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11 Diciembre 2024, Puebla, México.

Carlos Arellano, La Palabra y el hombre: la bohemia en Puebla / Mar Ortiz y Abraham Castillo

Cultura /Universidades | Entrevista | 11.NOV.2024

Carlos Arellano, La Palabra y el hombre: la bohemia en Puebla / Mar Ortiz y Abraham Castillo

La palabra y el hombre. Revista de la Universidad Veracruzana

(La palabra y el hombre. Revista de la Universidad Veracruzana, ha dedicado su número 69, julio-septiembre de 2024, a Puebla. En la sección “Arte” incluye una entrevista al cantante y compositor Carlos Arellano, quien el próximo viernes 15 de noviembre, se presentará en el Café con letras, en la Calle 12 número 406, en el Paseo de San Francisco donde, por cierto, está a la venta el ejemplar de la publicación universitaria, lo mismo que en la Librería León, de la Avenida 3 Poniente número 318 en el Centro Histórico de la Angelópolis. Con la autorización de la coordinadora del número 69 de la antedicha publicación, la doctora Diana Isabel Hernández Juárez, reproducimos la entrevista que Ortiz y Castillo hicieron al trovador Carlos Arellano y que aparece en las páginas 45-47). (Moisés Ramos Rodríguez)

 

 

 

Del rock a la trova: Carlos Arellano

Mar Ortiz y Abraham Castillo

 

Para Carlos Arellano “vivir de la música es heroico”. No basta solo con componer y cantar, muchos cantautores tienen que emplearse en diversas actividades para sobrevivir; en su caso, una temporada fue panadero. También rodó por el mundo, como una experiencia vital para enriquecer su visión y contacto con la música.

Considerado uno de los mejores compositores y escritores del rock mexicano y de la música popular del país desde 1987 —cuando publicó su primer disco, Canciones domésticas—, este trovador poblano ha persistido en su empeño musical por casi cuarenta años. Sus otras producciones son: El baile de las cosas (1990), Nada en su sitio (1994), En vivo en el Teatro Ciudadela (1996), La jauría (1997), Zombra cero (2007) y SIN (Full álbum) (2024).

El autor rememora:

Empecé en la música por asuntos de familia. Yo soy el quinto de seis hermanos y mi padre tocaba la guitarra, boleros; nunca profesionalmente, era para las fiestas familiares. Entonces yo nazco en una familia con música, con guitarras permanentemente en la casa. Mis hermanos mayores y yo aprendemos a tocar como algo natural. Cuando tenía unos dieciséis años escribí mis primeras canciones; tenía la intuición de que eran letras de principiante, por lo que no las mostraba a nadie y las fui acumulando.

Recuerda que asistió al concierto de “Three Souls in my Mind”, que fue el antecesor del Tri de Alex Lora, en Ciudad Universitaria. Fue un acontecimiento de alta relevancia en su vida, que en ese momento lo llevó al rock, a escucharlo y después a interpretarlo.

Más adelante, se encontró con la trova, a raíz de los movimientos revolucionarios en América Latina, en medio de la ola de exiliados chilenos y argentinos que vinieron a México, en particular a Puebla y al entonces Distrito Federal. Se generó un ambiente de peñas, de música folclórica y de lo que entonces se llamaba “canto nuevo”: música comprometida políticamente con la izquierda, reivindicativa de los movimientos sociales y de las luchas políticas latinoamericanas. Con ese contacto, encontraría nuevas influencias, con autores como Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Ir del rock a la trova lo llevó a discusiones fuertes con sus compañeros, que consideraban al rock como música imperialista, en contraposición con el folclor y el nuevo canto como la “neta”. Pero, aunque dejaron de tocar rock, siguieron escuchándolo y comprando sus discos.

            En 1982, junto con el escritor poblano Alejandro Meneses, comenzó a hacer una especie de colectivo, con la idea de crear una ópera rock que se llamaba “Los motivos del insomnio”. El proyecto no funcionó, pero de eso surgió el grupo Tierra baldía. Luego se volvió solista; en esa época también musicalizó poesía, “queriendo entender el asunto de las palabras”.

