Economía /Sociedad /Sociedad civil organizada | Reportaje | 3.DIC.2023
El botín de 112 mdp en el SITIAVW / Ruby Soriano
Los alquimistas del poder
(Este reportaje de la politóloga Ruby Soriano se publicó originalmente en su blog Los Alquimistas del poder.)
Con más de 50 años en la vida sindical del país y de Puebla, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la empresa Volkswagen de México, se encuentra en franca descomposición frente a los vicios, corrupción y ambiciones gestadas al interior de una base obrera que desde hace años ve a su propio sindicato como un gran negocio, dejando a un lado, las luchas o mejoras gremiales.
Desde hace años, el Sitiavw se ha convertido en un gran botín que actualmente para un nuevo Comité Ejecutivo Sindical representa el manejo de 112 millones de pesos en los cuatro años que dura un periodo de representación gremial.
El modelo de representación sindical en el Sitiavw desde hace años perdió el rumbo debido a la discrecionalidad con la que se manejan principalmente los recursos.
Atrás quedaron las aguerridas luchas obreras lideradas por un sindicato que presumió su autonomía con la organización de movimientos y la lucha por el establecimiento de un contrato colectivo de trabajo y estatutos que garantizaran una autonomía gremial.
Hoy la historia rebasa a los trabajadores que ven en su organización sindical, la posibilidad de comercializar sus propios principios en aras de administrar las cuotas de casi 7 mil trabajadores, cuyo dispendio de recursos se maniobra a voluntad de unos cuentos.
Como en el resto de los sindicatos donde la llamada «independencia» pasa de noche, en el Sitiavw nunca se les ha ocurrido tener un órgano de fiscalización independiente al sindicato, que garantice transparentar el manejo de las cuotas de los 6,848 basificados que se reportan en la actualidad.
Quienes han ocupado el liderazgo en el Sitiavw, no se han salvado de ser la principal pantalla de una gran puesta en escena, donde a traspatio negocian y convienen con la empresa al margen de la opinión de los trabajadores.
A medio siglo de su creación, el Sitiavw carga con herencias entre las que figuran principalmente corrupción, opacidad y discrecionalidad en el manejo de cuotas y bienes que son propiedad y patrimonio sindical.
Charrismo sindical y simulación
Las elecciones sindicales en Volkswagen de México se han convertido en un gran negocio interno, donde la ambición por alcanzar el premio mayor que está representado en los 128 millones de pesos que deberán administrarse durante cuatro años, provocan la barbarie de ambiciones, donde los contendientes entran a la ruleta de una enorme guerra sucia.
Como en un gran casino, los trabajadores que aceptan participar en las planillas entran a una especie de subasta o tanda donde van dando cantidades que a la postre suman una cifra fuerte que puede superar los 100 mil pesos y que les da el pase a las ansiadas «secretarías» que son las más peleadas, no sólo por el estatus, sino por los recursos y plazas laborales que pueden llegar a manejar.
Quien es propuesto para ocupar el liderazgo mayor, junto con un séquito de incondicionales son quienes convienen y pactan las posiciones en la llamada carátula de lo que será el futuro Comité Ejecutivo Sindical.
En este contexto y sin aún haber ganado, los llamados planilleros echan mano de la prepotencia, presiones y negociaciones por debajo del agua, incluso con el área de Relaciones Laborales de la empresa, desde donde buscan ser palomeados para tener el visto bueno e irse por la libre.
Mientras esto ocurre, en los distintos barcos que buscan quedarse con el botín de los 128 millones de pesos, se suben personajes con negro historial, donde generalmente reaparecen los ex líderes para vender asesorías y asegurar prebendas.
Además de los líderes que encabezan las planillas, está la figura de los que aspiran a convertirse en tesoreros. Algunos de estos perfiles, encajan bien con el de los «fajadores sindicales» que, sin rubor alguno, aceptan recursos extra sindicales cuyo origen no tiene nada que ver con los sindicalistas de Volkswagen.
Lo importante para estos personajes es lograr el mayor fondeo para las campañas con la finalidad de emular o superar la ostentosidad de los contrincantes.
Es decir, los propios trabajadores que participan en una planilla, desconocen el verdadero origen de los recursos que en algunos casos se usan para el fondeo de sus campañas.
La política, el huachicol y la delincuencia son los artífices que varios trabajadores señalan como el secreto a voces que se derrama para el financiamiento de campañas que echan la casa por la ventana al contratar para sus llamados cierres de proselitismo, a cinco o seis grupos musicales además de rifar motos, pantallas y dar dinero en efectivo.
Las elecciones sindicales se convierten en una gran simulación plagada de excesos donde el alcohol y los estupefacientes se hacen presentes como una forma de agradar a una gran masa obrera que está acostumbrada a exigir pan y mucho pero muchísimo circo.
