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13 Octubre 2024, Puebla, México.

Frente a la pandemia la responsabilidad es colectiva / Proyecto Criminología Positiva

Voces en los días del coronavirus | 2021-01-08 00:00:00

Frente a la pandemia la responsabilidad es colectiva / Proyecto Criminología Positiva

Mundo Nuestro

Mundo Nuestro. El siguiente texto fue elaborado por el grupo de trabajo Proyecto de Criminología Positiva y BUAP-CA-330 Prevención de la violencia: Educando para una Cultura de Paz a través de la participación social.  

BUAP Investigación

 

Frente a la pandemia la responsabilidad es colectiva / Proyecto Criminología Positiva

Emmanuel Roldán Loyola, Luz Anyela Morales Quintero, Rebeca Romano Patraca, Louise M. Greathouse Amador, Patricia Colín Soto. Proyecto de Criminología Positiva, BUAP-CA-330 Prevención de la violencia: Educando para una Cultura de Paz a través de la participación social.    

Criminología Positiva. Somos un grupo de profesionales y académicos comprometidos con la generación y difusión de información y conocimientos sobre Criminología Positiva, con el objetivo de contribuir al desarrollo de sociedades resilientes, compasivas y justas. En el marco de la investigación "Emociones, empatía y violencia", registrada en el padrón de investigadores de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, se está desarrollando el proyecto "El papel de la criminología positiva en la prevención de la violencia y la delincuencia y el fomento de culturas de paz", a partir del cual se abre esta página de Facebook que tiene como objetivos difundir información sobre la Criminología Positiva, motivar e inspirar la construcción y desarrollo de sociedades justas, seguras y solidarias, el respeto al medio ambiente y a todo ser vivo, así como motivar el bienestar propio como medio de aumento de la calidad de vida.

 

La imagen puede contener: texto que dice "La Criminología Positiva dentro de SUS objetivos contempla el desarrollo de culturas pacíficas en aras de prevenir el delito, siguiendo la línea de que la paz no solo es la ausencia de violencia, sino que para poder alcanzarla se equiere ir más allá, promoviendo el respeto hacia las personas, el bienestar individual y social, la cooperación, la tolerancia, la felicidad. el amor, la compasión, la empatía, entre otros. F. ONU. (2020) nternacional Recuperado de e"

 Así explica el Proyecto Criminología Positiva el propósito de su trabajo de investigación. La imagen la toman del portal de la ONU sobre el Día Internacional de la Paz.

 

¡Querido lector!

Hace nueve meses aproximadamente nos enteramos del primer caso de coronavirus en México y hasta ese momento no sabíamos y no dimensionábamos lo que significaría esta pandemia.

El rápido incremento de los casos y las medidas que se implementaron para tratar de disminuir su crecimiento exponencial, produjo que muchos de nosotros nos aisláramos para cuidarnos, pero también para cuidar de los demás. Pensamos que el aislamiento iba a ser temporal, que quizá duraría uno o dos meses, pero nuestro aislamiento se ha prolongado más tiempo del estipulado.

Pronto, se vinieron tiempos complicados en los que cada vez es más común enterarse o experimentar algún caso de coronavirus próximo a nuestro círculo social; algunas empresas se han visto obligadas a reducir sus actividades y con ello a su personal; y los efectos en la salud mental y en nuestro comportamiento no se han hecho esperar. Estos efectos varían en función de diferentes factores, por ejemplo, la edad, los espacios, la violencia en el hogar, el desempleo, etc. Por ejemplo, los niños y niñas cuya principal fuente de socialización está en el contexto escolar, experimentan la pandemia de una manera diferente a la que lo hacen adultos mayores, o los padres y madres que deben continuar con sus trabajos además de apoyar a sus hijos en las actividades escolares en línea, ocuparse de las tareas domésticas, etc. También se experimentan diferentes efectos en función de los espacios en los que se vive, que van desde los muy reducidos, con poca luz y acceso limitado a parques y zonas verdes, hasta los más cómodos, luminosos y con disponibilidad de áreas para realizar actividades al aire libre

 Así, conforme los contagios avanzan, se hace cada vez más evidente la necesidad de ser más responsables, empáticos y solidarios, y de rescatar el significado de hacer comunidad. Y es que hacer comunidad, no solo es identificarse con algún grupo de personas y compartir con ellos, sino que también implica preocuparse y ser empáticos con ellos, pues lo que le pasa a una persona afecta a las demás.

