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26 Agosto 2024, Puebla, México.

Los murales de Diego Rivera en Palacio Nacional / Rubén Aguilar Valenzuela

Cultura /Sociedad | Reseña | 16.JUL.2024

Los murales de Diego Rivera en Palacio Nacional / Rubén Aguilar Valenzuela

 

Desde 1987, el Centro Histórico de la Ciudad de México es Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco, y el Palacio Nacional es parte de esa declaratoria.

 

Historia

 

 

Diego Rivera pintó los murales en dos tiempos; los primeros de 1929 a 1935 y los segundos de 1945 a 1951. Esta obra de Rivera es una de las primeras realizaciones en el marco de la propuesta del arte para el pueblo que en su origen es una idea de José Vasconcelos, el primer secretario de Educación una vez que triunfa la Revolución Mexicana. Él invita y hace posible que los muralistas pinten los muros de los edificios públicos.

 

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En 1927, en la presidencia de Plutarco Elías Calles se levanta el tercer piso de Palacio Nacional que es donde está la obra de Rivera.

 

Murales

 

 

Entre 1929 y1935 realizó al fresco el mural La Epopeya del Pueblo Mexicano en las paredes de la escalera monumental de Palacio Nacional. La hace en un tríptico, donde la parte central es más grande que las dos laterales.

 

El mural tiene 276 metros cuadrados. El de la pared central lleva el título México prehispánico, el segundo, la pared derecha, Historia de México: de la Conquista a 1930 y, el tercero, la pared izquierda, México de hoy y de mañana.

 

El pintor, militante del Partido Comunista de México (PCM), plasma su visión del conjunto de la historia de México: el mundo prehispánico, la conquista, la colonia, la Independencia, la Reforma, la dictadura porfirista, la Revolución Mexicana y el país posrevolucionario.

 

 

 

En 1945, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) invita nuevamente a Rivera a continuar con la realización de más murales en los corredores de la planta alta. En 1951, concluyó once paneles acerca de las culturas mesoamericanas y el mural la Llegada de los españoles a Veracruz.

 

En estos frescos, Rivera aborda la grandeza y vitalidad de las grandes culturas prehispánicas. Junto con esta serie, en un bastidor pintó la intensa actividad comercial en el tianguis de Tlatelolco, donde se alcanzan a ver las calzadas, las antiguas acequias y los templos de la antigua Tenochtitlan. En otra pintura aborda los numerosos productos que el mundo prehispánico heredó al mundo: maíz, cacao, calabaza, tomate, cacahuate y chiles, entre otros.

 

 

 

 

Comentario

 

Rivera tardó siete años en pintar el mural La Epopeya del Pueblo Mexicano (1929-1935) y seis años los paneles (1945-1951) de los corredores del tercer piso de Palacio Nacional que se construye en 1927.

 

El mural del cubo de las escaleras es uno de los iniciales de lo que será el movimiento muralista mexicano del cual Rivera será su más importante figura, junto con José Clemente Orozco y después David Alfaro Siqueiros.

 

Los primeros murales son pintados al fresco como en el Renacimiento. La idea de Vasconcelos de llevar el arte al pueblo a través de pintar las paredes de los edificios públicos se va a convertir, por su contenido, en uno de los más poderosos discursos “oficiales” de la Revolución, que se convierte en un constructor de identidad.

 

En Rivera su interpretación de la historia, en blanco y negro sin ningún matiz, idealiza a las culturas prehispánicas, denosta la conquista, alaba la Reforma, condena al porfiriato, engrandece la gesta de la Revolución y anuncia un mundo de prosperidad sin límite. En el desarrollo de estos temas siempre están presentes las masas.

 

El tratamiento del contenido de los murales de Palacio Nacional, después se va a desarrollar en los murales que se pintan en centenares de edificios públicos en todo el país. Las variaciones van a ser menores. El movimiento que inicia en la década de 1920 se mantiene muy vital por 40 o 50 años más.

 

El estilo cuenta, y la estética de Rivera, su forma de abordar la pintura de los murales no es la misma que la de Orozco, Siqueiros y la de otros muchos muralistas de muy diversa calidad artística. Se crearon modelos y estilos que después van a repetir.

 

Del muralismo que surge con la Revolución Mexicana Rivera dijo a Luis Cardoza y Aragón: (...) por primera vez en la historia del arte de la pintura monumental, es decir, el muralismo mexicano, cesó de emplear héroes centrales de ella a los dioses, los reyes, jefes de Estado, generales heroicos, etcétera; por primera vez en la historia del arte (…) hizo héroe del arte monumental a la masa, es decir, al hombre del campo, de las fábricas, de las ciudades, al pueblo”.

 

En los murales de Palacio Nacional Rivera “retrata” a decenas de personajes históricos, unos con carácter de “buenos” y otros de “malos”, y al “pueblo” en grandes contingentes. Tanto en el mural de La Epopeya del Pueblo Mexicano como en los murales de los corredores están plasmadas una gran cantidad de personas. Es una de sus características y también lo es la intensidad del color. En 2024 hice el recorrido con Laura Arañó, curadora del Museo Nacional de Arte. Arte Cubano, de La Habana, Cuba.