Ciudad | Investigación | 12.ABR.2025
Para entender lo que ha ocurrido con Proyecta-Lomas de Angelópolis / Sergio Mastretta

Poderes fácticos en Puebla: Grupo Proyecta y la derrota de los ejidos contra Lomas de Angelópolis. Una mirada larga
El planteamiento sobre Grupo Proyecta y Lomas de Angelópolis del gobernador poblano Armenta planta para el debate público un asunto estratégico para la ciudad. Grupo Proyecta es sin duda un grupo de poder fáctico en Puebla, y más ahora, con la venta del 51 por ciento de las acciones a Grupo México, de Germán Larrea. El gobernador ha denunciado de manera inexacta que el territorio de Lomas de Angelópolis formó parte de las expropiaciones de tierra ejidal a principios de los años noventa del siglo pasado que dio lugar al Programa Regional de Ordenamiento Territorial de Angelópolis, cuando lo que ha ocurrido es la apropiación por la vía de la venta en gran medida ilegal de los ejidos por unos particulares que no han tenido escrúpulos en fundar su desarrollo en la corrupción de autoridades ejidales, funcionarios del Registro Agrario Nacional, de las alcaldías de San Andrés Cholula y Santa Clara Ocoyucan y con la venia y la satistacción de las autoridades estatales y federales que han visto el avance sin freno y ordenamiento alguno por estos desarrolladores. Armenta fue todavía más lejos y cuestionó la expropiación de la tierra de los pueblos campesinos, al calificarla como una gran injusticia.
Publicamos este reportaje el 13 de mayo de 2018, hace ya casi siete años. El crecimiento de los desarrollos urbanos del grupo Proyecta no han hecho más que crecer todavía más hacia los cerros en Malacatepec. La investigación ayuda a entender lo que ha supuesto para la ciudad de Puebla la pérdida de toda la reserva agraria al sur poniente del río Atoyac.. Lomas de Angelópolis creció sin control alguno y a la vista y con la venia de los poderes fácticos existentes, empezando por el que controla el aparato de gobierno del estado de Puebla. Montaron sus desarrollos sobre el sistema público de agua potable y sin la preocupación mínima sobre el destino de sus aguas residuales. Ese es tan solo uno de los enormes problemas que la ciudad está obligada a enfrentar en esto años inmediatos que vienen. Y eso es justo lo que se debe estar discutiendo. Sergio Mastretta
Pero la realidad es otra ante el modelo de ciudad global, de la oferta y la demanda, es decir, se conforma la ciudad del “laissez faire”, del “todo se vale” mientras haya un cliente dispuesto a adquirir ese producto. (Noam Chomsky)
Para entender a la ciudad de la exclusión hay que tener la mirada larga.
Y asimilar lo que los cambios a la Constitución de la república y el uso patrimonial de la figura legal del dominio pleno arrastran para el futuro irreversible de una ciudad.
La ciudad de Puebla ha crecido en los últimos treinta años a costa de los ejidos de los pueblos originarios de los municipios de San Pedro Cholula (Momoxpan), San Andrés Cholula (Tonantzintla, Tlaxcalancingo y Cacalotepec) y Santa Clara Ocoyucan (Santa Clara Ocoyucan y Santa María Malacatepec). Igual por la vía de la expropiación directa por causa de utilidad pública --la Vía Atlixcáyotl y el Programa Regional de Ordenamiento Territorial de Angelópolis se llevaron en 1993 de un tajo más de 1,100 hectáreas--, que por la vía de la compra de la propiedad ejidal por las empresas desarrolladoras de La Vista y Lomas de Angelópolis bajo los términos de la reforma del artículo 27 Constitucional que desde 1992 ha permitido la privatización de los ejidos. Para el 2018 los pueblos ya han perdido alrededor 2,000 hectáreas, una gran parte de ellas ya cercadas por las bardas de la exclusión social.
Sumadas, entre compras y expropiaciones, los pueblos campesinos al poniente y sur de la ciudad de Puebla han perdido al menos 3000 hectáreas ejidales. Un número que se dice fácil, pero que corresponde a una enorme porción del centro de la metrópoli poblana.