Desde la Criminología Positiva, un enfoque de la prevención de la violencia y de la delincuencia que enfatiza los factores y experiencias positivas que llevan a fortalecer la justicia y la paz, se han venido estudiando los efectos de programas como el de Comunidades que cuidan (Communities that care) que buscan hacer consciencia sobre cómo los problemas de una persona que pertenece a la comunidad, afecta a todos, no exclusivamente a una familia o a un individuo. El mensaje de este tipo de programas es claro, y es que, para poder prevenir problemas sociales, la tarea es de todos los miembros de la comunidad. Este programa, es solo un ejemplo que nos da esperanza sobre el poder que tiene una comunidad que trabaja unida para lograr ciertos objetivos.

Si bien es cierto que nos encontramos en una situación distinta y nueva para nuestras generaciones, es imperante resaltar que la pandemia nos ha recordado que hacer comunidad, no solo implica el cuidarnos a nosotros mismos para cuidar a los demás, sino también el hecho de que, cuidando a otros, nos cuidamos a nosotros mismos.

La pandemia nos ha dejado claro que la forma más efectiva de cuidarnos y cuidar a los demás es quedándonos en casa, guardando distancia y utilizando las medidas sanitarias de lavado de manos frecuente y el uso de gel. Sin embargo, quedarse en casa no es posible para gran parte de la población, en un país como el nuestro en el que una gran parte de la población vive en pobreza.  Así mismo, la pandemia ha hecho aún más evidente la diferencia de oportunidades y de acceso a atención, por ejemplo, en el ámbito de la salud, entre ricos y pobres.

Se han visto muestras de solidaridad en la apertura de comedores donde se ofrece comida gratuita, o de lugares para pasar la noche en tiempo de invierno, por ejemplo, o en el respeto de las medidas sanitarias no solo para el bienestar propio, sino también para proteger a nuestros cercanos y a los desconocidos; pero estos esfuerzos siguen siendo parciales. Vivimos una situación de incertidumbre y de mensajes contradictorios, en la que por un lado se nos dicen las medidas sanitarias que mejor han funcionado, pero por otro lado algunos líderes políticos –admirados por muchos ciudadanos- muestran públicamente su desacuerdo con estas medidas, con lo cual se debilita la respuesta comunitaria de auto-cuidado y cuidado de otros.  

Estos tiempos realmente están siendo difíciles para todos, por ello demandan que actuemos con mayor cautela, con mayor cuidado propio y para otros. Los líderes sociales, económicos, políticos, académicos, tienen una gran responsabilidad. Lo quieran o no, son ejemplo para otros, es momento de que fortalezcan su imagen y sus acciones solidarias, empáticas y compasivas. En particular, las personas que pueden tomar decisiones que afectan a las mayorías, tienen la oportunidad de ser reconocidos y recordados por el liderazgo positivo que puede llevar a salvar vidas y mejorar las condiciones de vida de los miembros de sus comunidades y ciudades.

Cada uno de nosotros, como ciudadanos, tenemos también la oportunidad de apoyarnos en todo lo que sea posible, de fortalecer nuestros círculos de apoyo, de generar y fomentar nuevos lazos con otros. Siendo conscientes de las necesidades propias y de los demás, podemos ofrecer escucha, ayuda, compañía, consuelo, comprensión, compasión… tan necesarias en estos días. No solo se necesitan recursos materiales, es el momento de ofrecer también humanidad, en todo el sentido de la palabra. La discriminación, la diferencia, el odio no ofrecen alternativas ni soluciones, solo recrudecen y endurecen las dificultades que de por sí tenemos en esta situación. Por el contrario, la actitud positiva de comprensión y ofrecimiento de alternativas para contribuir al bienestar de todos no solo tiene efectos sobre las personas que las reciben, sino directamente en nosotros mismos; no hay nada que pueda darnos más satisfacción que el ayudar a otros y ser conscientes del efecto positivo que podemos tener en ellos, con todas las consecuencias que esto conlleva en nosotros –desde el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico hasta la posibilidad de contar con más personas cercanas y dispuestas a ayudarnos-.  

Finalmente, queremos dar las gracias y reconocer la valentía que han tenido muchas personas en estos tiempos, en particular a todos los que trabajan en los sectores de salud y de limpieza. No es momento de discriminar o de dar cabida al miedo, sino más bien, de reconocer a los héroes que día a día enfrentan esta difícil situación, y que con su vocación de ayuda y amor a su trabajo contribuyen a la prevención y a la atención de todas aquellas personas y familias aquejadas directa o indirectamente por la pandemia.

Tenemos una responsabilidad individual, pero también colectiva para cuidarnos, cuidar de otros, sobrevivir y, en lo posible, aprender de esta difícil situación para salir fortalecidos, para tener esperanza en un mundo mejor y ser parte de la construcción de paz desde diferentes ámbitos.

¡Saldremos de esto, y la mejor forma de hacerlo es juntos!

Les deseamos lo mejor en este fin de año y confiamos en que el 2021 será un año lleno de esperanza, con mejores condiciones de salud y de paz para todo el mundo.