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1 Mayo 2024, Puebla, México.

Crónicas de guerra 4, La batalla de Atlixco

Cultura | Crónica | 13.MAY.2021

Crónicas de guerra 4, La batalla de Atlixco

Uno de los factores que influyeron en el triunfo del General Ignacio Zaragoza el 5 de mayo de 1862, sumado al valor de las tropas que tenía bajo su mando y al de las atinadas órdenes que dictó en el curso del combate, fue sin duda la derrota de los conservadores en la batalla de Atlixco. El día anterior 4 de mayo, tropas mexicanas integradas al mismo Ejército de Oriente obtuvieron una importante victoria en las cercanías de Atlixco sobre las tropas encabezadas por el traidor general Leonardo Márquez. Con ese triunfo los republicanos impidieron que los derrotados en esa batalla se unieran a los invasores franceses y les ayudaran en el ataque a la capital poblana. Esta crónica es en honor a los patriotas que participaron en la Batalla de Atlixco, fue un hecho de armas sobresaliente pues el valor y sacrificio de los vencedores de ese 4 de mayo en mucho coadyuvó a la contundente victoria alcanzada en Puebla sobre las armas francesas.

 

Antecedentes

 

El 3 de mayo de 1862, el general Ignacio Zaragoza llegó a la ciudad de Puebla con el grueso del Ejército de Oriente en un movimiento de repliegue que había iniciado en Orizaba. El ejército francés violando los tratados de La Soledad decidió avanzar hacia la ciudad de México. Iba ganando terreno casi sin resistencia mexicana, excepto por los fuertes tiroteos y algunas escaramuzas entre franceses y republicanos en las cumbres de Acutzingo; los partes de guerra de ambos lados correspondientes a ese enfrentamiento exageraban en cuanto al número de bajas causadas al enemigo. Zaragoza escribiría el 29 de abril: “Pelean bien los franceses, pero los nuestros matan bien” (González, 2016, p. 193).

            El día anterior habían llegado a esa ciudad con sendas brigadas los generales Francisco Lamadrid y Antonio Álvarez, eran en total 1,700 hombres aproximadamente. Habían estado en Acatlán y Tepeji con la misión de interceptar a Leonardo Márquez en su intento de utilizar el paso de Orizaba para reunirse con las tropas de Lorencez, pero los últimos informes de los espías republicanos decían que habían visto a Márquez moverse hacia Chietla. Los conservadores se habían posesionado de la mixteca poblana; el 11 de abril fusilaron en el Cerro del Calvario cerca de Izúcar, al ilustre abogado, militar y ex gobernador de Puebla Miguel Cástulo Alatriste.  Leonardo Márquez y Marcelino Cobos habían tomado Izúcar de Matamoros y aunque no hay duda de que éstos mantenían contacto con Almonte, parece que Lorencez no los tomaba muy en serio a pesar de los consejos de Saligny. Las tropas de Márquez avanzaron hasta Atlixco donde se aprovisionaron de víveres, bestias de carga, leña y carbón. Las crónicas republicanas parecen inflar el número de efectivos conservadores bajo su mando, tal vez no consideran las deserciones, cálculos más reservados dicen que eran 1200, pero definitivamente no eran más de 1500.

El mismo 2 de mayo por la tarde también llegó a la ciudad de Puebla el general Tomás O´Horán al mando de una división de 1,500 efectivos de las tres armas: infantería, artillería y caballería. Era el refuerzo que el gobierno central enviaba para la defensa de Puebla. Esta división había estado en persecución de Márquez por el sur del estado de Puebla, Cuautla y Cuernavaca. O’Horán se encontraba en Ozumba cuando recibió la orden de unirse a Zaragoza, tomó camino a Puebla por Paso de Cortés, pasó por San Nicolás de los Ranchos, Cholula y al llegar a Puebla informó a Zaragoza que Márquez no se había reunido con los franceses y que con 1,500 jinetes se encontraba en las inmediaciones de Izúcar de Matamoros.

            Zaragoza hizo sus cálculos, los franceses que iban tras él eran por lo menos 5,500. Veía dos posibilidades, una era que la fuerza invasora se incrementara significativamente si se le sumaban los 1,500 efectivos de Márquez, y la otra, que la ciudad de Puebla quedara atrapada entre dos frentes si el traidor atacaba por el Sur mientras los franceses lo hacían por el Esta. Entonces decidió enviar a Atlixco al general O'Horán para cortar a la partida reaccionaria del general Márquez su avance hacia Puebla.

