Gobierno | Investigación | 13.NOV.2023
A seis años de los terremotos de 2017. Cumplir a toda costa: imprudencias, riesgos y dispendio / Rutilia Amigón Amigón
Primera de 5 partes
Mundo Nuestro. El 30 de septiembre de 2021 publicamos en nuestra revista la denuncia realizada por la perito en reconstrucción de monumentos históricos en el INAH Rutilia Amigón Amigón (Los terremotos del 2017, mi experiencia en la mixteca poblana), una investigación que subrayó la improvisación, ausencia de protocolos, discrecionalidad en las decisiones y pugnas existentes en el proceso de reconstrucción vivido tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017 que afectó gravemente a más de 600 templos en el sur poblano. Dos años después Rutilia en esta investigación que presentamos en cinco partes --aquí la primera-- vuelve a señalar con puntulalidad --a pesar de las represalias laborales que ha sufrido-- las anomalías que subsisten en un proceso que por determinación del gobierno federal debe concluir con la entrega definitiva de las obras en este próximo mes de diciembre.
(Las imágenes que acompaña la investigación --también de la autoría de Rutilia Amigón Amigón-- son todas de fecha reciente y corresponden al proceso actual de reconstrucción).
Templo de Santiago Apóstol, Centeocala, municipio de Chiautla, uno de los sitios más cercanos al epicentro del terremoto del 19 de septiembre de 2017.
A Gerardo por su comprensión
Llegamos el sexto aniversario de los sismos de septiembre de 2017 con la carga a cuestas de un innegable rezago en el resarcimiento de daños al patrimonio y además una problemática compleja, sobre todo en Puebla. Sin embargo, a partir de los convenios signados el 5 de junio último entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Cultura Federal (SCF) con gobiernos estatales (cultura.gob.mx), se han reasignado los recursos y ha surgido la oportunidad para que en los inmuebles pendientes de reparación se inicien trabajos o se concluyan los iniciados y con ello las comunidades recuperen su patrimonio. Pero la condición de concluir estas obras en diciembre, además de otras circunstancias, hace dudar que se trate de una oportunidad real para numerosos templos. Comentamos aquí algunos pormenores que en Puebla acompañan y repercuten en esta nueva fase de intervenciones al patrimonio dañado.
Según declaraciones de los directivos del INAH y de la SCF, en Puebla los inmuebles afectados por el terremoto del 19 de septiembre fueron 621, aunque recientemente esa cifra aumentó a 781. Sin explicaciones se han sumado 160 casos. Con respecto a los inmuebles que falta por rehabilitar, hasta hace poco mencionaban 220; a partir de mayo esa cifra pasó a ser de 187. No hay certeza de la cantidad real de los templos terminados y los pendientes sin una relación fidedigna y detallada.
La publicación de los convenios en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el 21 de junio pasado, no así del acuerdo marco, exponen que el gobierno del estado de Puebla (GOBP) se hará cargo de la contratación y seguimiento de 154 obras, en su mayoría templos,137 del INAH y 17 del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR). Por su parte, el INAH ha declarado que, junto con la SCF, se queda con la responsabilidad de los restantes 33 inmuebles: sin embargo, el instituto no ha hecho público de cuales bienes se trata. Lo revelan a cuentagotas en las licitaciones.
La relación de templos incluida en los documentos permite saber de qué inmuebles se trata, cuáles son los montos para cada uno de ellos y en qué municipio se ubican. Sin embargo, surgen confusiones al no especificar la localidad. Por ejemplo, en el municipio de Chiautla, el número 95 corresponde al templo de San Juan, pero en esta jurisdicción hay dos templos con ese nombre: uno en Pilcaya y el otro en San Juan del Río. El primero se rehabilitó de 2018 a 2019 y el segundo tiene una torre por consolidar: ¿De cuál se trata entonces? Y en similares circunstancias están los números 94 y 119.
Sorprende, por decir lo menos, que en esa relación se incorporen templos ya intervenidos, mediante el seguro que el INAH contrató con Banorte y que están en uso desde hace más de tres años. Y si bien esos inmuebles quedaron con algunos pendientes, entre ellos los bienes muebles, ya que no recibieron el total del monto conciliado, solo del 50% al 80%, debido al supuesto agotamiento de la prima, en varios casos las comunidades mismas los han resuelto, asumiendo esos gastos.
Lo que salta a la vista de los presupuestos que les asignaron a templos ya intervenidos y en uso desde 2019, es que pareciera como si estuvieran por iniciarse o con muchos pendientes. Algunas muestras de ello son los conjuntos de San Miguel Arcángel y de Tlanichiautla, en Chiautla de Tapia, de La Asunción en Tlancualpicán, Chiautla, de San Juan Bautista en Pilcaya, Chiautla, de San Juan Bautista en Xicotlán y de San Pedro en Ocotlán, Chila de la Sal.
Templo de San Miguel Arcángel, en Chiautla de Tapia.
Templo de San Juan Bautista, en Xicotlán.
