puebla, México.

Encuentro de Cronistas: Una historia que camina / Gerardo Pérez Muñoz

Cultura | Crónica | 19.DIC.2023

Encuentro de Cronistas: Una historia que camina / Gerardo Pérez Muñoz

                   Quiero…una historia susceptible de sorpresas y accidentes, de venturas y desventuras…una historia.arte, cercana a su prima hermana la narrativa literaria. Edmundo O'gorman                                                                  

El pasado sábado 16 de este mes y año que agoniza, fui invitado por el  compañero Pedro Mauro Ramos, coordinador estatal del Consejo Estatal de la Crónica y autor del libro Xochitlán, crónicas de nuestra identidad, a platicar sobre los inicios de éste proceso de organización de lo que actualmente conocemos como  Consejo de la Crónica del Estado de Puebla. Tuvieron que pasar cuatro años para que se volvieran a reunir los cronistas del Estado; prácticamente lo que duró en el cargo el ex secretario de  cultura, Sergio Vergara Verdejo a quién se ve, no le importó apoyar a los cronistas y mucho menos, a su coordinar estatal.

La reunión estatal de cronistas se llevó a cabo en la biblioteca Miguel de la Madrid (ojalá le cambien el nombre), enclavada en un sitio histórico y emblemático de la ciudad de Puebla: El barrio de El Alto en dónde, según nos dice la historia, se llevó a cabo la primer misa celebrada en la fundación de la ciudad de Puebla en abril de 1531.

A la hora que llegué ya estaban reunidos la gran mayoría de los cronistas en el auditorio de la biblioteca. Eran un poco más 100 cronistas locales llegados de todos los rincones del estado. Se les veía felices de volverse a ver. Me dio mucho gusto reencontrarme con viejos y no tan viejos compañeros de este viaje que emprendimos hace treinta años en la Sierra Norte del Estado. Tuve la oportunidad de saludar a Don Miguel Ángel Bello Pérez, cronista de Hueytamalco con sus orgullosos y enhiestos 90 años. A Doña Ceci Cabrera, cronista de Atlixco, a la Dra. Gloria Tirado Villegas, siempre solidaria y dispuesta a apoyar estos encuentros. Al historiador Jesús Contreras, cronista de San Martín Texmelucan a quien le agradezco sus palabras; al Prof. Rafael Julián Montiel y su inquebrantable lucha en defensa del patrimonio arqueológico de la región y su municipio: Xiutetelco. Al muy estimado Mtro. Felipe Guzmán, cronista de Zacatlán. Al compañero cronista Aníbal Manzano y sus compañeros cronistas  de Tetela de Ocampo;  a la Mtra. Gina Tochimani, cronista de Cholula; al Notario Público Aldo Pastor y su defensa y revaloración apasionada y documentada de la cultura nahua. A Jorge Armando Hernández de Huauchinango; al cronista de  Chiautla de Tapia, Prof. Gonzalo Carrillo Vivas quién escribió seguramente el primer texto de su paisano y gran mexicano, Don Gilberto Bosques, entre muchos otros y otras. No pude dejar de extrañar y evocar en esta reunión a grandes amigos y personas que fueron parte importante de este caminar: a la Mtra. Donna Rivero (Xochiapulco, una gloria olvidad), a Don Leónidas Cabrera Mitre y su historia regional que abarcaba, entre otros, los municipios de Cuetzalan, Xochitlán, Nauzontla. Al Profesor Alejandro Mendoza, quien escribió un muy documentado libro acerca de la historia de su municipio: Historia de un Pueblo, Tlatlauhquitepec, prologado por otro Serrano, el Dr. Ernesto de la Torre Villar. Me extraño que a esta reunión no fuera convocado, uno de los artífices de la organización de los cronistas a nivel estatal: el Maestro de origen Nahua-totonaco, Alberto Becerril Cipriano. Ojalá qué en las próximas reuniones, lo inviten.

