
No teníamos tiempo de prepararnos / Recuerdo de Delfino Flores Melga
Yo nací en la Hacienda la Noria ¿sabes dónde está? Bueno, ahí tú sabes que, como toda persona que nace en una hacienda lleva una vida de trabajador, de clásico trabajador. Entonces, a los seis años nosotros empezamos a trabajar en lugar de ir a la escuela.
Nací el 24 de diciembre de 1924. Imagínense que en esa época no había las facilidades de hoy, aunque hoy se ha deformado por los malos líderes que hay. Pero en esa época, uno nacía, se criaba ahí, servía ahí, y hacia algo no solo para el patrón, pues acuérdate que en esa época el patrón no tenía todo para él, sino que a los trabajadores también les daba algunas facilidades. Por ejemplo ¿qué daban en una hacienda? En una hacienda te daban frijol, te daban maíz, te daban casi todo para comer y eso es lo que tenías para vestirte, para hacer esas cosas. Estos hablando de una Puebla de hace más de sesenta años. En esa época nosotros nos dedicábamos a lo que teníamos que hacer. Muy poquito de la vida de la ciudad; nos olvidábamos. Por ejemplo, yo a la edad de seis años ya era un “apoyador”. ¿Qué es eso? Es un hombre que toma al becerrito de un “estand” y lo pone junto a su nana para que el ordeñador pueda ordeñar y no tenga problemas con la vaca, con la leche que así va a dar siempre. A los nueve años era yo el ayudante del que cuidaba las cémilas. Vaya, en esa época nosotros no teníamos tiempo de prepararnos, de aprender algo para podernos desenvolver. No, nosotros en el rancho lo que aprendíamos era lo que en el rancho se hacía, nada más. (polonoyola)