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10 Abril 2025, Puebla, México.

La caída de dos aves azules en el IMACP / Ivanhoe Abraham García Islas

Cultura /Ciudad /Gobierno | Opinión | 5.ABR.2025

La caída de dos aves azules en el IMACP / Ivanhoe Abraham García Islas

Un cuestionamiento de la política cultural en la ciudad de Puebla

La trayectoria de Anel Nochebuena Escobar en el ámbito cultural poblano ha estado marcada por una constante: la distancia entre su discurso sobre la democratización del arte y las decisiones prácticas que caracterizan su gestión. A lo largo de su recorrido por diversas instituciones culturales, Nochebuena ha exhibido una preocupante tendencia a priorizar lo banal sobre lo sustancial, lo comercial sobre lo trascendente, acompañada de una opacidad administrativa que ha caracterizado cada una de sus gestiones. Los criterios de selección de proyectos, la asignación de recursos y los procesos de toma de decisiones han permanecido consistentemente en las sombras, generando un comprensible malestar entre la comunidad artística poblana.

Su actual período al frente del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP) no ha supuesto un cambio de rumbo. La reciente decisión de financiar una exposición en el Consulado de México en Nueva York de Esteban Fuentes de María ilustra con claridad las deficiencias de una administración que parece carecer de criterios sólidos para la selección y promoción de creadores. ¿Cuántos artistas poblanos con trayectorias sólidas y propuestas relevantes han sido sistemáticamente ignorados mientras se destinan recursos públicos para promover internacionalmente a alguien principalmente conocido por su presunta implicación en delitos contra la fauna silvestre?

A pesar de contar con estudios doctorales, Nochebuena parece ignorar, o elegir convenientemente olvidar, criterios académicos fundamentales para la evaluación y selección de propuestas artísticas. El rigor metodológico que debería esperarse de alguien con formación académica avanzada brilla por su ausencia en una gestión marcada por decisiones arbitrarias e inexplicables desde cualquier perspectiva de política cultural seria. Sin embargo, su defensa del trabajo de Fuentes de María, detenido en 2022 por intentar comercializar un mono araña, especie protegida según la NOM-059-SEMARNAT-2010 revela una preocupante desconexión entre su formación teórica y su práctica administrativa.

“El arte no es un tema politizable, el IMACP está abierto para todos” declaró Nochebuena cuando fue cuestionada sobre esta decisión. Estas afirmaciones, aparentemente inclusivas, ignoran principios fundamentales de la gestión cultural contemporánea. Como señalan teóricos como García Canclini, toda política cultural implica una toma de posición ética. Pretender que el apoyo institucional a ciertos creadores es "neutral" constituye, en el mejor de los casos, una ingenuidad conceptual; en el peor, una deliberada evasión de responsabilidad.

La gestión de Nochebuena ha estado consistentemente marcada por la opacidad en la selección de proyectos y la asignación de recursos. Los criterios mediante los cuales ciertos artistas reciben apoyo institucional mientras otros son sistemáticamente ignorados permanecen en el ámbito de lo misterioso. Esta falta de transparencia ha generado un comprensible malestar entre la comunidad creativa local, que percibe al IMACP como una institución ajena a sus necesidades e intereses.

El caso de la rehabilitación del Complejo Museístico la Constancia Mexicana, proyecto que Nochebuena supervisó durante su etapa como directora Estatal de Museos, ilustra perfectamente esta problemática administración de recursos culturales. Según declaraciones oficiales iniciales, el proyecto contemplaba una inversión estimada de 16 millones de pesos; sin embargo, al concluir se reportó un gasto de 50 millones. Esta significativa disparidad presupuestaria fue señalada públicamente por el gobernador Alejandro Armenta. Este caso ejemplifica los cuestionamientos públicos que han surgido respecto a la transparencia en la administración de fondos culturales bajo su gestión.

En 2021, artistas locales denunciaron a Fuentes de María por utilizar a niños en situación de calle para intervenir un mural. La respuesta institucional del IMACP, dirigido por Nochebuena, fue el silencio. Este episodio evidencia un patrón preocupante: mientras ciertos creadores reciben protección institucional independientemente de prácticas cuestionables, las voces críticas dentro de la comunidad artística son sistemáticamente ignoradas.

Las declaraciones de Nochebuena en defensa de Fuentes de María revelan una inquietante tendencia a banalizar consideraciones éticas fundamentales en la práctica artística. Su intento de normalizar conductas delictivas bajo el manto de la "libertad creativa" demuestra una superficialidad conceptual incompatible con la responsabilidad de dirigir una institución cultural pública. Esta postura no solo legitima comportamientos cuestionables, sino que establece precedentes peligrosos sobre los límites éticos del quehacer artístico apoyado con recursos públicos.

El problema de fondo no radica en Fuentes de María como individuo, sino en un modelo de gestión cultural que prioriza las relaciones personales sobre el mérito artístico, la espectacularidad mediática sobre la consistencia conceptual, y la improvisación sobre la planificación estratégica. Bajo la administración de Nochebuena, el IMACP ha devenido en una institución que parece confundir la polémica con la relevancia, el escándalo con la innovación, y la provocación gratuita con la experimentación estética genuina. Este desenfoque conceptual ha resultado en el apoyo institucional a personajes de cuestionable aportación al panorama artístico, mientras creadores serios con propuestas sustantivas permanecen en la periferia del reconocimiento oficial.

La exposición "Laberintos", que supuestamente abordará "la idea de los caminos que recorren los migrantes para alcanzar el sueño americano", ejemplifica una aproximación frívola a temáticas que merecerían un tratamiento riguroso. La decisión de que Fuentes de María viaje "sin maleta y solo con su material de dibujo" como gesto simbólico de solidaridad con los migrantes constituye una banalización ofensiva de experiencias humanas marcadas por el sufrimiento y la vulnerabilidad.

La distancia entre el discurso institucional y las prácticas concretas del IMACP ha generado un creciente escepticismo entre la comunidad cultural. La retórica de democratización y acceso contrasta dramáticamente con una realidad donde los recursos y oportunidades fluyen hacia un círculo privilegiado de personajes mediáticos, muchos con antecedentes controvertidos. Este sistema de favoritismo ha contribuido a deteriorar la credibilidad de una institución que debería fungir como pilar del desarrollo cultural local.

Una institución cultural pública debe fundamentarse en criterios transparentes que privilegien la calidad, relevancia social e integridad ética. El IMACP, bajo la actual dirección, parece operar con parámetros ajenos a estos principios básicos. ¿Qué mensaje transmite a la sociedad y a la comunidad artística cuando destina recursos públicos a la promoción internacional de un personaje con antecedentes legales, mientras muchos creadores con propuestas significativas permanecen invisibilizados?

El panorama cultural de Puebla merece una gestión profesional, transparente y verdaderamente comprometida con el desarrollo artístico local. Mientras el IMACP continúe priorizando las relaciones personales sobre el trabajo artistico de calidad, la distancia entre la institución y la comunidad creativa seguirá ampliándose.

Puebla, con su patrimonio cultural y su amplia y creciente oferta creativa, merece instituciones a la altura de su comunidad artística. Una gestión cultural que trivializa los contenidos, que es opaca en sus procedimientos y distante de los creadores locales, difícilmente podrá contribuir a ese objetivo.

Ivanhoe Abraham García Islas