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7 Septiembre 2024, Puebla, México.

Colibrí tijereta mexicano, ¿símbolo de conservación? / Revista Elementos BUAP

Naturaleza y sociedad | Crónica | 26.MAY.2024

Colibrí tijereta mexicano, ¿símbolo de conservación? / Revista Elementos BUAP

Fernando González García, Juan Francisco Ornelas, Diego Santiago Alarcón
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El estudio de los colibríes y las plantas de las que obtienen néctar se ha utilizado como modelo para examinar procesos ecológicos y evolutivos debido a su dependencia mutua. Los colibríes, con más de 338 especies, exhiben una variedad de características que incluyen forma y tamaño corporal, tamaño y curvatura de los picos, así como diferentes modos de vuelo y comportamientos para obtener néctar de más de 1,000 especies de plantas. Su distribución geográfica también varía, desde especies con un rango de distribución limitado hasta aquellas con distribución continental.

     Al construir redes de interacciones planta-polinizador, podemos comprender el grado de especialización de los colibríes hacia ciertas especies de plantas y evaluar la resistencia de estas redes de interacciones ante la extinción de alguna de ellas. A nivel continental, se ha observado que a mayor especialización de las comunidades de colibríes hacia las plantas de las que obtienen néctar, mayor es el número de especies de colibríes con rangos de distribución pequeños. Esto sugiere que la estabilidad climática a lo largo de períodos prolongados puede ser la causa de la alta especialización de los colibríes con distribución restringida. Como resultado, las comunidades de especies de colibríes con rangos de distribución restringida son más vulnerables a los cambios ambientales (Sone et al., 2016).

     En México hay alrededor de 58 especies de colibríes. Algunas de estas especies tienen una distribución marginal en el país debido a su distribución más al norte en términos latitudinales. Otras especies tienen un rango de distribución amplio, y se encuentran en los bosques templados de México. Sin embargo, también hay especies con una distribución geográfica muy restringida. Aunque no se cuenta con datos sobre el tamaño de las poblaciones de las especies de colibríes con distribución restringida, la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) considera que el tamaño de las poblaciones de diversos colibríes está disminuyendo y las categoriza como amenazadas o vulnerables. Al tener un rango de distribución más pequeño, estas especies suelen ser más exigentes en cuanto a los recursos que consumen, lo que las hace más vulnerables a la destrucción del hábitat o a las disrupciones en su dieta especializada causadas por el cambio climático. Es fundamental implementar estrategias de conservación dirigidas a proteger y restaurar los hábitats clave para estas especies, así como abordar los factores que contribuyen a su declive poblacional.

 

LA HISTORIA DE DORICHA ELIZA

 

El colibrí tijereta mexicano (Figura 1), también conocido como colibrí cola hendida o colibrí de Elisa, es una especie de colibrí residente en México. Fue descrito por René Primevére Lesson, un cirujano, botánico y naturalista francés, junto con el ornitólogo Adolphe Delattre, en 1839. Se le dio el nombre binomial de Doricha eliza, siendo “Doricha” referencia a una famosa cortesana griega o hetaira, y “eliza” en honor a Élise Lefèvre, esposa del zoólogo francés Amédée Lefèvre (Jobling, 2010). A nivel global, el colibrí tijereta mexicano está categorizado como “casi amenazado”, pero a nivel nacional se encuentra en peligro de extinción debido a varios factores y amenazas. Estos incluyen un tamaño de población reducido, estimado en alrededor de 2,500 individuos, así como la destrucción de su hábitat debido a la transformación de áreas de reproducción en zonas urbanas y áreas de cultivo, principalmente de limón, chile y caña de azúcar (BirdLife International, 2021).

     Esta especie de colibrí ha sido reportada en dos áreas de distribución disyuntas. Una se encuentra en la región central de Veracruz y la otra en la parte norte de la costa de la península de Yucatán a una distancia de aproximadamente 900 km. Se registró por primera vez en las cercanías de Xalapa, Veracruz, posiblemente a unos 8 km al noreste de la ciudad, antes de 1829, y fue reportado en 1839. También se ha registrado en Yucatán, según las colectas de G. F. Gauner en 1890. Varios naturalistas de la época lo registraron cerca de Xalapa, Veracruz, y en Llano de Camarones, cerca de la ciudad de Veracruz (Loetscher, 1941). Además, fue avistado en Jesús Carranza, Veracruz, en 1937. En 1939, se colectó un ejemplar a 8 km al este de Xalapa (espécimen MLZ 22897: Moore Lab. Of Zoology, Occidental College, Los Angeles, colectado por C. C. Lamb). Entre 1963 y 1971 se observaron dos individuos en Veracruz, aunque no se conoce el sitio exacto de los avistamientos. La mayoría (77 %) de los especímenes conocidos de esta especie en colecciones ornitológicas provienen de Yucatán (Ortiz-Pulido et al., 2002).

