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16 Diciembre 2024, Puebla, México.

   ¡No es sequía, es saqueo! Por una nueva Ley General de Aguas /    Gerardo Pérez Muñoz

Sociedad civil organizada /Naturaleza y sociedad /Ciudad /Gobierno | Opinión | 7.JUL.2022

   ¡No es sequía, es saqueo! Por una nueva Ley General de Aguas /    Gerardo Pérez Muñoz

 

               “Sólo después que el último árbol sea cortado, sólo después que el último río haya sido envenenado, sólo después que el último pez haya sido atrapado, sólo entonces nos daremos cuenta que no nos podemos comer el dinero”. Jefe Noah Sealth. Pueblo Suquamish

                        

                           Quizá no existe otro elemento o bien común de la naturaleza que mejor nos evoque vida, que el agua. Tampoco es un dato menor mencionar que el 70% de nuestros cuerpos están constituidos por dicho elemento. Para los pueblos indígenas de Mesoamérica y sus descendientes, el agua era y es un elemento sagrado; concepción que hasta la fecha continúa. Todavía está presente en muchas de nuestras comunidades de origen nahua la concepción del Altépetl, el cerro-agua”,  “como si fuesen vasos grandes de agua o como casas llenas de agua” mismas que contienen las aguas subterráneas y llenan el espacio debajo de la tierra, el Tlalocan-paraíso de la luvia-del cual salen las fuentes para formar los ríos, los lagos y el mar”.  (El agua en la Cosmovisión de los Pueblos Indígenas en México, CONAGUA, 2016)

El concepto de Altépetl que significa literalmente "montaña de agua" se refiere también a la comunidad, a los habitantes asentamientos humanos poseedores de un territorio, tierras y por lo general habitados por una etnia de ancestros y pasados comunes, incluida la lengua y una misma deidad protectora. Algo similar ocurre en el pueblo Totonaco o pueblos de los tres corazones y su concepto de Chúchutsipi, que literalmente lo podemos traducir como “cerro-agua”, también la podemos traducir como pueblo, comunidad. Chúchutsipi es una palabra compuesta que se compone de Chúchut- agua y sipi, cerro.

Todavía en muchas de las comunidades de la Sierra Norte de Puebla existen los llamados Chuchuteros que viene siendo los cuidadores y repartidores del agua.

Para los Totonacos de la Sierra, Aktsini (Tajín), era el dios de la lluvia y del agua. Para ellos, en cada manantial, río o poza, dicen y piensan que cada agua tiene su Kutxa, su espíritu, por lo cual no se le debe molestar. El pueblo azteca veneraba a la diosa del agua quién cumplía una función central y vital en la reproducción material y simbólica de la vida del pueblo mexica. Sin ella, tanto los cultivos como los seres humanos morirían de sed. Esto la convirtió en una importante diosa de la fertilidad. Cuenta la historia y la leyenda que esto reflejaba su personalidad amable y su compasión hacia las madres y los niños.

Tanto los aztecas como los Totonacas, al igual que muchos pueblos mesoamericanos tenían a Tlaloc como el dios de la lluvia quien como se sabe, era el responsable de las sequias y de las lluvias torrenciales.

Entre el pueblo Maya estaba el dios maya Chaac que era conocido como dios del agua. El culto el culto a esta deidad se relaciona con la producción agrícola, la lluvia, el relámpago y el trueno

Desde tiempos prehispánicos, los pueblos indígenas de México han tenido un estrecho vínculo con su entorno natural, forma parte intrínseca de su concepción del mundo, qué a pesar de más de 526 años de la conquista, se sigue manteniendo.

 Entre los pueblos originarios, existe en ellos un binomio indisoluble tierra-agua, monte-agua o montaña-agua y la Tonanzin Tlalli, nuestra Madre Tierra. Por ello los cuerpos de agua, cuevas, montañas, cerros, astros, muchos de los territorios que habitan los pueblos indígenas, son considerados como sitios sagrados y ceremoniales como lo son actualmente para la gran mayoría de la población urbana, los grandes centros comerciales, con sus rituales y simbolismo.

