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19 Mayo 2025, Puebla, México.

Una critica empresarial al modelo de crecimiento Lomas de Angelópolis

Ciudad /Economía /Gobierno /Política | Ensayo | 17.ABR.2025

Una critica empresarial al modelo de crecimiento Lomas de Angelópolis

Contra un falso concepto de modernidad y progreso, otra ciudad es posible todavia

Mundo Nuestro. Gobiernos y empresas desarrolladoras capitalistas han impuesto en los últimos treinta años un modelo de crecimiento urbano sin debate alguno, y a los ciudadanos no nos han dejado más que sufrir las consecuencias: la mancha urbana ha devorado la reserva agricola de Cholula, Amozoc y el propio municipio de Puebla; es manifiesto el decaimiento de la infraestructura urbana histórica;  y la castástrofe socioambiental de la ciudad de Puebla en agua y calidad de vida parece ser irreparable; En la coyuntura del conflicto suscitado en días pasados --más un monólogo gubernamental que un debate serio-- entre el gobernador Alejandro Armenta y el Grupo Proyecta, la empresa responsable de Lomas de Angelópolis como ejemplo prístino de ese modelo, presentamos un planteamiento empresarial alternativo a la ruta seguida por la ciudad desde principios de los años noventa del siglo pasado.

Contra un falso concepto de modernidad y progreso, otra ciudad es posible todavia. 

Este texto fue elaborado por un empresario desarrollador al que dejamos por hoy en el anonimato. 

 

Cerrando números,en los ultimos 50 años, la población en Puebla  se duplicó, pero la mancha urbana crecio ¡25 veces!

Esto es una de las principales causas de  la pobreza urbana.
Parecido a una metástasis agresiva, asi Puebla y su desenfrenado crecimiento.

¿Cuáles son las causas?
Si, la pobreza extrema que en zonas normalmente alejadas y baldías, se asienta, como Dios le da a entender.Luego la nula visión, interés y planeacion en el control y/o regulación de la tierra, por parte del gobierno.
Segundo: la colusión entre inmobiliarios codiciosos  y autoridades municipales y estatales; algunas veces ignorantes del daño que causan, otras no.

La estrategia se basa en comprar a precios cercanos a nada, tierras alejadas y luego comunicarlas con una “gran via”, que hará que el valor de la tierra se multiplique por 100 o más , todo esto claro, a nombre de la modernidad y progreso. Por si fuera poco, desarrolladores y muchos gobernantes, están convencidos, que sus acciones lograrán llevar a Puebla, por el camino del progreso,(lo que eso quiera decir).
Cada vez tierras más lejanas son incorporadas a la mancha urbana.

Hace poco más de 100 años, así pasó con el cerro de la Paz y la Av. Juarez, en donde el Paseo Bravo delimitaba a la ciudad. Lo mismo ocurrió con la 25 poniente, que hizo viable a la Gabriel Pastor, la 31 a Huexotitla y  El  Mirador, y la 14 a San Manuel; más adelante, el Blvd Sn. Pablo hace posible a Las Animas, adonde empieza a ensayarse los accesos controlados; grandes negocios para los pocos que ahi tenían terrenos, ranchos o molinos. Sin embargo, todos estos desarrollos, han quedado en las ligas menores, si lo comparamos con el más grande disparate en la historia del crecimiento de la ciudad y zona conurbada, que sin  duda, encabezan primero la Vista y luego  Lomas Angelopolis, con sus interminables fases o etapas. 

La creacion de la via Atlixcáyotl le dio a todos estos territorios un enorme potencial económico que sus dueños no se han cansado de capitalizar o exprimir.

El principio básico es:

A mayor distancia a conectar, mayores plusvalías; lo que produce un escenario desastrozo no solo para los campesinos que han sido despojados, sino para toda la población. Mayores distancias que recorrer, implican costos y tiempo/vida para todos los que a diario tienen que desplazarse a estas alejadas y antiguas praderas o ejidos. 

Devastación ecológica, desmantelamiento del acuífero  y costos que la colectividad asume, por desarrollos privados. 

Vivir en clusters, la realidad y moda; sedientos adquirentes de estatus adquieren propiedades, aunque eso implique hipotecar parte de sus vidas.

Movilidades destrozadas por la avaricia, que se lleva mal, con la planeación. Hoy entrar y salir de la zona puede volverse molesta o tardada tarea, pero asi es la modernidad. Tráfico, (¡el pinche tráfico!), estrés y desarrollos bautizados en idioma inglés.

Por otro lado: agua, drenajes, transporte, parques, mercados, escuelas y todo el resto de infraestructura que existen en el centro histórico y barrios aledaños, abandonados y en ruinas.  Puebla cumple en estos días, 494  años de su fundación y la “ muy noble y muy leal” Señora, no está en buena forma.

El repoblamiento es solo una idea que se soba y en el mejor de los casos se planea, pero nunca se lleva a cabo --ciertamente complicado de realizar--, pero es impostergable su inicio y realización. Entre otros factores, el INAH ( con sus anacrónicas prácticas y desesperante burocracia), aunado a todo tipo de entuertos jurídicos en la tenencia de la tierra, hacen un verdadero viacrusis, el poder revitalizar nuestro principal patrimonio.

