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15 Diciembre 2024, Puebla, México.

Ciencia y sociedad en Puebla, una mirada estratégica con Enrique Soto Eguibar

Universidades | Entrevista | 20.MAR.2021

Ciencia y sociedad en Puebla, una mirada estratégica con Enrique Soto Eguibar

Ver los problemas locales desde una perspectiva y conocimiento internacional y moderno

Mundo Nuestro. Enrique Soto Eguibar, científico poblano fundador del Instituto de Fisiología de la BUAP y director de la revista Elementos, responde aquí a las preguntas en torno al papel de la ciencia en una sociedad como la nuestra. La suya es una de las miradas más inteligentes y críticas en Puebla. Ciencia para qué, entonces, con la valoración del Estado y las políticas públicas que demanda una realidad compleja en una sociedad sin perspectiva clara de su futuro.

Video y texto

 

Ciencia para qué. La valoración de los problemas estratégicos de Puebla

 

La ciencia, si bien puede contribuir a resolver problemas locales, tiene que mantenerse siempre en una perspectiva global. Es doble. Si la ciencia se regionaliza desaparece, la ciencia se monta sobre la historia del conocimiento humano y se nutre de un bagaje complejo de, digamos, dos mil años o más de antigüedad (los egipcios conocían el número Pi). Entonces, si bien la ciencia puede contribuir y atender problemas locales (como sucede hoy con la ultramoderna y muy compleja vacuna contra el COVID que resuelve un problema local-global), no puede la ciencia desatender el conocimiento como actividad global.

Problemas como el estudio de los efectos de la contaminación del río Atoyac, cuyo análisis y estudio han sido promovidos por el Concytep, son realmente de interés local, pero los métodos y procedimientos de estudio se inscriben en las ciencias ambientales mundiales. Ahora, si lo que se pretende es resolver el problema de la contaminación del río Atoyac, es eminentemente un asunto político y social, no científico. En todo el mundo se han estudiado los métodos para limpiar los ríos (recuerden la epidemia de cólera por la contaminación del agua en Londres). En ese caso se requieren científicos y técnicos que, en conjunción con gobernantes serios, proceden a aplicar metodologías ya ampliamente conocidas para resolver el problema.

Algo similar sucede con la salud en las poblaciones rurales, todos los que terminamos la escuela primaria (entonces todos, supuestamente, por ley) sabemos que contar con drenaje, agua potable y una alimentación razonable son los elementos fundamentales para tener una buena salud. ¿Hacen falta estudios sobre el efecto de la pobreza en México? NO. Lo que se necesita es voluntad política y social para resolver todos estos asuntos.

Se me ocurre que será científicamente importante estudiar la meteorología y el movimiento de masas de aire en el valle de Puebla para definir la tendencia a moverse y depositarse de contaminantes ambientales aéreos. Requerimos sí, ciencia de los suelos y conocimiento de los depósitos de agua disponibles. Interesa saber qué tanto la alta incidencia de diabetes es de orden genético o alimentario, pero todos estos problemas locales se estudian desde una perspectiva y conocimiento internacional y moderno, o simplemente nos hacemos tontos.

 

¿Qué ciencia se está haciendo en Puebla?

 

De todo un poco, entiendo. Hasta donde yo conozco la BUAP y el INAOE son los núcleos principales y más significativos donde se hace investigación científica en Puebla. Otras instituciones educativas, UDLA, UPAEP, Tec de Monterrey e Ibero tienen diferentes grupos de investigación, pero en áreas mucho más limitadas. La BUAP en ciencias naturales tiene su principal fortaleza en Física y en Ciencias Químicas, entiendo, y secundariamente en Fisiología y en Microbiología. Tiene áreas muy desatendidas entre las que sorprende más la medicina que tiene un escaso número de investigadores. En Ciencias Sociales la BUAP tiene también, según me dicen, una gran fortaleza; en historia, antropología, sociología, pero no puedo juzgar con precisión. Siento que en los últimos años en la BUAP ha faltado promover y desarrollar la ciencia, sobre todo nuevos grupos, pero no de nombre, sino bien consolidados grupos de mínimo 15 investigadores de alto nivel por ejemplo en ciencias ambientales, en neurociencia y medicina. Por ejemplo, no tenemos grupos de investigación de envergadura en los campos de robótica e inteligencia artificial que parecen importantes a futuro. Son los aspectos que habría que imaginar.

 

Ciencia y tecnología: la política pública. ¿Cuál es tu análisis del papel que cumple el gobierno del estado?

 

En pocas palabras: muy pobre. El estado de Puebla tiene como único órgano en el área al CONCYTEP, el cuál ha tenido un impacto menor en la investigación científica. Desconozco su presupuesto, pero no existen programas significativos, convocatorias de apoyos –al menos no ampliamente divulgadas y conocidas– y su alcance es sumamente pobre, lamentablemente.

En algún periodo de su historia sabemos que el total de su presupuesto de investigación fue usado para financiar a la armadora de automóviles Audi, lo cual es entre, otros muchos, un acto de despilfarro en favor de una empresa.