Lo paradójico de esta situación, lo es el hecho en el 2018, según datos de INEGI, 3,200 comunidades indígenas no tenían servicio de agua potable, drenaje y alcantarillado, propio del modelo depredador del capitalismo salvaje, el colonialismo interno y la  “acumulación de capital por despojo”. (David Harvey)

La batalla por el agua

 Todo lo anterior bien a cuento por la lucha y batalla que se está librando por el control y gestión del agua no sólo en nuestro país, sino también a nivel mundial. Parto de poner en el centro lo expresado por el ex Vicepresidente del Banco Mundial, Ismail Serageldin, quién sentenció, haya por el lejano 1995 que «las guerras del próximo siglo serán por el agua” .

Aquí algunos ejemplos de conflictos por el control del agua: India y Pakistán luchan por el agua en el río Indo. Irak y Turquía se enfrentan por el agua en los ríos Tigris y el Éufrates. Egipto y Etiopía disputan el recurso hídrico en la cuenca del Nilo Azul. No podemos obviar el despojo y control del agua por parte del gobierno Israelí contra el pueblo Palestino.

 “Con el colapso de las fuentes naturales de agua potable en Gaza y la incapacidad de los palestinos para acceder a la mayoría de sus fuentes en Cisjordania, el agua se ha convertido en un símbolo potente de la violación sistemática de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado. La política de Israel de usurpar los recursos naturales palestinos y despreciar el medio ambiente ha robado a los palestinos de activos vitales, impidiéndoles disfrutar de su derecho al desarrollo” (Michael Lynk Relator especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados. de la ONU) •

A nivel mundial, 2, 000 mil millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura (OMS/UNICEF 2017).

 4,500 mil quinientos millones de seres humanos carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura (OMS/UNICEF 2017). 

340 000 niños menores de cinco años mueren cada año por enfermedades diarreicas (OMS/UNICEF 2017)

 Frente a esta embestida neoliberal iniciada con los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan y consolidada en 1989 con el Conceso de Washington, con su lógica privatizadora y su democracia liberal de mercado, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, aprobó y adoptó en noviembre de 2002, la Observación General sobre el derecho al agua. El artículo I.1 de la Observación establece que "El derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna".

La Observación también define el derecho al agua como “el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico.”  En esa lógica de la defensa del agua como un derecho humano fundamental la Asamblea General de Naciones Unidas, el 28 de julio de 2010 a través de la Resolución 64/292, reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que el derecho a agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.

 ¿Por cuánta agua nos estamos peleando a nivel mundial?

La disponibilidad de agua promedio anual en el mundo es de aproximadamente 1,386 millones de km3, de estos el 97.5% es agua salada.

Solamente el 2.5%, es decir 35 millones de km3, es agua dulce o es apta para el consumo humano. Una cantidad ínfima frente a las crecientes necesidades sociales.

En 2019, el Instituto de Recursos Mundiales a través de Atlas de Estrés Hídrico ubicó a nuestro país en el lugar 24 de 164 países que enfrentan estrés hídrico extremadamente alto y ocupamos el nada honroso cuarto lugar mundial que más agua extraen del medio ambiente para diferentes usos, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua. (Conagua)

 La reforma Salinista al artículo 27 Constitucional y el despojo del agua y el territorio.

A partir de ese gobierno, la tierra, pero también el agua dejo de ser un bien común para convertirse en una simple mercancía. En el primer párrafo del artículo 27 se señala que “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación” pero el truco está más abajo del mismo artículo. En el párrafo séptimo, se menciona que “la explotación, el uso o el aprovechamiento de los recursos de que se trata, por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, no podrá realizarse sino mediante concesiones, otorgadas por el Ejecutivo Federal, de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes…”

No podemos obviar la modificación que se hizo al artículo 115 Constitucional durante el gobierno de Miguel de la Madrid, inicio del proyecto neoliberal en nuestro país. Fue mediante un Decreto por el que se reforma y adiciona el artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 1983). A partir de dicha reforma y adición, los Ayuntamientos tendrán a su cargo, entre otros servicios, el a) Agua potable y alcantarillado.