 

La batalla de Atlixco

 

 

De los efectivos de la división de O’Horán, el Batallón Reforma se quedó en Puebla y se incorporó a la brigada del general Lamadrid. La mañana del 4 muy temprano, antes del amanecer, el general O'Horán salió rumbo a Atlixco con efectivos de las tres armas configuradas de la siguiente manera:

Infantería: una brigada ligera de infantería, al mando del coronel Agustín Villagra, compuesta por el 2o. Batallón ligero de Toluca cuyo comandante era el propio coronel Villagra, una fracción del 4o. Batallón ligero de Puebla bajo las órdenes del coronel Pablo M. Zamacona. Posiblemente este contingente que pertenecía a la guarnición de Puebla fue agregada a la división O'Horán en sustitución del Batallón Reforma.

Caballería: una brigada de caballería, al mando del general Antonio Carbajal, experto militar tlaxcalteca veterano de la revolución de Ayutla y de la Guerra de Reforma en la que había sido comandante de los “blusas rojas”, su brigada estaba compuesta por el 5o. Cuerpo de Policía Rural, una fracción del 1er. Cuerpo de Lanceros de Morelia al mando del coronel Antonio Ruiz Carrillo, el Escuadrón de Lanceros de Quezada cuyo comandante era el teniente-coronel Rafael Quezada, una fracción del 1er. Cuerpo de Cazadores a Caballo bajo las órdenes del coronel Joaquín Téllez, y una fracción de la Compañía de Exploradores de Toluca.

Artillería: Una sección de la 1ª. Batería de Artillería de Línea, eran solamente dos piezas de a cuatro.

 

Además, O’Horán contaba en su contingente con varios grupos guerrilleros como los Lanceros de Iturbide bajo el mando del coronel Porfirio García de León, los Lanceros y Cazadores de Morelia y caballería irregular comandada por el general Ignacio Cuéllar.

 

A las 9 de la mañana, las tropas de O´Horán llegan a Cholula y de ahí se dirigen hacia Atlixco por los ranchos de Santa Ana Acozautla y de los Molinos. Al llegar a San Gregorio Azompa, cerca de las 11 de la mañana se encuentran con 50 jinetes que el traidor Márquez había enviado de exploración a Cholula, hay un intercambio de tiros y cuando los republicanos se despliegan para envolver al enemigo, éste emprende retirada hacia Atlixco en donde está concentrada el grueso de su fuerza. Los jinetes de Márquez son perseguidos por la caballería del general Carbajal comandados personalmente por el general O´Horán. Al llegar al puente sobre el río Alseseca ubicado un poco antes del rancho de Los Molinos, los traidores intentan sacar ventaja de la profunda barranca en cuyo fondo corre el río, pero a los gritos de “Viva México” y “Mueran los traidores” los republicanos ganan las mejores posiciones. Los traidores nuevamente emprenden la retirada hasta llegar a Atlixco en cuyas inmediaciones Márquez pretende presentar resistencia, pero las fuerzas republicanas lo obligan a retirarse rumbo a Izúcar dejando abandonadas varias piezas de artillería y algunos pertrechos más.

            Los hombres de O’Horán ocupan Atlixco y hacia las 6 de la tarde el jefe de esta división rinde el parte de guerra tanto al general Ignacio Zaragoza, comandante del Ejército de Oriente como al General Santiago Tapia, gobernador y comandante militar de Puebla. Este parte de guerra dio cierta tranquilidad a Zaragoza, suficiente para concentrar su atención en el ataque francés, fue así como el triunfo de Atlixco coadyuvó a la epopeya del 5 de mayo.

            El 9 de mayo de 1862, 4 días después de la memorable victoria de las armas nacionales sobre el ejército francés, el periódico El Monitor Republicano publica el parte de O’Horán:

 

División O'Horán.

General en Jefe.