Ello ha supuesto la pérdida casi total de la reserva agraria al sur-poniente de la ciudad de Puebla, en la ribera cholulteca del río Atoyac. Apenas somos conscientes de las consecuencias ambientales y sociales que acarrea la avanzada irrefrenable del desarrollo inmobiliario impuesto por las empresas que han encabezado este proceso ya irreversible –en La Vista el apellido Peralta y en Lomas de Angelópolis los apellidos Posada-Aspe Armella--, siempre de la mano de un Estado ausente por no decir fallido en su función reguladora del crecimiento de la zona metropolitana de la capital poblana. Los gobiernos estatales de Piña Olaya, Manuel Bartlett, Melquiades Morales, Mario Marín, Rafael Moreno Valle y Antonio Gali han sido autores materiales, y tendré que decir, e intelectuales, de un proceso marcado por el fracaso de los propósitos de planificación contemplados en el Programa Regional de Ordenamiento Territorial de Angelópolis.
Para entender con una mirada larga (1985-2015) este fracaso del Estado en su propósito planificador del espacio público nos ayudamos del análisis del urbanista Víctor Hugo Hofmann Aguirre en su texto Angelópolis, Puebla y Santa Fe, ciudad de México, ¿centralidades detonadoras de desarrollo o de exclusión?
"La planeación urbana y su ejecución en México han tenido numerosas limitaciones por muy diversas razones, entre ellas destacan: la falta de voluntad política por parte de las autoridades responsables; la carencia de instrumentos de gestión en muchos planes y programas de desarrollo urbano que incentiven su ejecución; la falta de promoción y conocimiento sobre los instrumentos de gestión que existen para implementar los planes y programas urbanos; ausencia de un marco jurídico que genere la obligatoriedad por parte de las autoridades, de implementar los planes y programas de desarrollo urbano; y circunstancias de ilegalidad ante algunas autoridades, basadas, por lo general, en la corrupción y generadas por presiones e intereses económicos y políticos."
La Mirada larga
El avance de Lomas de Angelópolis entre el 2003 y el 2018. Del ejido de Santa María Malacatepec, Grupo Proyecta ha comprado al menos 800 hectáreas sobre un total de 2,900 de la dotación original del ejido fundado en 1926, según informa Florenciano Pantalón Antillano, Secretario General del ayuntamiento de Santa Clara Ocoyucan.
La visión de un funcionario antorchista sobre Proyecta
Recojo una crónica escrita para el reportaje sobre la insurrección de los pobladores de Santa María Malacatepec por la extracción de agua por Grupo Proyeca. Florenciano Pantaleón es el Secretario General del ayuntamiento de Santa Clara Ocoyucan, increpa una mañana de 2017 a la Comisión Nacional del Agua: ellos le dieron la factibilidad a la empresa Proyecta para la construcción del colector.
El municipio de Santa Clara vive de los ingresos que recibe de los fraccionamientos de Lomas de Angelópolis. Aquí gobierna Antorcha Campesina, que se hizo del poder en el 2016, cuando fue derrocado el alcalde acusado de corrupción.
Florenciano Pantaleón Antillano es el Secretario General del Ayuntamiento de Santa Clara Ocoyucan pinta un panorama desolador para el territorio municipal:
“Grupo Proyecta ya compró todo –me dice--. En Santa Clara tienen alrededor de 300 hectáreas construidas, pero ya compraron todo, tienen 800 hectáreas en Malacatepec, todos los cerros de aquel lado –y señala hacia la serranía del Tentzo--. Pero ellos tienen compradas notarías, y tienen comprado no sé qué tanta cosa, así que todo lo construido ya lo tienen regularizado, todo lo hacen a través de los comisariados ejidales que hacen sus asambleas y les dan el dominio pleno. Han construido una ciudad aparte, con sus bardas y su seguridad privada, con la polarización social que eso acarrea, nomás cruzas la barda y te olvidas de Santa Clara.”
¿Es la derrota de los pueblos campesinos?, le pregunto.