Producto de esta reforma al art. 27 y en tónica neoliberal, Salinas de Gortari promulgó dos leyes que son claves para entender la privatización del agua y el despojo de los territorios.

La Ley de Aguas Nacionales (diciembre de 1992), la nefasta Ley Minera y debemos sumar las de Inversión extranjera (1993) y la Ley Federal de Derechos (1983).  

La Ley de Aguas Nacionales define a este bien natural como “un recurso vital, escaso y de alto valor económico, social y ambiental”.  Ese orden de prelación que nos dice mucho sobre la concepción mercantil del agua.

 ¿Cuál ha sido la consecuencia de esto?

En su comparecencia ante el Senado en junio de 2021, la subdirectora general de Administración del Agua de la Conagua, Elena Burns Stuck, señaló que de 1992 hasta junio de 2021 “se han otorgado 518 mil concesiones y se tiene un rezago de 174 mil” Es importante mencionar que Elena fue, junto con su compañero Pedro Moctezuma, impulsores de la Coordinadora Aguaparatodos@aguaparalavida. Otros colectivos mencionan que se han entregado 537 mil concesiones

En el terreno de las concesiones mineras, no cantamos mal las rancheras. De 1992 al 2019 se habían entregado 25 mil 267 concesiones mineras vigentes La vigencia de las concesiones pasó de 25 a 50 años prorrogables por otros 50.

Del gobierno de Salinas de Gortari hasta la de Peña Nieto, se cedieron 120 millones de hectáreas, 60 por ciento del territorio nacional. (Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas)

Es importante mencionar que la minería está catalogada como una actividad prioritaria sobre cualquier otra actividad (art 6to.). Con la reforma Peñista del 2013, también son prioritarios la explotación petrolera y el gas por encima de la producción de alimentos, los bosques, montes o áreas naturales protegidas.

 La ley minera tiene carácter de orden público y de observancia en todo el territorio nacional (art.1), concesiones por 50 años con derecho a refrendo (art. 15) y obtener derechos a tierras y aguas (art. 19). La ley minera, viola el derecho que tiene los pueblos y comunidades indígenas, a ejercer sus derechos al consentimiento a la consulta libre, previa e informada.

Situación actual del agua en México.

 Los primeros municipios en los cuáles se privatizó el agua en el territorio nacional fueron: Aguascalientes en dónde el servicio de agua potable fue privatizado en 1993 cuando se entregó la licencia de explotación del recurso y su servicio a la Concesionaria de Aguas de Aguascalientes (Caasa) por iniciativa de Otto Granados Roldán.

 En 1993 y estando como gobernador de Quintan Roo Mario Ernesto Villanueva Madrid en 1993, se llevó a cabo la privatización del agua, drenaje y saneamiento por parte de la empresa Aguakan. Los municipios en los que se privatizó el agua fueron: Solidaridad, Benito Juárez e Isla Mujeres. La concesión dura hasta 2053.

En agosto de 2001 el Cabildo de Saltillo, Coahuila, aprobó la asociación del municipio con InterAgbar de México-Aguas de Saltillo (AGSAL) y en 2012 se privatizó el agua en el municipio de Ramos Arizpe, Coahuila.

En diciembre de 2012 y bajo la gubernatura del sociópata Rafael Moreno Valle, se privatizó el agua en la ciudad capital y en otros 24 municipios del estado. En un primer momento, sólo se ha concretado la privatización en la ciudad de Puebla y en cuatro municipios conurbados. En este caso, la privatización recayó en la empresa Concesiones Integrales/Agua de Puebla, empresa ligada a la familia Hank Rhon y Gutiérrez Cortina.

A pesar de que la entidad tiene un gobernador Morenista, el agua sigue privatizada.

En el 2015 en Veracruz, bajo el gobierno de Javier Duarte, se privatizó el servicio de agua, alcantarillado y saneamiento en los municipios de Veracruz y Medellín de Bravo. Las empresas que quedaron al frente de dicha privatización fueron: Aguas de Barcelona (Agbar y Odebrecht Esta última tiene la concesión para el cobro en tres de los principales municipios de Veracruz: Medellín, Puerto de Veracruz y Boca del Río.