Una de las funciones o intereses explícitos del CONCYTEP ha sido conseguir la tan deseada fusión ciencia-empresa (que es una idea claramente neoliberal), pero eso ha fracasado por el hecho de que no existen empresas de valor tecnológico ni innovadoras en el estado. Todas usan tecnología importada y las armadoras de autos, que podrían teóricamente impulsar investigación local, simplemente no lo hacen. Hasta donde sé, después de 60 años en México, no existe en los autos VW ningún componente inventado o desarrollado en México. Contratan, sí, investigadores en las áreas de mercado, en eso entiendo que sí invierten.

Total, la respuesta corta a la pregunta es que el Estado cumple un papel muy pobre –aunque no olvidemos que el Estado algo contribuye al presupuesto de las universidades públicas.

 

¿Tú qué harías si de ti dependiera la política de desarrollo científico y tecnológico en Puebla?

 

Lo fundamental es gestionar recursos para aumentar los fondos destinados a aumentar contrataciones de científicos, mejorar la infraestructura y promover investigación en áreas específicas. Por ejemplo, en el aérea médica la biología molecular y la neurociencia, en el área ambiental un grupo de estudio del impacto del cambio climático y las acciones que el país y el continente deben tomar para mitigarlo; desarrollaría un grupo de robótica e inteligencia artificial (a lo mejor de ahí hasta podemos crear un robot político que gobierne y no sea tramposo). En las ciencias sociales me parece que la antropología, la historia y la arqueología deberían entre otras áreas ser ampliadas y promoverse su desarrollo.

Concentraría definitivamente el apoyo en las instituciones públicas con la idea, ya discutida ampliamente en el mundo, de que la educación privada es una de las principales fuentes de desigualdad social y que por ese motivo simplemente debe desaparecer.

Crearía un programa itinerante en el Estado de conferencias de divulgación, y desarrollaría un amplio y muy profundo programa de formación científica para los docentes de las escuelas primarias y secundarías de todo el estado. Creo que si mejoramos la calidad académica de los docentes tenemos un efecto amplificador de ese conocimiento. Cabe anotar que muchos de los esfuerzos de divulgación y formación científica se dirigen a los estudiantes mediante conferencias; mi punto de vista es que se deben reorientar y hacer cursos, conferencias y programas educativos especiales enfocados en los profesores.

 

Universidad y Estado: ¿cómo construir una mirada (acción) estratégica para el desarrollo socio-ambiental del territorio poblano?

 

Debería de existir una relación complementaria entre Estado y Universidad. Eminentemente, ambos pueden servirse uno de otro, la universidad puede contribuir a acciones sustantivas como ya lo ha hecho con las campañas de alfabetización, contribuyendo con estudios de suelos para carretas y construcciones, etcétera, etcétera. La universidad debería de funcionar como el lóbulo frontal del Estado, definiendo de forma racional diversos procesos y usando sus recursos académicos para ello. A cambio, el Estado la financia y la respeta. Así –entiendo– funcionan la mayoría de universidades del mundo, contribuyendo con el Estado a las actividades que requieren de dictámenes técnicos académicos y funcionando como perito académico, favoreciendo hasta la movilidad temporal de profesores a funciones en el gobierno (no de orden político, sino técnico-académico). Así vistos son complementarios y no hay ninguna pugna entre ellos.

Buen ejemplo de cooperatividad es el asunto sismológico del país que atiende y maneja la UNAM casi totalmente. Entonces. el Instituto de Geología investiga en ese campo y hace el servicio nacional.

Igual podríamos imaginar hacer en energías renovables. Apoyar el desarrollo de aerogeneradores y celdas solares en las universidades y luego el proceso de transferencia a empresas nacionales. En este momento habría que crear un centro universitario serio de análisis y prevención de nuevas enfermedades y darnos la capacidad de montar un instituto capaz de hacer una vacuna contra  la Covid.

Total, yo creo que el Estado, al no establecer y buscar una buena relación con las universidades, pierde un gran capital humano en donde él mismo ha invertido. Bueno, ya sabemos, son bien güeyes.

Pero aparecen los intereses políticos.... Imagino que una ley que te impida que si fuiste rector puedas ser candidato a un puesto de elección popular o algo similar, sería bueno.

Pero para que eso suceda la verdadera respuesta sería: cambiando al Estado.

Lo fundamental para impulsar a fondo el desarrollo es un cambio radical en la manera de ser, pensar y vivir de los individuos que conforman el Estado, y más aún de esos que llamamos gobernantes. Entonces entenderás que se trata de un asunto político-electoral. Una gran idea sería contratar a Ángela Merkel para gobernar el Estado de Puebla ¿te imaginas?, la honestidad, sencillez e inteligencia de esa señora, gobernándonos.

Y en la BUAP. Pues quién más sino Bill Gates, para dirigir los destinos de la Benemérita.

Nada de eso tiene visos de suceder.