     El colibrí tijereta mexicano habita principalmente en pastizales naturales, selvas bajas caducifolias, matorrales áridos, zonas abiertas, ecotonos de selva y manglares, zonas de cultivo como limonares, tomatales y cañaverales, así como en acahuales y potreros dominados por árboles del género Acacia (huizachales). También se le puede encontrar en jardines y huertos familiares, tanto en áreas rurales como urbanas en su actual distribución. Tanto los adultos como los jóvenes se alimentan del néctar de varias especies de plantas (Tabla 1) y complementan su dieta con pequeños artrópodos (Díaz-Valenzuela et al., 2011; Medina-van Berkum et al., 2016).

 

LA HISTORIA NATURAL DE DORICHA ELIZA

 

En la zona central de Veracruz, el colibrí tijereta mexicano se encuentra desde la costa hasta altitudes de 1,200 a1, 400 metros sobre el nivel del mar (msnm). Se ha registrado en varias localidades costeras, como Rincón de la Palma y Playa Salinas en el sur de su distribución, hasta Playa El Viejón en el norte. Hacia el oeste y suroeste se ha observado en el Espinal Naolinco, Tuzamapan, Jalcomulco y Colonia Francisco Barrios. Los municipios de Emiliano Zapata y Xalapa son áreas donde se ha reportado con mayor frecuencia. La época reproductiva de esta especie abarca de mayo a septiembre, aunque en la península de Yucatán parece ser más prolongada: desde marzo hasta noviembre (Santamaría-Rivero et al., 2013). Los lugares de anidación se encuentran a elevaciones superiores a los 800 msnm. Durante la reproducción, el colibrí tijereta mexicano anida en diferentes especies de plantas, como Solanum houstonii (Solanaceae), Mimosa albida (Fabaceae), Calea urticifolia (Asteraceae), Acacia farnesiana (Fabaceae) y en palmas. Las plantas de SolanumMimosa y Acacia, que tienen espinas, parecen ser las preferidas para la anidación (Díaz-Valenzuela et al., 2011). Los nidos se construyen cerca de cuerpos de agua, caminos y a veces en grupos, a menos de 2 metros de altura. Por lo general, los nidos tienen forma de pequeñas copas y están hechos de telarañas y material vegetal como hojas, ramitas delgadas, semillas y fibras blancas de pastos. También utilizan algodón. En Yucatán anidan en árboles como guamúchil, higuerilla, guaje, mangle blanco y en estructuras urbanas como hamaqueros y portones (Santamaría-Rivero et al., 2013; Soberanes-González y Schulenberg, 2020).

     Durante la temporada de reproducción, las hembras construyen el nido, incuban los huevos y cuidan de los polluelos. Por otro lado, los machos se dedican a buscar y defender los territorios de anidación. Dentro de estas áreas, los nidos pueden estar relativamente cerca uno de otro y los machos los visitan regularmente.

     Durante estas visitas, los machos realizan comportamientos de exhibición frente a las hembras en los nidos, como una especie de danza pendular y vuelos verticales elevados, llegando a elevarse hasta 30 metros para luego descender rápidamente cerca del nido en un vuelo en forma de “misil” (Díaz-Valenzuela et al., 2011; Sobernanes-González y Schulenberg, 2020). Los polluelos son alimentados por las hembras algunos días después de abandonar el nido, aunque la duración exacta de este período se desconoce.

 

¿UN SÍMBOLO DE CONSERVACIÓN EN VERACRUZ?

 

Estudios moleculares recientes indican que las poblaciones de colibrí Doricha eliza que están aisladas entre Veracruz y Yucatán son genéticamente distintas. El flujo genético entre las dos poblaciones es muy limitado, lo que ha llevado a marcadas diferencias genéticas y morfológicas entre los individuos de ambas regiones. Lo anterior también está relacionado con las diferencias climáticas entre regiones y su probable aislamiento durante los últimos 120,000 años (Licona-Vera y Ornelas, 2014).

     Estas diferencias podrían sugerir que las dos poblaciones son especies diferentes, lo que podría considerarse como dos especies endémicas, una en Veracruz y otra en Yucatán.

     Sin embargo, se requiere un estudio detallado de la historia natural, los recursos florales, el comportamiento reproductivo y las posibles diferencias en los despliegues nupciales, vocalizaciones y sonidos producidos durante los despliegues por parte de los machos, para confirmar su estatus como especies diferentes.

     Hasta la fecha, se considera que las poblaciones en Veracruz son vulnerables a la extinción. Se ha propuesto que se les otorgue una categoría de vulnerabilidad estatal alta, equivalente a la categoría de Peligro de Extinción según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-2010. Los pastizales naturales de la región central de Veracruz son fundamentales para la anidación del colibrí tijereta mexicano y, por lo tanto, para su supervivencia a largo plazo. Sin embargo, estos pastizales están en peligro de desaparecer debido a la conversión continua a áreas de cultivo, potreros y desarrollo urbano. La preservación a largo plazo de estos pastizales naturales es de vital importancia para la conservación de esta especie de colibrí.

