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28 Abril 2024, Puebla, México.

Particularidades del libro de arte como género editorial y documento artístico / Revista Elementos BUAP

Cultura /Estilo /Universidades | Crónica | 1.MAR.2024

Particularidades del libro de arte como género editorial y documento artístico / Revista Elementos BUAP

La publicación de libros de arte atiende a un segmento de mercado compuesto esencialmente por académicos e interesados en el tema, coleccionistas y bibliotecarios.

Jenny Teresita Guerra González
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En el vasto ámbito editorial, el libro de arte es un género que requiere un proceso de edición y producción particular, a diferencia de lo que acontece con otros productos editoriales de ficción y no ficción como las novelas, los ensayos o los textos académico-científicos. A decir de Kathryn Brown, editora de “The Art Book Tradition in Twentieth-Century Europe”, el libro de arte promueve un conjunto de intercambios entre medios visuales y textuales que se materializan en el documento impreso a través de las guardas y el índice, secciones, imágenes, subtítulos y ensayos (2018). Aquel es un tipo de publicación con alta calidad gráfica –desde pruebas de color hasta opciones en papel, encuadernaciones en tela e impresión en foil1–, que brinda otras experiencias sensoriales de lectura y tiene un alto costo de producción con relación al libro industrial tradicional que se fabrica masivamente en tapa blanda (Phillips y Bhaskar, 2019).

     El valor de su soporte físico es tal que trabajos como el de McDermott y Dunigan (2013) han puesto de manifiesto la baja adopción de este género editorial en formato digital por parte de sus potenciales lectores, pero no así de su venta a través de canales electrónicos como las librerías en línea. Las innovaciones tecnológicas son limitadas en el diseño del libro de arte, ya que los actores de ese ecosistema editorial, como el autor, el editor y el bibliotecario de adquisiciones, muestran reticencias a la digitalización de los títulos. Situación que no ocurre, por otra parte, con los catálogos de las exposiciones que han derivado en plataformas web con amplios servicios de información derivados.

 

Figura 1. Libro de arte Manuel Felguérez. El futuro era nuestro (México: Museo Amparo/Instituto de Investigaciones Estéticas/UNAM, 199 pp. 2020). http://www.ebooks.esteticas.unam.mx/items/show/65.

 

     La publicación de libros de arte atiende a un segmento de mercado compuesto esencialmente por académicos e interesados en el tema, coleccionistas y bibliotecarios. El sector es tan importante que cuenta con ferias especializadas en todo el mundo como las Ferias del Libro de Arte de Los Ángeles, Nueva York, Singapur y  Melbourne, por mencionar algunas.

     La Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias tiene, a su vez, una sección de bibliotecas de arte que representa a las bibliotecas e instituciones vinculadas con este tipo de documentación textual y gráfica sobre artes plásticas, incluidas las bellas artes, las artes aplicadas, el diseño y la arquitectura (IFLA, 2019). Todo un ecosistema cultural e intelectual que ha crecido junto con el mercado internacional del arte en las últimas décadas.

 

Figura 2. Libro de arte Great Women Artists que documenta la obra de más de 400 mujeres artistas de más de 50 países. Abarca 500 años de historia creativa femenina. https://www.phaidon.com/store/art/great-women-artists-9780714878775/.

 

     Los libros de arte se conciben y ejecutan como proyectos editoriales2 a medida en los que confluyen artistas, diseñadores, comisarios, curadores, editores, galerías, museos, bienales y otras instituciones culturales, tanto públicas como privadas. Su publicación implica tocar aspectos de la cultura visual y material que configuran estéticas, mecanismos de selección de información y políticas editoriales específicas.

     Son instrumentos transmisores de contenidos editoriales relativos a la teoría, técnicas artísticas y modelos visuales asociados a la preservación y difusión del patrimonio artístico de personas, comunidades, movimientos, épocas, países o regiones (Soler i Fabregat, 2000).

     Los libros de arte han fungido como recursos didácticos y herramientas para la educación del gusto y el juicio estético, esto en un contexto en que el arte es parte de la cultura de masas (Groys, 2014). Contribuyen así a lo que la historiadora del arte Ann-Sophie Lehmann denomina “una alfabetización artística sobre el mundo del arte” (2016).

 

EL LIBRO DE ARTE COMO EJEMPLO DE DOCUMENTO ARTÍSTICO

 

Los documentos artísticos, entre los cuales se encuentran los catálogos de exposiciones, los carteles, las postales, los folletos, los programas, la correspondencia, las revistas y, por supuesto, los libros de arte, dan cuenta de acontecimientos estéticos, monografías de artistas, exhibiciones, instalaciones o proyectos (Cendoya, en Crespo Maclennan, 2022). A decir de Borys Groys (2016, 199), la documentación artística alude al arte, pero no es arte.

     Durante las últimas décadas, cada vez más exhibiciones e instituciones de arte incluyen, junto con las obras, su documentación: materiales informativos, interpretativos y de archivo para contextualizar, comprobar la autoría, dar crédito a las y los creadores, describir cómo se producen las obras, el papel de diferentes actores sociales en su financiamiento y circulación, etcétera. Todo ello mediado por actividades y protocolos de curaduría, visualización, análisis, escritura y lectura.

