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15 Marzo 2025, Puebla, México.

Historias de Mujeres / Gerardo Pérez Muñoz

Sociedad | Opinión | 11.MAR.2025

Historias de Mujeres / Gerardo Pérez Muñoz

No hay un feminismo, sino muchos. El feminismo eficaz tiene que luchar contra la explotación de clase, de género, contra la homofobia y contra el capitalismo y el imperialismo. Angela Davis

 

¡Libertad a Kenia Inés Hernández Montalván!

                                                                             

Las Magdalenas. En febrero del 2013, la BBC News Mundo publicó un reportaje acerca de los Asilos o Lavanderías de las Magdalenas en la muy católica Irlanda. Las lavanderías empezaron a operar en los años 20 del siglo pasado y las últimas cerraron en los años 90´s. Los asilos o lavanderías estaban a cargo de las siguientes congregaciones religiosas: Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad, Hermanas de la Piedad, Hermanas Religiosas de la Caridad y las Hermanas del Buen Pastor. En los años de cierre de las lavanderías, estaba al frente de la Iglesia católica, el papa conservador y anticomunista, Juan Pablo II. Recordemos que Irlanda ha sido tierra de una gran cantidad de muy buenos escritores, tales como lo fueron Oscar Wilde, James Joyce o Samuel Beckett, entre muchos otros. El reportaje daba cuenta que en ese sitio fueron encerradas unas 10,000 mujeres, la gran mayoría de ellas menores de 30 años. Estas mujeres fueron encerradas sin poder salir. Eran madres solteras, prostitutas, mujeres violadas, embarazadas o bien, que se maquillaban. A las madres solteras en muchas de las ocasiones las monjas las separaban de sus bebés y como castigo y redención, las ponían a realizar trabajos forzados. El Informe McAleese descubrió que 2,124 mujeres internadas en los asilos fueron enviadas por las propias autoridades o bien, fueron llevadas a las lavanderías por la policía, por viajar en tren sin haber pagado el boleto y delitos menores como robar o mendigar (aporofobia).

 

 

Estas mujeres eran consideradas como transgresoras del orden social, moral, religioso y las buenas costumbres de la sociedad irlandesa; eran mujeres descarriadas, diríamos hoy. Fue una mezcla de crueldad y fanatismo religioso. El filósofo francés Michel Foucault en su obra Vigilar y Castigar menciona que La sociedad disciplinaria es una sociedad vigilada. Muchas de estas mujeres fueron internadas por sus propias familias. Estas instituciones habían surgido como [i]refugio temporal para prostitutas y mujeres que habían perdido la gracia de Dios. Las religiosas convirtieron las casas de la Magdalena en un lucrativo negocio de lavandería en donde las mujeres recluidas lavaban y las monjas cobraban…en nombre de dios y de la iglesia. El Informe menciona que Las mujeres sufrían un régimen de esclavitud… dedicando su tiempo a lavar la ropa que les enviaban de hoteles, universidades, prisiones y todo tipo de instituciones públicas y privadas. Trabajaban en jornadas entre ocho y diez horas al día sin recibir retribución alguna. (Las violaciones de los Derechos Humanos en las Lavanderías de la Magdalena, Roldán Jimeno Aranguren) Fue un acto de violación sistemática a los Derechos Humanos, sin que hasta la fecha la iglesia católica haya pedido perdón.

En 1993 y poco antes del cierre de la última lavandería, una constructora a la que una congregación le había vendido terrenos en el norte de Dublín, descubrió unas tumbas con 155 cadáveres.

Gracias a la movilización de la sociedad irlandesa y al Informe elaborado por el senador Martin McAleese sobre las lavanderías, el ex primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, se disculpó con las sobrevivientes y con las familias de quienes murieron en los asilos y a las sobrevivientes les dieron como compensación 50 millones de libras esterlinas. El ex primer ministro declaró que estos hechos durante un poco más de un siglo se dieron en una Irlanda dura e intransigente.

