SUSCRIBETE

23 Noviembre 2024, Puebla, México.

La vida secreta de las plantas

Medio Ambiente |#61bd6d | 2020-11-23 00:00:00

La vida secreta de las plantas

Verónica Mastretta

Vida y milagros

La vida secreta de las plantas

Hace muchos años leí un libro fascinante, La vida secreta de las plantas (1). Mi relación con el reino vegetal cambió por completo después de leerlo. Lo recordé hoy al recibir un artículo de Anatxu Zabalbeascoa en el que hace una breve reseña de una de las conferencias del botánico Francis Hallé, “La vida de los árboles" (2). No lo he leído aún, pero el artículo explica muy bien porqué Hallé encontró su propósito de vida no solo en difundir la importancia y valor estratégico de los árboles, sino en sembrar el mayor número posible de ellos durante su vida; para él son herramientas de futuro arraigados en el pasado.  El centro de su atención pasó de sí mismo hacia la importancia de sembrar árboles, esos seres humildes dentro de su majestad, silenciosos, autosuficientes; seres que nos sobrevivirán sin depredar, dejando una huella ambiental a su favor. En la reseña hay un dato: el 90% de la biomasa, es decir, el peso acumulado de todo lo que está vivo en el planeta, está compuesto de árboles. Y cita otro dato: hay un árbol vivo en Tasmania que tiene 43 mil años.  Las secuoyas de California tienen 5 mil años. Aquí en México el árbol del Tule de Oaxaca tiene 2 mil. Por eso afirma que los árboles han ido más lejos en su dirección que nosotros en la nuestra.  Los árboles se alimentan de CO2, por eso Hallé piensa que son el más poderoso salvoconducto frente al cambio climático.

 La vida secreta de las plantas

El artículo cita también un pequeño libro, “El hombre que plantaba árboles" (3), una novela que empieza con el siguiente párrafo: " Para que un personaje manifieste sus más excepcionales cualidades hay que tener la fortuna de observar su actuación a lo largo de muchos años. Si dicha actuación está desprovista de todo egoísmo, si obedece a una generosidad sin par, no abriga afán de recompensa, y por añadidura ha dejado una huella patente en la faz de la tierra, no cabe error alguno, estamos ante un personaje inolvidable"-  y el personaje de la novela lo es: un pastor que después de la destrucción de la guerra,  siembra miles de árboles a lo largo de su existencia para devolverle vida a la tierra y acabar con la desolación que ha dejado a su paso la destrucción de los árboles; en sembrar árboles encuentra la mejor manera de ocuparse del porvenir. Él cree en el milagro y la certeza de que esa vida estará ahí quizá cientos de años después de que él se haya ido. El libro es en sí una semilla.

 Cortometraje | El hombre que plantaba árboles

Cada día la humanidad depreda por tala directa unos dos millones de árboles.  Busquen los tres escritos que menciono, son pequeños, pero están llenos de sabiduría. Muy útiles para ubicar a nuestra crecida humanidad en la dimensión correcta. Muy buenos para motivarnos a plantar todos los árboles posibles.

 

Les dejo un pequeño párrafo de La vida secreta de las plantas, para que se animen a leerlo: 

 

"Las plantas son seres vivos maravillosos. Son la únicas criaturas que, en medio del silencio, producen su propio alimento, y sin duda, constituyen la mayor fuente de riqueza de nuestro planeta: incluso el carbón y el petróleo fueron vida vegetal en el pasado. Los estudios y experimentos sobre la comunicación de las plantas indican que todos los seres vivos- el ser humano, las plantas, la tierra, otros planetas, las estrellas- todo se relaciona íntimamente entre sí. Lo que le ocurre a uno afecta a los demás."

 

 ¿Alguna vez han visto una planta silvestre a la que se conoce como "vergonzosa"?  Es solo una pequeña mata verde oscura. Aguanta mucho tiempo sin agua, y en época de lluvia echa unas flores blancas en forma de bolita. Al tocar las hojas, estas se mueven y se cierran de manera inmediata, de tal manera que un animal herbívoro puede confundirlas con el movimiento de un grillo. Los herbívoros no comen insectos. La planta se defiende con movimiento. Una planta parece saber que un animal no come insectos. A mí me pareció fascinante entenderlo. Me parece también aterrador que los humanos nos sintamos superiores a toda esta sutileza, a toda esta conspiración altruista de la naturaleza para conservar lo esencial. 

 

 

Peter Tompkins y Christopher Bird, La vida secreta de las plantas, 1973

Francis Hallé, conferencia, La vida de los árboles, 2011

Jean Giono, El hombre que plantaba árboles, 1953