En mayo del presente año, el Congreso local de Querétaro con mayoría de diputados panistas, aprobó privatizar el servicio de agua potable a través de operadores que se encargarán de otorgar y cobrar a los ciudadanos la distribución, drenaje y obra hidráulica en los 18 municipios de la entidad. Como se sabe, Querétaro es una entidad gobernada por el PAN.

(https://www.jornada.com.mx/notas/2022/05/20/estados/privatizan-en-queretaro-el-servicio-de-agua-potable/)

 

En febrero de 2012, se reformó el párrafo sexto del artículo 4to constitucional en el cual se reconoció por primera ocasión, el derecho al agua, quedando como sigue: Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines. Con esta reforma el Estado mexicano dio un paso significativo en la formalización de los compromisos a los que está adherido en materia de agua, como es el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (1981), así como a la observación general número 15, introducida en 2002 por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el cual establece el derecho humano al agua. El poder Legislativo tenía un plazo de 360 días para emitir una nueva Ley General de Aguas y ya han pasado 10 años y seguimos con la neoliberal y Salinista Ley de Aguas Nacionales. En días recientes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dio un ultimátum al Congreso de la Unión para que en el próximo periodo ordinario de sesiones que inicia en el mes de septiembre, legisle al respecto.

Breve radiografía del acaparamiento y saqueo del agua

De acuerdo con el INEGI-2020, 12 millones 600 mil mexicanos actualmente no tienen agua potable, que representan el 10% de la población de la población total.

 73 por ciento de nuestros ríos, cuencas, lagos y lagunas actualmente están contaminadas, y cifras internacionales mencionan que México ya rebasó el 87 por ciento de la contaminación de todas sus fuentes de agua.

Solamente tratamos, según Conagua, el 42 por ciento del agua México.

Tenemos el nada honroso primer lugar a nivel mundial de consumo de agua embotellada: 274 litros al año en promedio.

 30% de la población de la población mexicana no tiene agua con la cantidad ni la calidad suficiente.

30 por ciento de los que sí la reciben no la obtiene con suficiencia ni calidad.

 Dos tercios de las 653 cuencas hídricas en el país tienen problemas y más de 200 no tienen un solo litro más de agua.

 Dos tercios de las 3 mil 960 plantas de tratamiento están fuera de operación por falta de recursos para mantenimiento.

99 por ciento de los municipios tiene a los organismos responsables de la administración del agua en una quiebra técnica, financiera y administrativa.

 En la zona centro–norte del país se concentra 27 % de la población, se genera 79% del PIB y se cuenta con sólo 32% del agua renovable; en cambio, en la zona sur donde existe el 68% del agua el país, se asienta sólo 23% de la población y se genera 21% del PIB.

  (Diagnóstico del problema del agua en México.)

En México, el 70% del volumen concesionado está en manos del 2% de los titulares.

 77 mil concesiones han sido otorgadas a terceros en territorios indígenas sin su consentimiento

 Entre el 2014 y 2018, la caída presupuestal de la CONAGUA fue de 58 por ciento

 La Conagua cuenta con solo 85 inspectores para cubrir 531 mil concesiones

 De acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación, menos del 5% de los concesionarios obligados cumplen con el pago de sus derechos.

 De acuerdo al INEGI, 44 millones de compatriotas, no tienen suministro diario de agua.

 Alrededor de 23 por ciento del agua que existe en el territorio mexicano se capta en territorios indígenas, pero a pesar del derecho establecido en las leyes en favor de los indígenas, éstos no tienen acceso a ella porque el actual diseño de administración y aprovechamiento de la LAN está hecha para favorecer a la agricultura de exportación, a la industria y, en general, al capital.

Los millonarios del agua

966 empresas privadas entre las que figuran Altos Hornos de México, Iberdrola, Grupo Modelo, Constelación Brands, Volkswagen, Lala, Coca Cola y Danone, Lala, Tayson, Casas Geo, Cemex, Bimbo, Granjas Carroll,  entro muchas otras.