Momento clave fue un viaje de ocho meses a España y Francia:

En el 84 me voy de músico callejero, me voy a vagar y a cantar las canciones que yo nunca cantaba: “Cielito lindo”, “Solamente una vez”, “El rey”; las clásicas de la música popular mexicana, boleros que yo había escuchado mucho; y entonces resulta que en esa estancia empiezo a componer mis primeras rolas, con las que me siento contento, encuentro una voz con la que tengo menos vergüenza. Regreso en el 85 buscando cómo ganarme la vida, porque había dejado todo, y me convierto en panadero de día y en compositor por las noches. Era un músico que no tocaba, no me presentaba en ningún lugar, porque trabajaba en la panadería y en las noches escribía mis rolas; de ahí lo de Canciones domésticas, porque era un trabajo muy de casa. Entonces grabo mi primer disco con Helio Huesca, y el apoyo de mis compañeros y amigos.

 

Ella lo ama, él también - YouTube

 

En aquella época, era complicado grabar y producir discos sin el respaldo de una disquera debido a que los músicos independientes tenían que reunir una considerable cantidad de dinero para pagar la producción y darlos a conocer al público. El principal medio de difusión era la radio, misma que estaba cerrada a las propuestas alternativas. Ahora, con la tecnología, se facilita el proceso de creación musical, debido a las herramientas de grabación y los programas de edición, que ya no hacen totalmente necesaria la cabina.

De ese primer disco sacamos mil vinilos; imagínense lo que significaba eso. Llegar a mi casa con cajas y decir ¿qué hago con esto? La única forma que teníamos era distribuirlos de mano en mano en las presentaciones con familiares y amigos; la distribución masiva estaba en manos de las transnacionales. Entonces, antes de que existieran las redes y las plataformas, el lado flaco de los independientes era la distribución. Producías un disco a jalones, te prestaban dinero, juntabas y ya lo tenías, pero luego decías ¿cómo los vendo? ¿Cómo hago que mi disco esté en Chihuahua? ¿Cómo hago que mi disco se escuche en Yucatán?

Algunos de los foros independientes que han promovido las propuestas musicales alternativas en Puebla, han sido el Café Teorema (ya desaparecido), el Café Galería Amparo y El Breve Espacio, lugares que dan oportunidad a los nuevos artistas.

La canción todo el tiempo está en movimiento, se está moviendo y se cruza por muchos caminos. Es decir, hay gente joven y cada vez menos prejuiciosa de sus propias letras. Así vengan del blues, quieren hacer bolero, coquetean con el rap, con el hiphop. Entonces, en general, la canción tiende a estar cruzada por las otras músicas. Puebla tiene grandes compositores. Hay generaciones que están saliendo, desde los que hacen trova o rock. Creo que hay mucho todavía por donde ha de llegar la inspiración. Además, la canción se da por cuestiones naturales y aquí hay mucha creatividad.

La Jauría” álbum de Carlos Arellano en Apple Music

 

El compositor valora que los jóvenes autores se den cuenta que tienen que hacer empresa y ser más organizados para poder vivir de la música. “En mi generación éramos más deschavetados y por tanto desorganizados”. Por ello, afirma que la gran diferencia generacional radica en eso: hacer de la creación musical una empresa formal.

Carlos Arellano considera que las nuevas tecnologías de la información son muy favorables para los artistas:

Cuando aparecen internet y las redes sociales, la distribución de contenidos se resuelve para nosotros, esa parte ruda de la difusión; entonces a muchos nos facilitó las cosas. Eso no quiere decir que se solucionó todo y que el éxito llegó, pero sí nos resolvió una parte muy importante; eso ha jugado a nuestro favor. Hay una discusión entre músicos a nivel mundial, porque las plataformas pagan muy poco. Mucha gente no quiere meter su música en esas empresas, por lo gandallas que son. Y es cierto, pero si no estás ahí, no estás en el mundo, y entonces tienes que sopesar una cosa por la otra. Las redes sociales se han convertido en aliadas para compartir nuevos talentos y dar publicidad a nuestras presentaciones. La lucha entre géneros siempre existirá, pero queda en cada músico sacar lo mejor de sí.

Congruente con sus palabras, Carlos Arellano acaba de colocar su nueva producción musical, titulada SIN (Full Álbum) (2024), en las plataformas musicales de YouTube y Spotify. Algunos de los temas son: “Luz que alinea”, “Bloqueado”, “Soledad y silencio”, “Giré” y “Rabia encendida”.

Carlos Arellano | SIN (FULL ALBUM)