El gobernador Armenta cayó redondo en  su propia trampa:

Amenazó con expropiar cuatro hectáreas para que, ahora el gobierno contribuya al caos inmobiliario: 
10 mil viviendas para policias y otros sectores en esa zona. Si, un nuevo clúster, ahora policiaco. Aquí va un posible mombre: “ Cop City”, que paradójicamente, será vigilado, por alguna empresa de  seguridad privada. Al parecer otro grupo inmobiliario reaccionó mas rápido (o con más miedo) y la ciudad policial, ahora se irá a otro rumbo, (un día aca, al otro pa’ya, asi nuestra planeación urbana).

A cambio, ¡mover!, si mover, la caseta dos puentes peatonales adelante (eso solamente valdría el equivalente a decenas de hectáreas), acto que alimentará con ferocidad a la metástasica urbe.

Una acción emergente, porque plan nunca hubo,  sería prohibir en los próximos 25 años mover la caseta y cualquier cambio en el uso de suelo de la zona (que alcaldes por menos de un pavo y un cartón de cerveza, cambian sin consciencia alguna, -o con ella-, de lo que esto generará). Cada vez que la caseta se reubica, es un gran incentivo o regalo para todos los especuladores que compraron a peso, lo que ahora venderán en 10 mil.

Si el gobernador va a expropiar, que sea para parques, zonas verdes, y/o agrícolas y que su proyecto de vivienda lo transfiera  a  decenas de zonas del Centro y sus barrios aledaños y con ello lograría dar impulso a todas estas pauperizadas zonas, pero que sin embargo,  ya cuentan con todo tipo de servicios. No hay mejor acto a favor de la ecología y economía, que volver usar, lo que ya se tiene. 

Una ciudad abierta, no clusterizada, que es  parecido a elegir vivir dentro de una celda, ¿cuantos kilómetros de bardas y casetas de vigilancia se han construido en esa zona?; ¿cuántas identificaciones se necesitan llevar y controles superar, para lograr acceder al destino buscado?  La humanidad entera se alegró al ver caer el muro de Berlín, pero aquí en Puebla, 35 años después, somos expertos en construirlos.

Es complicado de entender cómo  la gente acepta sin chistar que el progreso ha llegado y se llama Lomas. La planeación de una ciudad, debe de tener como uno de sus principales objetivos el que no crezca o lo haga solo en la proporción a su crecimiento poblacional y que viva permanentemente en ciclos de remozamiento y repoblamiento. 

Una ciudad es o debe ser siempre, un proyecto colectivo. Las competencias de haber quien construye el clúster más seguro o el edificio mas alto y retorcido, deben de quedar atrás.

Está bien ganar dinero por el desarrollo inmobiliario, pero ganarlo a través del contubernio y despojo es una práctica abusiva y que no debería haberse  permitido, mucho menos, facilitado o promovido.

El daño ecológico, social y económico que ha causado este fenómeno es mayúsculo; no solo esas grandes plusvalías han ido a parar al bolsillo de muy pocos, sino que también han causado un gran daño y desorden en todo el sector inmobiliario que esta fuera de esa zona.

Un IMPLAN en donde estén incluidos todos los municipios de la mancha urbana y que sea integrado por los expertos mas talentosos y multidisciplinarios, que acompañen a los distintos sectores de la sociedad, es lo que a mediano y largo plazo podría darle algún cauce lúcido a esta locura actual. Un cerebro colectivo, que piense y repiense permanentemente, el presente y futuro de la urbe, pues una ciudad demanda la mas vibrante inteligencia colectiva, no ocurrencias gubernamentales o empresariales.

Hoy en día, el desarrollo inmobiliario de Puebla está en  manos de pocos grupos que poseen las tierras, no del Estado. El mundo al revés.

La actividad inmobiliaria, lejos de contribuir al bienestar social, se ha vuelto un monstruo que a su paso va dejando vomitos de sufrimiento. Mientras unos cuantos se alegran al tener ríos de dinero que contar y guardar, miles y miles van viajando acalorados, durante 2 horas y media de mentadas de madre, dentro de  una destartalada combi,atestada de pasajeros, el menor de ellos, un recién nacido que no para de llorar y que  su madre sudorosa y nerviosa, carga entre sus brazos.

Una ciudad llena de bardas, sub- bardas y mini- bardas, es decir una ciudad- prision que en su escencia aisla y descrimina. ¿Cuántos hijos de ejidatarios hoy trabajan en una de las tantas compañías de vigilancia?; lo que fue suyo, ahora el progreso, les ha puesto a cuidar, para que sigan protocolos de quién si y quién no puede acceder. Nuevas versiones de conquistadores y conquistados.

Los desarrollos cerrados venden seguridad, pero paradójicamente dentro de sus entrañas florece la separación y violencia. El miedo sigue ahí, solo que ahora, está bardeado; el Tafil como un fantasma, sigue por ahí rondando.

Imagino a  Paris, Madrid, Roma o Londres, lleno de barditas y clusters…¿quien quisiere visitarlas?  Caminar las ciudades,respirarlas, vivirlas  con muchos otros, sin obstáculos o barreras es lo que se llama progreso en otras latitudes.

Nota: “Que lance la primera piedra quien esté libre de culpa”.