A partir del año 2000, un conjunto de organizaciones sociales y universidades han venido impulsando la Iniciativa de Justicia para la Magdalenas con el objetivo de recuperar la memoria histórica; elaboración de materiales didácticos para su utilización en la educación y la creación de un archivo de testimonios orales desarrollados, trabajo que lleva a cabo la University College de Dublín y el Waterford Institute of Technology.

La Dra. Frances Finnegan, autora de un ensayo sobre las Magdalenas, intentó encontrarle una explicación al crudo accionar de la Iglesia. Llegó a la conclusión de que las congregaciones que controlaban los asilos lo hacían tanto para mantener el orden social y moral dentro de una estructura patriarcal como para aprovecharse del trabajo no remunerado de las mujeres.

 

El Patronato de Protección de la Mujer. El Patronato se crea en 1941 en el contexto de una España gobernada por el cruzado y fascista, Francisco Franco, y tenía como finalidad según esto, la dignificación moral de la mujer, especialmente de las jóvenes, para impedir su explotación, apartarlas del vicio y educarlas con arreglo a las enseñanzas de la Religión Católica, cuya misión era la de acabar la prostitución clandestina de menores de edad. (Decreto de creación, 6 de noviembre de 1941), El Patronato funcionó hasta 1985, en la alborada de la España democrática y progresista. El Patronato estuvo enmarcado en el Ministerio de Justicia Español. Para algunas investigadoras españolas, el Patronato fue uno de los tantos mecanismos empleados por la dictadura franquista para ejercer un férreo control patriarcal sobre aquellas muchachas que osaran desafiar el modelo de buena mujer que las constreñía en un papel de beatas esforzadas, esposas sumisas y madres abnegadas que no habían escogido. En otras palabras, un organismo que castigó cualquier conducta transgresora que cuestionara las estrictas normas morales. (Andrea Momoitio/Pilar Iglesias, Las Lavanderías de la Magdalena de Irlanda y el Patronato de Protección a la Mujer en España) Al igual que en Irlanda, en España también estuvieron inmiscuidas órdenes religiosas de monjas: Oblatas del Santísimo Redentor, Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, Trinitarias, Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Auxiliares del Buen Pastor, Religiosas Esclavas de la Virgen Dolorosa o las Cruzadas Evangélicas, son algunas de las órdenes que estuvieron involucradas en el Patronato. Andrea Momoitio señala que ninguna de las órdenes ha mostrado…ningún interés por facilitar ninguna investigación y supongo, lo mismos ha sucedido con la iglesia católica española.

 

 

Consuelo García quien estuvo bajo la tutela del Patronato declaró en una entrevista para el periódico de El Salto de Andalucía, lo siguiente: Una mujer caída-recluida-podía ser cualquiera; besarse en un cine, bailar agarrado, fumar a escondidas, llevar la falda más o menos corta, ser víctima de una violación, ser homosexual, negarse a rezar o ser pobre. Había varias formas de caer en el Patronato, normalmente el círculo más cercano de la joven, sean familiares, amigos o vecinos iniciaban una denuncia ante las autoridades indicando que X joven no estaba llevando un comportamiento adecuado. El régimen había conseguido que la sociedad interiorizara de una manera muy profunda el discurso moral, que ésta se convirtió en el aliado perfecto para trabajar con el Patronato. (Olvidadas por la historia: las mujeres del Patronato, El Salto de Andalucía.) La psicóloga y psicoanalista Pilar Dasí Crespo declaró al periódico El Salto de Andalucía qué gracias al Partido Comunista, al amor y a la suerte, ella se salvó. En 1938 el genocida Francisco Franco creó el Gabinete de Investigaciones Psicológicas y nombró al psiquiatra Antonio Vallejo-Nágera al frente tanto del gabinete y también, Jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares. El objetivo de Vallejo Nágera era buscar el gen rojo y demostrar la inferioridad mental de los marxistas. En 2022, el Partido Socialista Obrero Español (en el gobierno) y la colación Unidas Podemos impulsaron la Ley de la Memoria Democrática Española que desde la perspectiva de Consuelo García y Pilar Dasi, no contempla, a diferencia de Irlanda, la recuperación de la memoria histórica de las mujeres recluidas en el Patronato, mismas que hasta ahora han sido invisibilizadas en la democrática y progresista ¿? España y mucho menos, considera el tráfico de bebés como un elemento relacionado con la memoria histórica y la represión franquista. Para ambas, el Patronato de Protección a la Mujer fue un organismo que castigó cualquier conducta transgresora que cuestionara las estrictas normas morales del franquismo.