Los “millonarios del agua” controlan 13 mil 208 hectómetros cúbicos de agua al año, cada hectómetro equivale a mil millones de litros, lo que representa 22.3 por ciento del agua concesionada en el país, esto significa que 1.1 por ciento de los concesionados utiliza más de una quinta parte del agua nacional.

Los millonarios del agua dejarán sin agua a la población, operan en 99 de los 115 acuíferos que pueden ser explotados.

Esta ley obedeció (política hídrica) a políticas impuestas por organismos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, lo que provocó la neo liberalización del agua que dio mayor certeza jurídica a la inversión privada en materia de derechos de agua, fue un proceso de desposesión de recursos naturales”.

(Los millonarios del agua. Autores: Wilfrido A. Gómez Arias y Andrea Moctezuma Universidad Nacional Autónoma de México.)

Desafortunadamente, pocas personas valoran que gracias a la relación de los pueblos indígenas con la naturaleza y a sus concepciones culturales relacionadas con el agua, es posible la gran diversidad biológica del país y la agricultura tradicional que alimenta a una buena parte del país.

De acuerdo al Observatorio de Conflictos del Agua del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, (IMTA), entre el año 2000 al 2015 se presentado 587 conflictos por el agua en pueblos y comunidades indígenas.

A la anterior problemática del agua, debemos agregar el grave problema de la deforestación en nuestro país.  México ocupa uno de los primeros lugares en tasas de deforestación en el mundo.

Ocupamos el nada honroso quinto lugar en América Latina con el mayor índice de deforestación, antecedidos por Brasil, Bolivia, Colombia, Perú y México.

 Desde 2002 a 2019, México perdió 594.000 hectáreas de bosque primario húmedo, un 15% de la pérdida total de cobertura forestal.

 

                La lucha por una nueva Ley General de Aguas

                Aguaparatodos@aguaparalavida 

En diciembre de 2012 se llevó a cabo el Primer Congreso de organizaciones e investigadores en el que se acordaron los aspectos y estructura básicos de la propuesta de la iniciativa ciudadana de ley de aguas.

Para noviembre de 2015 iniciaron el Proceso Nacional de Construcción de Consensos por el Agua, a través de Foros Temáticos de Trabajo por toda la República Mexicana y en 27 universidades En el mes de febrero de eses mismo año, se hizo una primera la presentación de la propuesta de ley ciudadana ante los legisladores.

Durante 8 años llevaron a cabo asambleas y reuniones en ejidos, pueblos, municipios y ciudades y universidades con la participación de grupos y comunidades defensoras del agua, académicos e investigadores a lo largo y ancho del país. Producto y resultado de este proceso de análisis, reflexión y discusiones colectivas en más de 100 foros, talleres, congresos y reuniones regionales y nacionales, lograron elaborar la iniciativa ciudadana de Ley General de Aguas y se dio paso a la recolección de firmas, tal y como lo plantea el artículo 71, fracción IV de nuestra Constitución para impulsarla como iniciativa ciudadana.

  Se requería algo así como 135 mil firmas y se superaron con mucho. Todo el proceso de principio a fin, desde elaborar la iniciativa hasta la recolección de firmas, fue un gran proceso de pedagogía ciudadana y comunitaria. Dicha iniciativa contó con el respaldo de cerca de 200 mil ciudadanos/as.

El 4 de febrero de 2020 y al inicio del cuarto periodo de sesiones de la LXIV legislatura, se presentó formalmente ante la Cámara de Diputados, la primera Iniciativa Ciudadana de Ley que fue precisamente la Ley General de Aguas.

Los 12 concesos de la iniciativa ciudadana de la Ley General de Aguas

  • Respeto a la naturaleza. 2) Respetar las aguas de los pueblos, ejidos y comunidades. 3) Coadministrar el agua en el territorio 4) Reconocimiento al derecho ciudadano a vetar proyectos dañinos. 5) Prohibir agua para minería tóxica y fracking 6) Acabar con acaparamiento, contaminación e impunidad por grandes usuarios 7) Cerrarle la puerta a las privatizaciones 8) Democratizar los servicios del agua 9) Priorizar el agua para la soberanía alimentaria 10) Garantizar acceso pleno a la información (Acuerdo de Escazú). 11) Asegurar recursos públicos suficientes 12. Erradicar la corrupción y la impunidad.