Tomando como base el monto acordado con el seguro (http://igavim.org/DocumentosDG.html), se tiene que, en esta segunda ocasión, San Miguel Arcángel recibiría 390.5%, Tlanichiautla 404.59%, Pilcaya 62.7% y Tlancualpicán 94.3 % del importe de hace cuatro años. Aún con el alza de precios ninguno de esos templos requiere esas cantidades. Además, el templo de Tlanichiautla, en 2020 recibió $1,162,042.62 pesos por parte del PNR para llevar a cabo la consolidación y refuerzo del muro absidal y sus contrafuertes, lo cual se realizó hasta 2021 (cultura.gob.mx). La aplicación de oro de hoja en molduras y motivos ornamentales interiores, la solventaron los vecinos del barrio.
Templo de San Juan Bautista, en Pilcaya.
Interior del templo de San Juan Bautista, en Pilcaya.
Lo expuesto en los párrafos anteriores indica que el CINAHP no le entregó al GOBP la información correcta y completa. ¿Acaso tal delegación, a seis años de estar a cargo del resarcimiento de daños, no tiene una base de datos confiable, ni integrados los expedientes? Existe esa posibilidad por el desorden que ha predominado en el Instituto y en especial en el CINAHP con respecto a los asuntos del sismo de 2017. Y la respalda que en la Secretaría de Infraestructura (INFRA) del GOBP continúen completando documentación para licitar las obras. Pero esos importes también muestran que el GOBP definió o aceptó presupuestos, sin el conocimiento de la situación real de cada inmueble.
A pesar de la incongruencia de los montos referidos, el GOBP está llevando a cabo la contratación de obra en templos ya intervenidos. Sergio Salomón Céspedes Peregrina, gobernador de Puebla, quien quizás no recibió la información correcta acerca de las obras encomendadas, en su visita del 30 de agosto último a Chiautla de Tapia, anunció que en tal municipio se restaurarían: San Miguel enTlanichiautla, La Asunción en Tlancualpicán, San Juan Bautista en Pilcaya y Santiago Apóstol en Centeocala (es el único que no se ha trabajado), con una inversión mayor a los 25 millones de pesos. (mtpnoticias.com) (elciudadano.com).
Torre en proceso de reconstrucción en el templo de La Asunción, en Tlalcualpicán.
Templo de San Pedro en proceso de reconstrucción en Ocotlán, Chila de la Sal.
Además, el 22 de septiembre último se formalizó el contrato OP/IF3016/SA/SI-2023-R0095 con Ingeniería NUBA S.A. de C.V. por un monto de $5,697,814.64, para el templo de San Juan Bautista en Pilcaya, Chiautla, sin necesitar ese inmueble de tal cantidad. Y el 18 de octubre Compranet difundió convocatorias para licitar la obra del templo de San Miguel en Chiautla de Tapia, así como para el templo de La Asunción, en la localidad de Tlancualpicán, ambos en el municipio de Chiautla. A la vez se publicó la convocatoria para la obra en el templo de San Juan Bautista en Xicotlán.
Cúpula concluida en el templo de La Asunción, en Tlancualpicán.
Sobre el manejo de los recursos que se asignaron sin justificación, la indicación dada a un constructor que pidió guardar el anonimato fue “hagan mejoras”. Pareciera que esa será una manera en la que el GOBP resolverá el exceso de fondos públicos bajo su responsabilidad para algunos templos. Similares indicaciones nos dieron a los supervisores del CINAHP, entre los años 2017 y 2018 los directivos del INAH a cargo del “programa sismo”, aunque en forma verbal, sin oficios de por medio; hoy en día evaden esa responsabilidad. Muchos constructores ahora enfrentan problemas para comprobar los montos que ejercieron, ya que no se aceptan trabajos que no tuvieron que ver con daños por sismo, aun cuando se les recomendó hacerlos, para favorecer la conservación del bien cultural. Pero quizá INFRA ya tenga previsto como afrontar esa situación.
También sobre el manejo que tendrían los recursos en demasía asignados, según algunos miembros de comités de templos ya intervenidos, les visitaron funcionarios y empresas durante mayo y junio últimos, para informarles que pronto se iniciarían los trabajos. Ante su sorpresa les aclararon que esta vez se harían mejor las cosas. Las “mejoras” por lo visto incluyen asimismo repetir acciones realizadas durante 2018 y 2019. Lo confirma la reciente difusión de algunos catálogos de obra.
En contraste con lo anterior se desprotege de fondos a inmuebles con daños estructurales graves, como el de Santiago Apóstol, en Atzala, donde ocurrió la terrible tragedia en la que fallecieron 12 personas, aplastados por los escombros, pues no obstante que su bóveda y torre se vinieron abajo, el presupuesto asignado en el convenio con el GOBP es de $6, 308,146.00 pesos M.N, sin iva. Carpeta 2
Y el templo de Santiago Apóstol o de Jesús de Nazareth en Albino Zertuche, a pesar de que tiene los muros y bóvedas del transepto y presbiterio fracturados, el CINAHP contrató su intervención por $2, 992,964.65 pesos M.N. sin iva, equivalente al 21.6% del monto conciliado con la aseguradora en 2017: $13,828,952.11 pesos M.N. Y así varios casos más. El recurso para todos ellos es insuficiente, a menos que se programen fondos adicionales. Esa circunstancia no la registra el convenio, a pesar de que asegura en su cláusula decima séptima la transparencia de todo lo concerniente a las obras.
(Continúa con segunda de cinco partes)
25 de octubre de 2023