 

El psiquiatra y eugenetista Vallejo Nájera, decía que las mujeres republicanas tenían muchos puntos de contacto con los niños y los animales… que cuando se rompen los frenos sociales son crueles por faltarle inhibiciones inteligentes y lógicas, además de tener sentimientos patológicos. A la mujer, escribió Vallejo Nájera, se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas… su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ellas. Desde la perspectiva de este psiquiatra, las mujeres sólo sirven para parir y ser sirvientas en su casa.

 

El Hospital para Mujeres dementes de San Roque. En Puebla también tuvimos nuestras propias instituciones para castigar las transgresiones y compulsiones de las mujeres que rompían con el orden moral y social de la época, el Hospital de San Roque, hoy convertido en Centro Cultural. El Hospital se fundó en el siglo XVI y en el siglo XVII se convirtió en hospital para personas dementes. Las instituciones hospitalarias desde su creación en Puebla durante el siglo XVI hasta principios del XX tuvieron como punto fundamental la contención de los enfermos y su control, ya que ni siquiera había una forma clara de separar a unos de otros, (Guillermo Calderón Narváez, Esa agonía llamada locura. Historia de la psiquiatría.) En el hospital de San Roque, nos dicen algunos investigadores, recibieron a muchas enfermas del temible Hospital de La Castañeda. Se encierra y castiga a las y los diferentes, de toda y todo aquél que no comulga con las normas de la sociedad, menciona Andrés Ríos Molina en su libro La locura durante la Revolución Mexicana. También nos dice que: Si bien hubo internos e internas que fueron enviados por las jefaturas de policía, juzgados, el gobierno de la ciudad, la Beneficencia Pública, hospitales y cárceles, los expedientes nos muestran que la gran mayoría de las y los internos fueron llevados a las puertas de La Castañeda por decisión de sus propias familias. Es de suponerse que algo similar pasaba en San Roque aquí en Puebla.  Había muchas pacientes pobres, marginalizadas. Aquellas mujeres que no se apegaban al comportamiento social eran trasladadas a San Roque, siendo muy pocas a las que se les daba de alta y salían, lo que provocaba temor y miedo en llegar a caer en el Hospital. De tal manera que la posibilidad del encierro se convirtió en un efectivo recurso educativo para imponer las normas y convenciones sociales de la élite gobernante, amparada en un discurso pseudo científico.

 

 

El filósofo Francés Michel Foucault nos dice en su texto Vigilar y Castigar que El cuerpo se encuentra aquí en situación de instrumento o intermediario y, si se interviene sobre él encerrándolo o haciéndolo trabajar, es para privar al individuo de una libertad considerada como un derecho y un bien.

En nuestro país y estado estamos muy lejos de tener un programa o iniciativa como la de Irlanda (Iniciativa de Justicia para las Magdalenas) y mucho menos una Ley de la Memoria que visibilice la violencia que han sufrido las mujeres encerradas en San Roque y en otros hospitales psiquiátricos, en esta muy leal, racista y clasista ciudad y estado de Puebla y nos encontramos muy lejos de un programa de reparación de los daños causados a esas mujeres. Mujeres invisibilizadas también por el movimiento feminista que en las movilizaciones del M8 no son recordadas y mucho menos, reivindicadas.

 

Posdata.

 

89.9 % de la violencia contra las mujeres se dan en el núcleo familiar: SSA.

22 millones de mujeres excluidas del mercado laboral o desempleadas y quienes tienen un empleo el 80% de ellas gana salarios de pobreza. (Acción Ciudadana Frente a la Pobreza)

Siete de cada 10 mujeres indígenas viven en situación de pobreza, multidimensional y 82% de ellas no están afiliadas a ninguna institución de salud. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).