 

 Memorial de luchas.

Es necesario recuperar la memoria de las luchas de los pueblos que han dado en defensa del agua, su territorio y bienes comunes.  Algunos ejemplos:

La lucha del pueblo Yaqui en contra de la construcción del Acueducto Independencia. La obra pretendía el trasvase de agua del alto Río Yaqui a la ciudad de Hermosillo.

En 2017, el pueblo de Mexicali libró una gran batalla y lucha en defensa de su agua y contra la empresa cervecera Constellation Brands, Eso los llevó a organizarse en el colectivo Mexicali Resiste. Gracias a la lucha social, jurídica y sobre todo, a la organización y movilización social, el 22 de enero de ese año lograran movilizar a más de 100 mil personas y que se cancelara el acueducto que suministraría de agua a la planta cervecera con agua subterránea. Se calcula que la planta, emplearía hasta 20 millones de metros cúbicos anuales de agua, arrebatando el vital líquido a una región de por sí desértica.

El otro caso, es el del pueblo nahua de Santa María Zacatepec, una comunidad del municipio de Juan C. Bonilla, Puebla, y su lucha contra la empresa Bonafont por la extracción masiva de agua que “ha dejado a los pozos del pueblo vacíos.” La empresa Bonafont se asentó en la comunidad 30 años, De acuerdo al testimonio de algunos ex trabajadores, mencionaron que “por cada segundo, la empresa extraían hasta un garrafón de 20 litros… esto es: sacaban hasta un millón de 641 mil litros al día. La empresa sólo tiene autorizada la extracción de 14 mil 454 litros de agua a diario de los pozos del municipio de acuerdo con registros de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que fueron.”

Es por lo antes expuesto y ante la probable discusión en el mes de septiembre de una nueva Ley General de Aguas por parte del Congreso de la Unión, las y los participantes y militantes de los movimientos sociales, tanto del campo como de la ciudad, las y los militantes de colectivos y movimientos de izquierda, del campo progresista, nacionalista y popular, tenemos que dar la batalla por una  Ley General de Aguas con enfoque de derechos humanos, que privilegia el acceso y el saneamiento a la misma y modifique radicalmente el régimen de concesiones del agua y esta deje de ser una mercancía en manos de vulgares mercaderes y volverla realmente en un derecho humano fundamental y fuente de vida.

Nuestra lucha no puede para en conseguir la aprobación de una nueva Ley General de Aguas, es preciso seguir pugnando que se derogue o abrogue la actual Ley Minera, se modifique y actualice la Ley Federal de Derechos (1981). Pugnar por la aprobación de la Propuesta de iniciativa de reforma constitucional sobre derechos de los pueblos indígenas y afromexicano"

Renegociar el T-MEC, y sacar de él, el llamado Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) y recuperar la cláusula Calvo. La suspensión y auditoría de la deuda pública, entre muchas otras propuestas que nos permitan articularnos y actuar conjuntamente. Vivimos un momento de cambios que nos llama a actuar y no sólo a contemplar o comentar lo que sucede en nuestra comunidad, municipio, región, estado, país o en otras partes del mundo.

Debemos articularnos y constituir un gran bloque popular que lucha en contra del gran entramado legal que nos dejó la etapa neoliberal, llamado legalización del despojo y explorar alternativas al modelo extractivista que tanto daño les ha causado a los pueblos y comunidades indígenas, campesinas y mestizas.

En el centenario de Centenario de Ricardo Flores Magón, debemos sus palabras:

Los sumisos, los mansos, los indiferentes, los sufridos, los resignados, son la masa, la muchedumbre que con su pasividad, su modorra y falta de carácter hace lento y doloroso el avance de las sociedades. La rebeldía es la vida: la sumisión es la muerte.

 

        ¡¡¡SIN JUSTICIA AMBIENTAL, NO HABRÁ JUSTICIA SOCIAL!!!!