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9 Mayo 2024, Puebla, México.

Agenda Nacional por la Paz: un resumen

Sociedad civil organizada /Justicia /Gobierno | Ensayo | 21.SEP.2023

Agenda Nacional por la Paz: un resumen

Diálogo Nacional por la Paz

Mundo Nuestro. El siguiente es el resumen con el que se presenta el muy importante documento elaborado por la iniciativa Diálogo Nacional por la Paz en un proceso deliberativo que le llevó a sus convocantes meses enteros de trabajo de comunidades y organizaciones de la sociedad civil para construir esta Agenda Nacional por la Paz.

El documento, que puedes leer en esta liga (Agenda Nacional por la paz), fue presentado como base de los debates realizados en las instalaciones de Ibero Puebla.

 

Agenda Nacional por la paz: un resumen

México enfrenta hoy lo que probablemente sea la peor crisis de violencia de su historia contemporánea. A casi 17 años de su inicio, la gravedad de la crisis trasciende los ámbitos de la política, salud pública, educación, economía, y medio ambiente. La realidad que vivimos hoy en nuestro país nos obliga a reflexionar sobre la dimensión cultural y sus efectos en nuestra identidad mexicana.

Las violencias y sus múltiples manifestaciones no son solo estadísticas abstractas, sino que se materializan diariamente en sufrimiento y pérdida de vidas humanas, en diversas formas de dolor, desesperación y miedo. Las dimensiones de esta crisis deberían obligarnos a priorizar su atención por encima de cualquier interés gremial y de cualquier partido o proyecto político; valorando la paz por encima de los intereses personales.

¿Qué país es éste que se ha acostumbrado a la muerte cotidiana, a la corrupción, a la impunidad, y al fracaso de sus instituciones? ¿Cómo nos convertimos en esta sociedad que tolera y se resigna al miedo, egoísmo e indolencia; a la ineptitud de sus gobernantes y a relacionarnos haciendo daño?

El doloroso asesinato de Javier Campos, Joaquín Mora, Pedro Palma y Paul Berrelleza en la sierra tarahumara, nos sacude profundamente y nos enfrenta a estas y otras preguntas sin respuesta, pero sobre todo nos convoca a cada persona a reflexionar y a actuar. A encontrarnos para alimentar nuestra esperanza.

¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Es posible la paz? ¿Cómo construirla? ¿Por dónde comenzar?

Como parte de un amplio proceso de reflexión y diálogo colectivo con todas las regiones del país, el presente documento tiene un doble objetivo. Por una parte, se busca recuperar las voces vertidas en los cientos de conversatorios y foros desarrollados a lo largo del país durante un año, tratando de comprender mejor cómo se vive y se enfrenta la falta de paz en nuestras comunidades y desde las realidades de diversos grupos sociales. Adicionalmente, la redacción colectiva de este documento convoca a mexicanas y mexicanos dispuestos, a trabajar en favor de la paz y la justicia a través de una agenda mínima, pero a la vez potente e integral. Estamos conscientes de que la construcción de paz en nuestro país implica muchos procesos y esfuerzos sucediendo simultáneamente en diversos sectores a nivel local y nacional.

La primera parte del documento presenta las problemáticas encontradas en los conversatorios y foros, organizados en dos grandes temas: comunidad e instituciones. La segunda sección contiene el horizonte del futuro que deseamos para nuestro país. La tercera y última parte, propone una ruta a seguir para alcanzar la paz tan anhelada por todas y todos. La agenda que presentamos aquí busca impulsar otros procesos y esfuerzos locales. Hemos tratado de desarrollar una propuesta que ayude a construir otras agendas contextualizadas y sostenidas en la resiliencia y recursos sociales de cada comunidad.

El texto comienza describiendo y analizando el contexto internacional en donde se encuentra inmerso el conflicto mexicano, destacando las redes globales de macrocriminalidad, la guerra contra las drogas y nuestra vecindad con los Estados Unidos, país que al mismo tiempo nos provee de armas y demanda sustancias psicoactivas ilegales para su consumo. Se analiza también el contexto nacional y los factores que han habilitado la crisis de violencia criminal en México: la descomposición social y política, así como las violencias estructurales que impiden el desarrollo humano y la vida digna para todas las personas. Se cuestiona el modelo económico vigente y la forma en que profundiza las desigualdades, así como sus efectos en las dinámicas familiares e interpersonales. Finalmente, se traza un recorrido por algunos factores que alimentan las violencias como la desconfianza, el abandono de las juventudes, la fragmentación social, el deterioro ambiental y el impacto de la tecnología, entre otros. En los párrafos sucesivos, se plantea un breve diagnóstico integral sobre el sistema de seguridad y justicia del país, abordando la situación de las instituciones federales y locales, las policías civiles y el uso de las Fuerzas Armadas para la seguridad pública; el colapso del sistema penitenciario y el modelo punitivo de justicia. En el fondo de todo esto, se visibiliza una profunda desarticulación de las instituciones de seguridad pública y justicia, al mismo tiempo causa y efecto del fracaso del gran sistema que integran. Una vez establecido el complejo contexto mexicano, la segunda parte nos pregunta ¿Hacia dónde queremos ir? Esta sección plantea un cambio profundo de conciencia, transitando de una cultura de violencia hacia una cultura de cuidado; recuperando el valor de la vida, la dignidad humana y la fraternidad. Se propone la construcción de nuevos horizontes basados en la solidaridad comunitaria y el restablecimiento de lazos de confianza y colaboración, tanto de las personas entre sí, como de ellas con sus instituciones. La tercera parte titulada La ruta que debemos seguir, presenta un conjunto de recomendaciones y principios entendidos como las capacidades y condiciones indispensables para trabajar en la construcción de la paz en México. Se destaca la necesidad de construir una agenda amplia, donde quepan todas las personas, incluso los victimarios. Asimismo, una agenda que mire lejos en el tiempo, reflexionando sobre quiénes hemos sido, y que, más importante aún, ayude a responder: ¿Quiénes queremos ser? La tercera sección concluye con algunas recomendaciones, a manera de ejemplos, sobre cómo superar la desesperanza y la división social; cómo atender mejor a los grupos más vulnerables; y cómo restaurar las capacidades de personas e instituciones dedicadas a cuidar, proteger e impartir justicia.

Como probablemente se intuye, se trata de un documento amplio y ambicioso, como lo requiere la naturaleza del desafío frente a nosotros. Las personas involucradas tanto en los foros y conversatorios como la comisión redactora de la Agenda Nacional, hemos participado en este amplio proceso acercando incondicionalmente nuestra sensibilidad y pensamientos para ofrecer[1]los a un país adolorido y herido, cansado y dividido. Pero también con la certeza de que el miedo y la violencia no son nuestro destino, sino apenas una oscura etapa en nuestra historia que pasará en la medida en que trabajemos en conjunto. Quienes convocamos y somos convocados hoy aquí, lo hacemos desde la esperanza y convicción de que la paz es posible para México y para las personas que vivimos y soñamos en cada una de sus comunidades.