Las propuestas son lo de menos para estos hombres que buscan llegar a la cúpula del Sitiavw.
Antes de lograr la victoria muchos de los contendientes se frotan las manos al pensar que de llegar al Comité Ejecutivo y asegurar una posición, podrán dejar de vivir en las unidades habitacionales de VW; planear la compra de camionetas o el cambio de auto y por supuesto otorgar empleos a sus familiares, amigos y conocidos.
Así en un universo de dispendios, quienes pasaron por la dirigencia del Sitiavw manejaron los recursos como una parcela particular en la que sembraron intereses personales, familiares y pasaron por alto los compromisos gremiales.
Misoginia, violencia y acoso
La cultura del machismo, la misoginia, acoso y el abuso están severamente arraigadas en el ADN de los trabajadores del Sitiavw,
En la reciente contienda sindical, la paridad de género e inclusión se hizo presente casi de manera forzosa en algunas planillas que si bien, abrieron espacios para mujeres, sólo lo hicieron a manera de cumplir con las formas, quitándoles poder de decisión.
Expresiones como: «Por eso no trabajo con mujeres», «las quiero bien bañaditas, peinaditas y arregladitas» fueron comunes entre algunos aspirantes a dirigentes sindicales cuyo machismo siempre controló cualquier actuación de las mujeres sindicalizadas.
Si bien fueron pocas las planillas que tocaron el tema de género, una se aventuró a mostrar propuestas para el establecimiento de una Agenda Morada.
La planilla Reconciliación Obrera Independiente (ROI) abanderó muchas de sus propuestas con una gran bandera morada que terminaron por doblar, guardar y amordazar a sus propias compañeras, frente a la incapacidad y misoginia de varios de sus integrantes quienes nunca percibieron al tema de género con igualdad, sino como una amenaza.
Si la paridad para el género es tema de gran conflicto entre los trabajadores de Volkswagen, el de la inclusión lo es más. Frente a tanto machismo, el hostigamiento y Bull ying a trabajadores de la comunidad LGBTQ+ persiste con un gran dolo en una tierra de nadie.
En esta comunidad gremial son muchas las historias negras y narrativas crudas de mujeres que señalan esos acosos a los que se han visto expuestas donde a cambio de un “favor sexual” se les ofrece ascender o tener algunas prebendas en el correspondiente sindicato en funciones.
Muchas narrativas crudas se pueden escuchar sobre el machismo y abuso en las entrañas de una base trabajadora donde el alcohol, los estupefacientes y las redes de prostitución se pueden olfatear a kilómetros.
Algunas trabajadoras de las empresas proveedoras de la armadora germana son quizá las que se toman como el blanco de estos abusos. No sólo hay favores sexuales, también se les ofrece vender los llamados “packs” con fotos explícitas para después ser distribuidas en los chats internos que se manejan entre varios trabajadores de la armadora.
Estos personajes con negro historial, llevan años agazapados en un gremio donde aspiran tener los lingotes sindicales para financiar los excesos de la “perrada”, así, con esa expresión, se refieren a la base trabajadora.
Entrar a las entrañas de un mundo laboral como el de Volkswagen requiere de temple y atención para visualizar no sólo machismo explícito, sino también el que se insiste disfrazar para hablar de una mayor participación de las mujeres, muchas de las cuales terminan como arietes o defensoras del poder patriarcal, aplastando a varias de sus compañeras, con la única finalidad de mantener lugar, privilegios o visibilidad.
Es la cruda realidad de una misoginia que persiste y resiste en las naves de producción.
Manos libres para la rapiña
Ninguna de las planillas que participaron en la reciente elección del Sitiavw lanzaron ni por equivocación una propuesta que citara dos aspectos importantes: Transparentar el manejo de los recursos sindicales a través de un Órgano de Fiscalización Autónomo y la No Reelección.
En la recta final y desesperados por ganar el mayor número de votos, los planilleros propusieron auditar la administración de Juan Hernández frente a un presunto desvío de 21 millones de pesos en la Caja de Ahorros, promesa que para el nuevo sindicato, será un reto a cumplir.
En el caso de la planilla que encabezó Yair Hernández presentaron un documento de acciones ejecutables los primeros 90 días, donde tuvieron la “puntería” de desaparecer el compromiso de la tesorería para rendir un informe trimestral.
Y es que los tesoreros llegan a desempeñar el papel de topos de las alcantarillas para tapar y evadir todo lo que se acerque a la transparencia en la rendición de cuentas.
Muchos de estos personajes ni en campaña tuvieron la voluntad de explicar cómo se gastó el dinero que los trabajadores entregaron para ir construyendo los proyectos.
El derroche de dinero fue mucho, y varios de los que estuvieron a cargo de los mismos, nunca rindieron cuentas, pues muchos de ellos con una simple libreta con números, presumían tener cuentas claras, aunque nunca se dieron a la tarea de abrir la libreta y mostrarla a quienes dieron sus aportaciones para participar en las diferentes planillas.