“Sí, pero no me sorprende. Así funciona el capitalismo, acapara todo, el territorio, el río, el agua, los caminos, todo lo avienta al mercado. Proyecta compró a nueve, diez pesos el metro cuadrado que ahora vende en más de tres mil ya urbanizado, pero eso trae polarización social. Lo que aquí ocurre es un ejemplo del capitalismo rapaz que divide con bardas a los pobres de los ricos.
El enojo de los pobladores de Malacatepec
Jorge Castañón, el constructor “limpia barrancas” de Grupo Proyecta
A Germán Castañon, el funcionario de Proyecta que ha aparecido para los reporteros que lo buscamos gracias a la presión que Dale la Cara al Atoyac ha hecho a sus patrones Posada, lo conocí en el 2015, cuando su empresa provocó una de tantas rebeliones en el pueblo de Malacatepec.
Pobladores de Santa María Malacatepec no van a permitir la perforación de pozos de agua potable para Lomas de Angelópolis. Así se lo expresaron ayer martes 14 de abril de 2015 por la mañana en asamblea popular a Germán Castañón, Gerente de Administración de Proyectos del Grupo Proyecta, en una asamblea pública que contó con la presencia de las autoridades de la Junta Auxiliar y del Comisariado Ejidal y en la que este reportero estuvo presente.
Una negativa que se plasmó en un documento firmado por el presidente auxiliar Víctor Gordiano Largo, pero en el que no aparece la firma del representante ejidal, el más cuestionado por la gente en Malacatepec.
“Compraron la tierra, pero no compraron los manantiales”, le gritaron en la reunión realizada bajo la arcada de la presidencia auxiliar.
Porque lo que es un hecho aceptado por todos es que Proyecta, la empresa de Rafael y Gabriel Posada que ha desarrollado desde el 2003 Lomas de Angelópolis, ha plantado sus bardas y palmeras del encierro capitalista como un nuevo blanco conquistador en el siglo XXI, y ha comprado en los últimos dos años centenares de hectáreas en el territorio de este pueblo originario ubicado en un vallecito al sur de la ciudad de Puebla, al pie de la serranía del Tentzo, en el municipio de Santa Clara Ocoyucan. Tierras ejidales y de pequeña propiedad, una por una y de una y otra forma, en el valle y en el cerro, y hasta por cuatrocientas hectáreas.
Proyecta ya se hizo de su reserva de tierra. Los campesinos miran unos cerros que ya no son suyos. No hay manera de comprender el impacto de esta realidad sobre una comunidad campesina. El griterío en la asamblea se disuelve como guijarros en la tierra, pero alcanza para vislumbrar que dará la pelea.
“Si ustedes no están de acuerdo --alcanzó a decir el ingeniero Castáñón cerca del mediodía--, pues con esa respuesta yo me retiro.”
“Es lo recomendable”, se alcanzó a escuchar que le dijo un campesino.
Se fue el ingeniero constructor de Proyecta de regreso a sus clústers y sus paraísos para las clases medias poblanas construidos sobre tierras campesinas. Y en Malacatepec quedó un pueblo angustiado por el desastre que se le viene encima.
Esta es la crónica de una mañana en la plaza pública de un pueblo al que la “ciudad planeada” de los hermanos Posada se tragará sin remedio.
La vida como debe ser
La construcción del colector de aguas pluviales por Grupo Proyecta-Lomas de Angelópolis en Santa Clara Ocoyucan, con la destrucción de 4.2 kilómetros del arroyo Chichac al sur de la ciudad de Puebla, confirma entonces, sobre cualquier estimación, la derrota del río Atoyac como territorio ambiental, histórico, cultural y social.
Quiero decir con ello que es la derrota de la sociedad poblana como formación social inteligente, democrática y justa.
Pero es "la vida como debe ser", dicen sus anuncios en internet.
La urbe del capital Posada-Aspe es entonces una pala mecánica que arrasa todo, árboles, riberas, pueblos, leyes, instituciones para implantar un modelo de ciudad fundado en la desigualdad y la exclusión. Tienen quince años haciéndolo a la vista de todo el mundo. Santa Clara Ocoyucan y Santa María Malacatepec son las últimas reservas agrarias al sur-poniente de la ciudad de Puebla, y las ha tomado sin pudor una empresa desarrolladora que se ha convertido en un gobierno de facto para el que no hay freno que valga. ¿Permisos de construcción? ¿Cambios de uso de suelo? ¿Manifestaciones de impacto ambiental? ¿Concesión para ocupar e intervenir terrenos federales? ¿Autorización para rectificar el cauce de un río? Por favor, ciudadanos, eso déjenselo como preocupación a los gobiernos establecidos por los que votan en elecciones como las del próximo 1 de julio.
