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26 Noviembre 2024, Puebla, México.

Milagro en Puebla. Los negoocios del poder: 6.- El compadre Melquiades / Sergio Mastretta

Del Archivo de Mundo Nuestro /Ciudad /Gobierno | Reportaje | 4.FEB.2024

Milagro en Puebla. Los negoocios del poder: 6.- El compadre Melquiades / Sergio Mastretta

Crónicas del Archivo de Mundo Nuestro

Mundo Nuestro. En la imagen el Parque del Arte en la ciudad de Puebla tal como se veía en marzo de 2008, bajo la custodia de la organización civil Puebla Verde, que cumple con el objeivo de construir un sitio arbolado como principal encomienda de su trabajo. La custodia es legal y reconocida por el Congreso del Estado desde el año 2004. Se recupera así un espacio público abandonado por más de veinte años por el gobierno estatal. En agosto de ese año 2008, el gobernador Mario Marín Torres arrebata con la fuerza pública el parque a Puebla Verde con el propósito especifico de cambiar el uso de suelo que ese polígono tiene en la expropiaciòn de la tierra cholulteca para el Progama Regional Angelòpolis. Lo sucedido expone con toda precisión el proceso de especulación inmobiliaria que acompañó este despojo de la tierra campesina que ha transformado para bien y para mal la historia de la ciudad de Puebla, y permite describir y analizar el papel que han jugado los gobernadores poblanos.

Este reportaje fue escrito en el año 2008 por Sergio Mastretta y fue publicado originalmente en e-consulta (2008) y Mundo Nuestro (2013). Lo presentamos nuevamente en sus siete partes. Aquí la sexta parte.

El compadre Melquiades

Melquiades Morales, nacido en un pueblito de San Andrés Chalchicomula, hoy Ciudad Serdán, recuerda el mito del indio Juárez. “Iba descalzo a la escuela (…) salí de mi tierra a pie, en medio de una tormenta, sólo, para llegar a ser lo que ahora soy”, llega a recordar en uno de tantos mítines que alumbran con su presencia los políticos priistas. Melquíades es un representante puro del Estado populista. Si no tienes nada que ofrecer, por lo menos un saludo, aunque los eventos se retrasen. En el apretón de manos de Melquíades encuentra la razón de ser del Estado benefactor. Pasa por aquí el gobernador, y te acuerdas de México, bonachón, fiestero y apapachador, y ni quién se fije que vayamos al despeñadero. Es el extremo opuesto de Manuel Bartlett, el político frío y certero en su análisis de que el mundo campesino está destinado a morir. Por supuesto, su pensamiento no discurre sobre el campesino Melquiades Morales Flores, que desde el campo y tras décadas de abrazos y compadritos, le gana la candidatura del PRI al candidato del exsecretario del Gobernación.

 

+ Melquiades arranca su gira de candidato en Nealtican. Habla de un programa regional de desarrollo para los pueblos de los volcanes. Su audiencia, campesinos floricultores, bloqueros y trabajadores de la piedra volcánica, escuchan atentos y se preguntan si algún día el gobierno les cumplirá lo prometido por Manuel Bartlett, cuando les arrancó el agua contra la libertad de sus presos: es agosto de 1998 y ninguna de las tres principales promesas está cumplida, ni el bachillerato, ni el hospital regional, ni el agua potable para la colonia Miguel Hidalgo. Y para más cargos, las norias cada día están más secas.

 

+ Para que la acuña apriete… le recuerdo en una conversación a Melquiades Morales, para dar cuenta de todo lo sucedido entre el gobernador y un productor de brócoli y tortillero del poblado de San Pablo Actipan, Concepción Colotla. Concho, como le llama todo mundo, pasará a la historia como el dirigente campesino que echa para abajo el proyecto inmobiliario estrella de Melquiades Morales: el Proyecto Millenium, que con autopista de por medio entre Tecamachalco y Puebla por los territorios de Cuapiaxtla, Tepeaca, Tecali y Cuautinchán, en la región de Valsequillo, en una franja de 50 por 60 kilómetros al sur de la autopista a Orizaba, pretende la expropiación de 800 hectáreas campesinas. En contraste con los excesos hamponiles de Mariano Piña y autoritarios de Manuel Bartlett, Melquiades intenta todos los modos menos el represivo para llevar a cabo su propósito. Por supuesto equivoca el primer recurso: calificar de eriales las parcelas de producción de legumbres por las que pasará la carretera. De entrada, el precio ofrecido por el gobierno contrasta con los precios del mercado en la zona: cuando el metro se valora en 30 pesos, Melquiades les ofrece 50 centavos para el metro en tierra de pastoreo, 1.25 pesos para el de temporal y 2.50 el de riego. Seguirán las amenazas de expropiación y los intentos serios por la penalización del conflicto, con órdenes de aprensión contra Concho y sus compañeros. Y no lo logra. A pesar de tener como responsable del proyecto a su secretario de Comunicaciones y Transportes, Marco Antonio Rojas Flores, otro zorro de la política, este hombre de Tecali que lo fue todo (diputado, presidente municipal de la Angelópolis, senador, secretario de gobernación) en la jerarquía priista en los últimos treinta años, no logró que Concho y sus vecinos lo permitieran.