     Aunque el colibrí tijereta mexicano puede tolerar cierta alteración de su hábitat y hacer uso de áreas con vegetación estructurada, el cambio completo en el uso del suelo puede afectar su supervivencia a largo plazo al impactar los sitios de anidación y alimentación. Sería recomendable realizar un estudio sobre los posibles efectos del cambio de uso del suelo, como cultivos, desarrollo urbano y pastoreo, para ayudar en la formulación de estrategias de conservación y la toma de decisiones de manejo, especialmente en los municipios con mayor número de registros de presencia del colibrí tijereta mexicano.

     Es importante destinar áreas de conservación que promuevan la presencia de plantas nativas utilizadas por esta especie para alimentarse y anidar.

     La designación de áreas de conservación con una matriz heterogénea de vegetación, como sabanas, selvas bajas y vegetación secundaria, sería altamente deseable. En Yucatán, existen cuatro reservas (Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, Reserva Estatal de Dzilam de Bravo, Reserva Zona Sujeta a Conservación Ecológica El Palmar, Reserva de la Biosfera Ria Celestún) que protegen al colibrí tijereta mexicano (Ortiz-Pulido et al., 2022; Díaz-Valenzuela et al., 2011); mientras que, en Veracruz, aparte de algunas áreas privadas de conservación, como la Reserva Natural Xocotitla en Paso de Ovejas, el Centro de Investigaciones Costeras La Mancha y la Reserva Ecológica Cansaburro, en Actopan, se requiere una mayor atención y esfuerzos de conservación.

     Se estima que entre el 15 % y el 49 % de la población de esta especie se ha perdido en el último siglo debido a la pérdida de hábitat. La conservación de las poblaciones del colibrí tijereta mexicano en Veracruz, especialmente en áreas que están experimentando una transformación severa, podría convertirse en un hito para la conservación de la biodiversidad en el estado, donde su distribución es mucho más restringida que en la península de Yucatán (Ortiz-Pulido et al., 2002).

     En resumen, la conservación a largo plazo del colibrí tijereta mexicano requiere la protección de los pastizales naturales, la identificación de áreas de conservación adecuadas, la comprensión de las diferencias genéticas y morfológicas entre las poblaciones, y la implementación de estrategias de manejo y conservación que promuevan la presencia de plantas nativas utilizadas por esta especie. Esto ayudará a salvaguardar a este pequeño colibrí y asegurar su supervivencia en el futuro.

 

REFERENCIAS

 

BirdLife International. 2021. Doricha eliza. The IUCN Red List of Threatened Species 2021: e.T22688175A178592944. Recuperado de: https://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2021-3.RLTS.T22688175A178592944.en.

Díaz-Valenzuela R, Lara-Rodríguez NZ, Ortiz-Pulido R, González-García F and Ramírez Bautista A (2011). Some aspects of the reproductive biology of the Mexican Sheartail (Doricha eliza) in Central Veracruz. Condor 113:177-182.

Jobling JA (2010). Helm Dictionary of Scientific Bird Names. Christopher Helm and A & C Black Publishers, Ltd, London.

Licona-Vera Y and Ornelas JF (2014). Genetic, ecological and morphological divergence between populations of the endangered Mexican Sheartail Hummingbird (Doricha eliza). PLoS ONE 9 (7):e101870. https://doi:10.1371/journal.pone.0101870.

Loetscher FW (1941). Ornithology of the Mexican state of Veracruz, with annotated list of birds. PhD. Thesis. Cornell University. Cornell, Ithaca, USA. 989 pp.

Medina-van Berkum P, Parra-Tabla VP y Leirana-Alcocer J (2016). Recursos florales y colibríes durante la época seca en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, Yucatán, México. Huitzil 17:244-250.

Ortiz-Pulido R, Peterson AT, Robbins B, Díaz R, Navarro AG and Escalona-Segura G (2002). The Mexican Sheartail (Doricha eliza): morphology, behavior, distribution, and endangered status. Wilson Bulletin 114:153-160.

Santamaría-Rivero W, Mackinnon B y Leyequién E (2013). Registros de anidación del colibrí tijereta mexicano (Doricha eliza) en el estado de Yucatán, México. Huitzil 14:139-145.

Soberanes-González CA and Schulenberg TS (2020). Mexican Sheartail (Doricha eliza), version 1.0. En Schulenberg TS (Ed.), Birds of the World. Cornell Lab of Ornithology, Ithaca, NY, USA. Recuperado de: https://doi.org/10.2173/bow.mexshe1.01.

Sonne J, Martín Gonzále AM, Maruyama PK et al. (2016). High proportion of smaller-ranged hummingbird species coincides with ecological specialization across the Americas. Proceedings of the Royal Society B 283:20152512.

 

Fernando González-García
Red Biología y Conservación de Vertebrados
Instituto de Ecología, A. C.
 
Juan Francisco Ornelas
Red Biología Evolutiva
Instituto de Ecología, A. C.
 
Diego Santiago Alarcón
Department of Integrative Biology
University of South Florida