 

Los inicios

 

A inicios de los años 90 del siglo pasado, se me dieron dos encomiendas en la Unidad Regional Puebla de Culturas Populares e Indígenas. Hacerme cargo de los programas de Memoria Histórica y Vida cotidiana y el programa de Lenguas y Literaturas Indígenas. Es así que los días 10 y 11 de diciembre de hace treinta años (1993) y a iniciativa de la Unidad y con el apoyo del Ayuntamiento de Huauchinango-tierra del señor poeta y cantor de las alegradoras, Tlaltekatzin y de nuestro historiador local, Don Sandalio Mejía C., quién escribió y nos dejó su para la posteridad su libro Huauchinango histórico- se llevó a cabo el Primer Encuentro de Cronistas, Historiadores y Narradores de la Sierra Norte. Nos trazamos tres objetivos del Encuentro. 1) Promover, revalorar y difundir el trabajo de los cronistas e historiadores locales. Por primera vez  se incluía como tales a integrantes de los pueblos originarios, con su historia y tradición oral. 2) Abrir un espacio para que dieran a conocer sus trabajos de microhistoria, historia local y sus trabajos de crónica y 3) Generar un proceso de organización de los cronistas, narradores e historiadores locales. Guiaba nuestro trabajo, en términos teóricos, el Dr. Luis González y González, padre de la microhistoria y su tesis de revaloración de nuestras matrias y el trabajo  del Dr. Guillermo Bonfil Batalla, en particular su libro México profundo: Una civilización negada, publicado por primera vez en 1987. 

A esta primera reunión en Huauchinango,  acudieron un poco más de cuarenta cronistas, narradores e historiadores locales de todos los rincones de la Sierra Norte. Participaron y presentaron trabajos, si la memoria no me falla, los siguientes: Tomás Martínez Barragán (Teatro Americano. Historia de Huauchinango), Guillermo Garrido Cruz (De la Precolonia a nuestros días: Huauchinango); Conchita González Molina (Teziutlán entre jirones de niebla),  Florencia Cruz González (Nahua. Crónicas e historias de nuestra sierra); Alberto Becerril (nahua-totonaco. La importancia de las lenguas Indias). Jorge Armando Hernández (En la sierra….hay otros quijotes), Profesora. Fidelia Valera (El cuento y su repercusión en la cultura), Leonel Lecona Ronquillo (Totonaco. Tierra, teoría totonaca), Carlos Caballero (La totonaca, etnia serrana vista desde fuera). Francisco Santiago H (Totonaco. El mazacuate, narrativa tutunakú), Donna Rivero (Xochiapulco, una gloria olvidada). Leónidas Cabrera (Hermanos en el tiempo y la historia), Fernando Diego (Totonaco. Zihuateutla: una historia que se cuenta). Anacleto Juárez (Nahua. Tlaxpanaloya: mi pueblo), Don Miguel Solares (Historia de la fundación de Chiconcuautla). Rafael Julián M (Xiutetelco. Leyendas e Historia). Profesor Rafael González (La leyenda); Miguel Ángel Bello (Corrido al ferrocarril de Teziutlán y Danza de Moros y Cristianos).

De éste encuentro se salió con la convicción de formar una asociación de cronistas, narradores e historiadores y convocar a una próxima reunión, misma que se llevó a cabo un año después en Zacapoaxtla, Pue. Fue en la tierra de Juan Francisco Lucas en donde nació formalmente la Asociación de Cronistas, Narradores e Historiadores de la Sierra Norte de Puebla y en donde se eligió a sus representantes, quedando la Unidad de Cultura Populares como una institución de apoyo a la naciente asociación. Uno de los objetivos que se trazaron en Zacapoaxtla las y los compañeros, fue su preocupación para la profesionalización de su labor, entendiendo por ello, su formación académica a través de talleres, seminarios, etc. Acordaron también que para refrendar su pertenencia a la Asociación, tenían que presentar un trabajo de su autoría dos veces al año. En ese mismo Encuentro se acordó buscar que los cronistas fueran reconocidos en la Ley Orgánica Municipal, lo que se logró unos pocos años, aprobada por el Congreso del Estado y posteriormente, se logró que también se reconociera la figura del Consejo Municipal de la Crónica.  En paralelo al trabajo que como Culturas Populares veníamos haciendo en la Sierra Norte, se empezó a trabajar con los cronistas de la mixteca. Fue en Izúcar de Matamoros en dónde llevamos a cabo una primer reunión y un taller sobre la microhistoria impartido por la Dra. Gloria Tirado. El anfitrión de dicho Encuentro fue el compañero cronista de Izúcar, Manuel Cruz. En este encuentro participaron el sacerdote y cronista de Acatlán de Osorio, Senén Mexic, autor de los libros, Algo sobre el cronista y sus circunstancias.  La Revolución Mexicana en la mixteca poblana y Danza de los Thecuanis en el otrora Yucu Yuxi o Yuta Tixxa. También participó el Dr. (médico de profesión y cronista por vocación y amor a su pueblo), Javier Delgado Gamboa, cronista de Ixcaquixtla, entre muchos otros compañeros y compañeras. El proceso organizativo de los cronistas e historiadores locales, lo logramos extender a las otras mixtecas: la Guerrerense y la Oaxaqueña. Otro de los talleres que se les impartieron a los compañeros, fue la de Archivos de la palabra, impartido por la compañera Mireya Viladeval. En 1996, llevamos a cabo en Acatlán de Osorio el Seminario Historia, Sociedad y Cultura en las Mixtecas. Para 1997, realizamos en Teziutlán, el Primer Encuentro Estatal de Cronistas e Historiadores Municipales y un año después, en 1997, llevamos a cabo el Segundo Encuentro Estatal de Cronistas e Historiadores Locales, en San Martín Texmelucan, gracias a la gestión y apoyo del compañero Jesús Contreras.