Los vicios que arrastran las elecciones en el Sitiavw desde hace años repiten patrones que ni por equivocación se acercan a un sindicalismo independiente.
En este círculo vicioso, la guerra sucia que anteriormente la hacían con volanteo, se trasladó al ámbito digital con muchas fakes news a través de las cuales crearon un fenómeno de post verdad para influir, condicionar e inclinar los votos a favor de alguno de los contendientes.
Los nuevos tiempos en el SITIAVW
El triunfo de Hugo Tlalpan y su planilla Justicia Laboral como nuevo dirigente del Sindicato Independiente de Trabajadores de Volkswagen de México plantea desafíos para los casi 7 mil trabajadores de la empresa automotriz que sigue siendo uno de los principales detonadores de la economía poblana.
El triunfo de Tlalpan se consolidó en una histórica participación de casi 92% de votantes de un padrón total de 6 mil 848 trabajadores con derecho a voto.
El nuevo dirigente sindical obtuvo en las urnas 1,733 votos que representaron casi 27 por ciento del total de sufragios emitidos.
El triunfador logró frenar con 557 votos la reelección de José Juan Hernández quien con su planilla Rescate Laboral obtuvo 1,176 sufragios.
El sensor laboral positivo resalta una elevada participación en un proceso de elección interna que demanda nuevas reglas y el perfeccionamiento de las garantías de una democracia sindical.
El nuevo Secretario General del SITIAVW está en espera de su toma de nota para iniciar formalmente funciones en un entorno donde los nuevos retos laborales frente a la automatización, obligarán a nuevos esquemas de negociación y estrategias laborales, contractuales y estatutarias.
Hugo Tlalpan arriba a una dirigencia de un sindicato que presuntamente reporta un desfalco cercano a los 21 millones de pesos en su caja de ahorro. Lo anterior como resultado de los excesos cometidos en la administración saliente, encabezada por José Juan Hernández.
Los retos inmediatos en los que el nuevo Secretario General y su Comité Ejecutivo Sindical deberán poner atención y acciones estratégicas se centran en el cumplimiento a la promesa de ejecutar una autoría a la administración sindical saliente con el propósito de detectar los daños financieros.
La revisión estatutaria es una urgencia impostergable debido a lo anacrónicos que resultan los artículos y capítulos con los que hoy se rige la vida sindical en Volkswagen.
La operación cicatriz y de unidad reclama inmediatez y madurez de parte de los liderazgos triunfadores, quienes enfrentaron una durísima guerra sucia de parte de la ex dirigencia sindical.
La polarización en la base trabajadora mantiene enconos que deberán diluirse con el poder del diálogo y la inclusión.
Para Hugo Tlalpan será un enorme reto abrir los espacios a las mujeres de su gremio que, si bien se vieron más participativas en este proceso de elección, se mantienen confinadas en la representación de una Comisión de Género, cuando es tiempo de abrir la mente para crear una Secretaría de la Mujer, lo que sólo podrá lograrse con la consolidación de una verdadera paridad sindical.
El reto en los próximos meses es mayúsculo para una nueva dirigencia que cubrirá el periodo 2024-2028 en cuyo primer año deberán demostrar el arte de la buena negociación al encarar su primera revisión contractual.
Los escenarios laborales para el nuevo SITIAVW son muy diferentes a los que hace cuatro años le tocaron al sindicato de Juan Hernández.
Sin duda, la base trabajadora refleja mayor interés y seguimiento al trabajo de sus representantes sindicales, son más participativos de manera interna y también por la vía pública a través de las redes sociales, que seguirán sirviendo de grandes difusoras de denuncia pública y aciertos hacia la actuación de la nueva dirigencia.
De manera personal, vislumbro tres grandes retos en la agenda de acciones duras para Hugo Tlalpan como nuevo dirigente del SITIAVW:
- Garantizar la transparencia en el manejo de recursos, tomando en cuenta que en un periodo de cuatro años, manejarán una bolsa de 112 millones de pesos provenientes de cuotas sindicales.
- Instaurar una nueva política de género que garantice paridad y combata la misoginia
- Hablar de los riesgos de mantener vigente la llamada reelección sindical como un ariete para perpetuar los dispendios y la corrupción.
El triunfo de Tlalpan también representó un mazazo en los egos de varios líderes de planillas quienes se confiaron de su estrategia de cochambre, de su dispendio y grandes gastos para cierres de campaña, de sus “acercamientos” con la empresa y de sus financiadores externos.
Los nuevos tiempos inician en un SITIAVW al que luego de 50 años de existencia, le urge refrendar autonomía, liderazgo y auténtica representatividad gremial.
@rubysoriano @alquimiapoder
