SUSCRIBETE

28 Marzo 2024, Puebla, México.

77 días para regresar a los Acuerdos de París

Medio Ambiente |#61bd6d | 2020-11-09 00:00:00

77 días para regresar a los Acuerdos de París

Verónica Mastretta

Vida y milagros

 

Infografía: Estados Unidos, el único país que no forma parte del Acuerdo de París | Statista

77 días para regresar a los Acuerdos de París

El lunes pasado, la víspera de la elección presidencial, Estados Unidos abandonó de manera formal el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 21) firmado el 22 de abril de 2016 por 197 países, un conjunto de acciones y compromisos de las partes firmantes para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero en el planeta. Ese mismo día, Joe Biden escribió lo siguiente en su cuenta de Twitter: " Hoy, oficialmente, la Administración de Trump abandonó el Acuerdo de París. En exactamente 77 días, la Administración de Biden se unirá nuevamente a ellos". Me llamó la atención su seguridad y contundencia.

El martes por la noche el mundo quedó en suspenso ante lo que parecía un resultado electoral impredecible en las elecciones. Biden nunca perdió la calma ni modificó su discurso de que ganaría. Y una de las primeras afirmaciones que hizo cuando se confirmó su triunfo fue que retomaría los compromisos con el medio ambiente. La ignorancia injustificable de Trump con respecto al tema a lo largo de cuatro años fue de una necedad y arrogancia sorprendentes. Se dio el lujo de decir que él se guiaba en esos temas por sus "instintos" y no por la ciencia. Hay quienes afirman que su rechazo e irresponsabilidad con respecto a las políticas ambientales fueron una de las causas por las que perdió muchos de los votos que despilfarró alegremente en su borrachera de poder. Probó mil veces que la improvisación en política, además de peligrosa, no se sostiene mucho tiempo. La sufrida y callada disciplina que forma a un estadista, el conocimiento del andamiaje gubernamental y el oficio para abordarlo, tantas cosas que se aprenden con paciencia, tiempo y humildad, son fundamentales para gobernar un país de manera exitosa. Un país no se maneja como un casino ni una carpa de espectáculos. Él pensó que sí. Ahora, un hombre al que él considera un aburrido y alguien de quien podía burlarse, y una mujer con la que no saldría ni a la esquina, le han arrebatado la presidencia. Qué bueno.    

El reto de Biden es tan grande y complejo que me hizo dudar de su afirmación con respecto al regreso inmediato a los acuerdos de París, pues el panorama es complicadísimo si no logra ganar en enero de 2021 las dos senadurías que se irán a segunda vuelta en Georgia. La nueva administración no tiene mayoría en la Suprema Corte de Justicia, tiene una apretada mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado está por verse. No solo enfrentará un congreso dividido, sino también un país fracturado.  Y ahí es donde el buen oficio político y un equipo sólido, del que los improvisados como Trump suelen carecer, resultará muy útil.  Un amigo que es un brillante experto en estos temas, amablemente me sacó de dudas cuando le pregunté si no se habría pasado de optimista Biden con su twitt del lunes pasado. Resulta que no. Obama logró pasar la agenda ambiental sin la aprobación del Senado, pues en sus dos mandatos no tuvo mayoría para sacar acuerdos internacionales de ese tipo. Lo hizo con el poder de las órdenes ejecutivas que tienen los presidentes de Estados Unidos; Biden era entonces su vicepresidente y acompañó la construcción de esas órdenes ejecutivas, que de alguna manera son vinculantes, ya que los países se lo auto imponen y traen consigo muchas obligaciones sustentadas en los acuerdos del presidente.  Joe Biden ha dedicado su vida a las instituciones y a las relaciones gubernamentales. Esas son las herramientas y habilidades de las que dependerá para reconstruir no solo su país, sino las relaciones con el resto del mundo, hoy absolutamente descuidadas por la administración de Trump. Hay países en los que no hay embajadores desde hace meses. 

The Green New Deal, explained - Vox

El dilema para los demócratas conservadores.

En cuanto a las instituciones ambientales, la Agencia para el Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) ha sido lentamente debilitada y desmantelada en estos cuatro años. Por otro lado, al poder judicial llegaron más de 200 jueces colocados por su grupo. Todo eso será una resistencia poderosa que complicará la implementación de una sólida agenda ambiental; seguramente los litigios serán recurrentes y difíciles. Recuperar el tiempo perdido y rearmar a la EPA será una tarea compleja pero posible. Será apasionante ver qué papel jugará México en esta nueva etapa. México no ha abandonado formalmente el Acuerdo de París, pero sí lo hecho de facto. La apuesta mexicana a las energías generados por el carbón y el petróleo a partir de 2018 se fortaleció bajo la mirada complaciente de la administración de Trump, y aunque los acuerdos del TMEC nos obligan también a una serie de medidas para la protección del medio ambiente, hasta ahora no ha habido una sola acción seria de la administración Trump para obligarnos a cumplirlas. Los inspectores gringos que México aceptó en el TMEC seguramente jugarán un papel muy activo a partir de enero.  La reducción gigantesca del presupuesto federal ya ha afectado seriamente la operatividad de SEMARNAT, CONAGUA Y PROFEPA, el paraguas completo del sector ambiental federal. La coercitividad de las leyes que debemos cumplir en materia ambiental depende de su eficacia. 

Me pregunto una cosa: ¿La agenda ambiental entre ambos países se modificará también en 77 días? ¿Cuándo y cómo se moverán las primeras piezas del tablero? Habrá que ver quién prevalece en este enfrentamiento de técnicos contra rudos. Y mientras, veremos si Trump se va a su casa solito, o lo tienen que sacar en vilo de la Casa Blanca, como nos lo muestran las geniales parodias y videos de Alec Baldwin, que solo por eso, se lleva el premio al mejor actor de estos últimos cuatro años.