En ese tiempo ya veníamos trabajando también con cronistas del Estado de Veracruz y de la Asociación Nacional de Cronistas y en dicho proceso, se habían  incorporado a la Asociación los compañeros Manuel Tlatoa y Guízar, de Cholula y quien fallecido hace un año dejándonos su libro Tlacamecayotl, diccionario de los apellidos náhuatl cholultecas; el compañero Filadelfo Gayosso quién escribió, Mi palabra a la vera de Tlacuilotepec que relata la visita del obispo Juan de Palafox y Mendoza a la Sierra e indaga sobre los orígenes de Tlacuilo. Más adelante se incorporó Crispín Montoto, cronista de Xicotepec de Juárez, Pue, quién escribió El Principado de las flores. También participaron en varias reuniones de cronistas el Dr. Ramón Kuri, cronista de Chignahuapan y quien escribió, Chignahuapan y su historia. Un infaltable de las reuniones ya fueran en la Sierra, Mixteca o en la  ciudad de Puebla, lo fue el ex Delegado del INAH, Antropólogo Víctor Hugo Valencia Valera, muy buen narrador y mejor cuenta cuentos.

Para 1999 me tocó organizar y coordinar el concurso de Memoria Histórica Domando el Cerro, domando el agua. Concurso acerca de la historia de la construcción de la presa de Necaxa. Para dicho concurso, contamos con el apoyo del ex Director de Luz y Fuerza del Centro, del Sindicato Mexicano de Electricistas y del Ayuntamiento de Juan Galindo. Concurso en el cual participaron varios cronistas de la región y trabajadores de la Compañía Luz y Fuerza del Centro, no sólo de Necaxa, sino de varios Estados del país.

 

El complot

 

Para los primeros años del presente siglo, un pequeño grupo de cronistas quisieron asaltar el cielo y hacerse de la asociación para, prácticamente venderla a un partido político, al PRI. Intento que fracaso pero que nos dio una idea de que este proceso se había convertido en plato apetitoso para los aventureros políticos vestidos de cronistas o promotores culturales. Desde otra trinchera, eso mismo se quiso hacer con el concurso de Necaxa. En ambos casos, sus principales instigadores participan hoy en Morena.

Durante el gobierno de Melquiades Morales y mediante decreto  del Ejecutivo, el 15 de octubre del 2001, se crea el Consejo de la Crónica del Estado de Puebla. Mismo que es presidido hasta su fallecimiento por el Profesor Pedro Ángel Palou.

Considero importante mencionar que los cronistas municipales no reciben salario alguno por parte de los Ayuntamientos, por sus valiosa e invaluable labores que realizan en sus municipios.

Al escuchar a los cronistas durante sus exposiciones, el día sábado me quedé con una certeza: son personas que quieren entrañablemente a su tierra.

Fue sin duda, un acierto el apoyo del Secretario de Cultura del gobierno del Estado, Enrique Glockner, haber apoyado esta reunión. Espero siga apoyando a los cronistas y en especial, al encargado de esta labor; Pedro Mauro Ramos.

Los dejo con unas líneas que escribió la Mtra. María Rosario García, sobre los cronistas:  

A los autores de estas historias la gente los conoce como ‘el señor’, ‘el profe’, ‘el cronista’, o simplemente como ‘don’. Efectúan su labor contra sus propias limitaciones de tiempo y economía […], robando un poquito de los tiempos de la familia, del trabajo cotidiano, y de la esperanza que nunca muere, van creando un camino donde las puertas que se tocan son las de las amistades, del reconocimiento y de los ideales compartidos.

A mis tres o cuatro lectores, les mando un fraternal y cordial abrazo.