     En ese orden de ideas, el libro de arte documenta una exposición, la obra de un artista o movimiento; cubre tanto procesos como productos. Es un documento al cumplir con las siguientes especificaciones, delineadas por el profesor y bibliotecario Michael Buckland (2007):

a) Materialidad: todos los documentos tienen manifestaciones físicas integradas por textos, imágenes, diagramas, dibujos, modelos explicativos y sonidos. Estas quedan plasmadas en medios físicos como el papel, la cinta magnética o en medios digitales (bits).

b) Intencionalidad: un documento es creado con el objetivo de proporcionar evidencia de algo, o bien, transmitir un mensaje.

c) Codificación: el documento ha de identificarse en el marco de un modelo documental o en relación con otros objetos entendidos de manera similar. Esto permite analizar y comprender los objetos que convencionalmente no se consideran documentos.

d) Apariencia: el objeto debe percibirse como un documento en el sentido de que está hecho para construir, transportar y ofrecer información particular de un modo específico en un contexto concreto.

     Como documento artístico, el libro de arte permite observar, estudiar, leer, interpretar y comprender tanto las obras de arte como a los artistas, las distintas prácticas artísticas y los hechos artísticos. Posee así, un carácter semiótico o representacional que manifiesta discursos a partir de la transmisión de información especializada. Se ha de señalar que como registro documental el libro de arte condensa en su estructura cuatro dimensiones informativas: 1) la información intrínseca, que refiere a las propiedades físicas del “objeto libro”: de qué está hecho, su formato, contenido, público al que se dirige, etc.; 2) la información extrínseca determinada por factores culturales y sociales, como el contexto en el que se produjo el libro y cómo se creó o procesó la información; 3) la información constitutiva, relacionada con el estado psicológico (emociones y sentimientos) de la lectora o lector de la obra, y 4) la información privativa que proviene de las experiencias previas de la persona lectora (Kosciejew, 2018).

 

CONCLUSIONES

 

No obstante su presencia en el mercado editorial y la cultura globales, actualmente son escasas las investigaciones que se llevan a cabo en relación con el libro de arte. Distinto al libro ilustradoy al libro de artista,4 con los que se le suele confundir, este particular género editorial y de documentación artística es la razón de ser de más de 835 editoriales y departamentos, programas e iniciativas de publicaciones de museos, galerías y otras instituciones culturales o con vocación ligada al arte y la cultura, públicas y privadas en el mundo.5

     Por mencionar un caso, The Hamburger Kunsthalle, uno de los museos de arte más grandes de Alemania, publicó de 2017 a 2022, más de 80 libros sobre el particular. Qué decir del enorme esfuerzo que en México ha emprendido –desde la década de 1970– Fomento Cultural Banamex, con la edición de libros de arte sobre pintura barroca, arquitectura, fotografía y arte popular, fundamentales para conocer, divulgar e investigar la historia del arte nacional, así como ampliar las prácticas de lectura y constituir acervos y colecciones especializadas.

 

NOTAS

 

1      El foil es un proceso decorativo que se consigue al aplicar un papel metalizado por medio de una plancha especial a materiales como papel o cartón.

2      Esto corrobora lo que afirma el teórico de la información Michael Buckland, quien dice que la mayoría de los documentos son producciones sociales, no el trabajo de individuos. Una amplia variedad de personas está involucrada de diferentes maneras. Enfatiza que los documentos comúnmente tienen una serie de vidas, con diferentes actores involucrados de distintas maneras en etapas sucesivas (Buckland, 2007).

3      El libro ilustrado es un tipo de libro en el que el texto se acompaña de ilustraciones que refieren a la historia o tema abordados, por lo que, dado su carácter ornamental, aquellas pueden ser prescindibles para la comprensión de la obra.

4      El libro de artista es una obra realizada en su totalidad o mayor parte por un artista plástico. Combina diferentes lenguajes de comunicación y técnicas de producción. Suele aparecer como pieza única o en tirajes muy cortos.

5      Según datos de la plataforma Publishers Global a mayo de 2023. https://www.publishersglobal.com/directory/subject/art-publishers.

 

REFERENCIAS

 

Brown K editor (2018). The Art Book Tradition in Twentieth-Century Europe. New York: Routledge.

Buckland M (2007). Northern Light: Fresh Insights into Enduring Concerns in Skare, Lund and Varheim, 330.

Crespo Maclennan G (2022). El fotolibro, un bum que no cesa, Babelia, El País, 08 de junio. https://elpais.com/babelia/2022-06-09/el-fotolibro-un-bum-que-no-cesa.html.

Gorichanaz T and Latham K (2016). Document Phenomenology: A Framework for Holistic Analysis. Journal of Documentation 72:1117-18.

Groys B (2016). Arte en flujo. Ensayos sobre la evanescencia del presente, Buenos Aires: Caja Negra Editora.

Groys B (2014). Volverse público. Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea. Buenos Aires: Caja Negra Editora.

Kosciejew M (2018). Documentation and the Information of Art. Tate Papers 29. https://www.tate.org.uk/research/tate-papers/29/documentation-and-the-information-of-art.

Lehmann A (2016). Cube of Wood. Material Literacy for Art History. Inaugural Lecture. University of Groningen, Groningen Netherlands. http://www.rug.nl/news-and-events/events/inauguration/2016/0412-lehmann-bluhm?lang=en.

McDermott I & Dunigan E (2013). Art Book Publishing: Past, Present, Future. Art Documentation: Journal of the Art Libraries Society of North America 32:239-252. https://www.journals.uchicago.edu/doi/abs/10.1086/673515.

Phillips, A & Bhaskar M (2019). The Oxford Handbook of Publishing. Oxford: Oxford University Press.

Soler i Fabregat R (2000). El libro de arte en España durante la edad moderna. Gijón: Ediciones TREA.

 

Jenny Teresita Guerra González
Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información
Universidad Nacional Autónoma de México