Hoy digo al C. general en Jefe del Ejército de Oriente, lo que sigue:

En la marcha ejecutada hoy con las fuerzas de mi mando, encontré al enemigo a dos y media leguas de Cholula, donde tenía situada una avanzada de 500 caballos, la que se retiró en cuanto observó mi marcha. En el puente de los Molinos nos hizo alguna resistencia y a orillas de la ciudad la redobló; de estos puntos fue desalojado y perseguido por la caballería que personalmente conduje; terminó por retirarse en dispersión.

Las pérdidas que he tenido, son 3 muertos y algunos heridos. A las 6 de la tarde ocupé esta ciudad que, por las noticias que he adquirido, estaba ocupada por un grueso de mil doscientos hombres montados, esperando hoy la incorporación de la Infantería y resto de sus fuerzas de Matamoros.

En Huaquechula y Tochimilco hay fuerzas destacadas de los traidores.

Independencia y Libertad. Atlixco, mayo 4 de 1862. Tomás O’Horán (rúbrica).

General Gobernador y Comandante Militar de Puebla.

 

Al día siguiente, ese glorioso 5 de mayo de 1862, la división O’Horán regresó a Puebla, llegó al anochecer, en ese momento se enteró de la gran victoria mexicana. Esa misma noche se celebraron en la capital Poblana los dos recientes triunfos alcanzados por las tropas del general Ignacio Zaragoza, la del día 4 sobre el general Márquez y la del 5 sobre el ejército del orgulloso general francés Charles Ferdinand Latrille Conde de Lorencez.

 

 

La historia oficial mexicana consigna como comandante de la división que derrotó al general Márquez en Atlixco al general Antonio Carbajal, tal vez, la razón por la que se le niega el mérito al general O’Horán sea porque hacia finales de 1864 cuando el Ejército de Oriente es derrotado y el presidente Juárez se ve obligado a huir hacia el norte del país, O´Horán, al igual que muchos otros jefes militares, aprovechó la amnistía que ofreció el gobierno impuesto por los franceses, el del llamado por ellos emperador Maximiliano. Al servir a este usurpador extranjero, aunque haya sido con toda la tenacidad propia de su grado, el general Tomás O’Horán empeñó y empañó sus patrióticas hazañas. En 1867 cuando los franceses se retiran de México y Maximiliano es fusilado en el Cerro de las Campanas, O’Horán, que había sido apresado días antes es juzgado por traición a la patria y sentenciado a la pena capital.

A pesar de los argumentos que su madre presentó al solicitar el indulto incluyendo las acciones heroicas de ese 4 de mayo de 1862 arguyendo que Márquez lo había invitado a que se cambiara de bando, pero Tomás permaneció fiel a la república, el indulto no se le otorgó. La madre del general sentenciado a muerte replicaba que si Márquez no hubiera sido derrotado por su hijo en Atlixco, Zaragoza tal vez no hubiera sido el vencedor en ese glorioso 5 de mayo; también presentó como evidencia los servicios durante el sitio de Puebla de 1863 como aquel cuando en un acto de valor, rompió el cerco impuesto por el Mariscal Forey. Su petición no fue atendida y Tomás O’Horán fue ejecutado el 21 de agosto de 1867 en la Plazuela de Mixcalco, lugar donde él mismo mandó fusilar a muchos héroes republicanos.

 

REFERENCIAS

 

Gaildrau, Joules (1863).  Ensemble topographique du Combat d'Atlisco. Expédition du Mexique. L'Illustration: journal universal hebdomadaire, Volume 41, nº 1.061, 27/06/1863. Consultado en WWW. https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Exp%C3%A9dition_du_Mexique. el 10 de mayo de 2021.

González, Verónica (216). Leonardo Márquez. el “Tigre de Tacubaya”. Editorial Las Ánimas. Xalapa, México.

Palou, Pedro A. (2011). El 5 de Mayo de 1862. Editorial Las Ánimas. Xalapa, México.

Sánchez Lamego, M. A. (1966). El combate en Atlixco del 4 de mayo de 1862. Historia Mexicana, 16(2), 184–192. Recuperado de https://historiamexicana.colmex.mx/index.php/RHM/article/view/1148 el 9 de mayo de 2011.

Taibo, Francisco Ignacio (2017). La gloria y el ensueño que forjó una patria. Tomo 2. La intervención francesa. Editorial Planeta. México.

 

 

 

finales de 1864 cuando el Ejército de Oriente es derrotado y el