 

+ La figura del fraccionador en estos últimos tiempos merodea el territorio nuestro con la habilidad de las avispas que buscan las larvas de las mariposas para su reproducción en un campo de brócolis. La mariposa, esa figura de ensueño, es la causa de utilidad pública. Como nunca, funcionarios públicos y empresarios desarrolladores van montados en las expropiaciones de tierras campesinas justificadas en grandes planes gubernamentales de ordenamiento territorial y en un gasto público en infraestructura urbana que multiplicó por seiscientos el precio del metro cuadrado –de 7 pesos a 4000 mil pesos, entre 1993 y 2007. Los apellidos Peralta, Bautista, Moreno Valle, Henaine, Montero, Posada, Ventoza, Kamel, Marín, para nombrar a algunos de las cabezas de proyectos inmobiliarios recientes, alumbran esta mezcla de político-empresario-funcionario que ha tomado literalmente las plazas, igual las de los despachos de secretarías de estado, notarías, juzgados, que las del paisaje urbano. El secretario de Desarrollo Urbano de Melquiades, el arquitecto Federico  Bautista, es el prototipo del funcionario-desarrollador inmobiliario. Claro, además se apellida Bautista. Logró lo que nadie en toda esta historia de la especulación inmobiliaria en la ciudad de Puebla: intervenir para modificar el uso del suelo en un terreno frente al Parque del Arte, y ser el comprador y fraccionador del mismo. Una y otra vez que Puebla Verde demandó del gobierno el respeto al uso del suelo en el único espacio que Manuel Bartlett dejara como área verde, las 12.7 hectáreas del baldío conocido como Jardín del Arte, el celoso Secretario defendía los intereses primordiales del gobierno estatal: las obras públicas, las escuelas, los hospitales. “No, Verónica, --dice--, ¡cómo crees!, tu quieres jugar al parque, a sembrar arbolitos, cuando con ese terreno el gobernador tiene 450 millones de pesos para las obras que Puebla necesita”.

 

+ Algo ha ocurrido entre Carlos Peralta y Melquiades Morales, pues en el 2003 corre el run run entre los reporteros de que la tan traída y llevada noticia de la construcción de un Tec de Monterrey en la ciudad de Puebla se hará realidad sobre una parte de las 45 hectáreas que ocupa el parque de diversiones Valle Fantástico. Y por abajo del agua filtran desde el gobierno al que quiera oírlo que esa es la única manera de quitarle algo del regalito que Manuel Bartlett le hiciera a Carlos Peralta. Que si son 20, que 25, ya lo veremos, pero el hecho camina muy rápido y en unas cuantas semanas los regios construyen un conjunto en blanco de cinco pisos y varios módulos y le plantan de cara al Popo una horroroso cincho metálico de bienvenida. Inauguración con Vicente Fox y el poblano cabeza del grupo FEMSA, José Antonio Fernández Carvajal, convertido en patrono principal de la principal institución educativa en manos de particulares en México. No será la única que se asiente en los territorios expropiados a los campesinos: Piña Olaya le regaló 20 a los jesuitas, 10 a los Legionarios de Cristo y otras 20 a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Y como nunca, los políticos encuentran la causa de utilidad pública.

 

+ El camellón de los 18 millones de pesos podría ser el atrio de la Iglesia de La Virgen del Camino, sobre la Vía Atlixcáyotl, entre centros comerciales y agencias de automóviles. Es la iglesia del Padre Nacho, un sacerdote del claro secular, exjesuita, que en los años ochenta revolucionó corazones de almas pías ente la feligresía y las estructuras eclesiásticas amodorradas y burocráticas del obispo Huesca. Con el tiempo, el padre se ha convertido en uno de los curas más socorridos de la parroquia católica de la burguesía local. Y particularmente la española, que de la mano de la familia Diez, ha aportado los recursos para levantar el templo estilo arquitectónico Vips para la virgen de los leoneses, con una fuerte cofradía en la ciudad de Puebla –y la han llevado, con todo y su dicho de “la suerte de la fea la bonita la desea”, desde su nicho en la capilla del Rosario hasta el corazón de Angelópolis. Así que para ellos los nichos en los sótanos de la iglesia. Un atento sacristán te pasea por los pasillos de mármol y señala las galeras y, lo más excelso de la ciudadanía, en el corredor central, que ha apartado aquí su lugar, y ni qué decir de nuestro gobernador, mire usted, ahí está Melquiades Morales Flores, y también Manuel Bartlett y por supuesto, Mario Marín.

Esta tan espiritual transacción, por cierto, forma parte de la enorme suma de operaciones comerciales ocultas al público por el Fideicomiso de la reserva territorial. Dios nos guarde.

+ Al final de la era Melquiades los terrenos que ofrece el Fideicomiso de la Reserva Atlixcáyotl-Quetzalcóatl están en barata, y no importa si no tienen el uso del suelo correcto. Un ejemplo invisible: el Hospital Ángeles, que se construirá entre el 2005 y  el 2006, ya con el gobernador Marín, se planta sobre terrenos del área de seguridad de la planta de tratamiento de aguas ubicada a la altura del antiguo pueblo de Mayorazgo. En el 2008, este complejo hospitalario aún no cuenta con la regularización de la tierra.