El sur poniente de la ciudad de puebla en 1985
La fotografía aérea no miente. Y la secuencia de los últimos treinta y tres años marca la quiebra de la frontera natural que la ciudad de Puebla tuvo en el río Atoyac hasta 1985. Es el asalto a las tierras campesinas y la derrota histórica de los pueblos originarios.
El sur poniente y la línea del río que serpea y todavía contiene a la ciudad en la ribera oriente. Las colonias del sur son apenas un aviso del irracional crecimiento que se le venía al sur. En amarillo las palabras La Vista, Lomas 1, Sonatta, Cascatta, Azul, Gran Reserva, Lomas 3, todavía sobre campos de labor y pastoreo de los pueblos de San Andrés Cholula Tonantzintla, Tlaxcalancingo y Cacalotepec.
La expropiación por el Programa Regional Angelópolis ya ha ocurrido y la explota el gobierno de Manuel Bartlett. Ya se construye el Periférico Ecológico –esa broma de modernidad asfaltada que ese gobernador inaugurara con el grupo Bronco el domingo anterior a la elección municipal que ganaría para el PAN Gabriel Hinojosa. La Vista ya es un proyecto en construcción sobre los terrenos que fueran del ejido de Santa María Tonantzintla.
El sur poniente de la ciudad de Puebla en el 2005
Para el 2005 ya Lomas de Angelópolis va a todo tren en su primera etapa. Cargan sus aguas residuales a la planta de tratamiento Atoyac Sur a través de ductos que cruzan el río y conectan con el colector que el gobierno de Bartlett construyó como parte del Programa Regional de Desarrollo Angelópolis. Las colonias del sur llenan ya el conjunto de llanos y lomeríos en la ribera oriente; el ejido de San Bernabé Temoxtitla sucumbe en los asentamientos irregulares de Castillotla y San Isidro Castillotla entre el río y la 11 Sur.
El sur poniente de la ciudad de Puebla en el 2015
Lomas de Angelópolis ha tomado toda la ribera poniente del río Atoyac desde el Periférico hasta los campos de cultivo de Santa María Malacatepec. El ejido de Santa Clara ha perdido más de 300 de sus hectáreas para la zona de Cascatta y Gran Reserva. Del ejido de Malacatepec tomarán para el 2018 cerca de 1,100 hectáreas de sus 1564 hectáreas incluidas en la dotación original.
La mirada en detalle al territorio ejidal perdido
La Vista/Santa María Tonantzintla
Lomas de Angelópolis/San Antonio Cacalotepec
Lomas de Angelópolis/Santa Clara Ocoyucan
Dominio pleno. La etapa de Lomas que involucra a Cascatta y Gran Reserva prácticamente está privatizada. Todavía algunas parcelas mantienen la figura ejidal sin dominio pleno.
Lomas de Angelópolis/Santa María Malacatepec
Dominio pleno. En este ejido, donde se desarrollo lo que se conoce como Lomas 3, están ya a la venta clústers conocidos como Novara y Natura. Sin embargo, un gran número de hectáreas compradas ya por el Grupo Proyecta, según afirman representantes del Ayuntamiento de Santa clara Ocoyucan, más de 800 hectáreas, permanecen bajo la figura ejidal sin dominio pleno.
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El final de esta historia tiene la marca de la frontera entre los municipios de Santa Clara Ocoyucan y Atlixco. Los desarrolladores, en una especie de fiesta interminable, tal vez imaginen ya Lomas 5, Lomas 6 y Lomas 7, con nombres y latinazgos que rimen con Sonatta y Cascatta. A fin de cuentas, viven ellos en el reino de los desarrolladores inmobiliarios, un gobierno de facto en Puebla.
Pproyecta en números al año 2018