En The San Diego Union Tribune de hoy, aparece un excelente reportaje en el que se informa que un amplio grupo de religiosos lanzaron la iniciativa de apoyar a los inmigrantes perseguidos por el gobierno de Trump, acompañándolos en los tribunales (San Diego Union Tribune, 5 de agosto de 2025. Nota de Alexandra Mendoza).
Tal iniciativa la encabeza el obispo católico de San Diego, Michael Pham, quien propone crear una coalición de religiosos para el objetivo de referencia. Este proyecto retoma la labor de otros defensores de derechos humanos que se han ofrecido como voluntarios para estar presentes en los pasillos de los tribunales durante las últimas semanas.
Fue el pasado el 20 de junio, en el marco del Día Mundial de los Refugiados, que Michael Pham anunció la coalición mencionada, señalando que el objetivo de ésta es ofrecer apoyo y consuelo a los inmigrantes que enfrentan las medidas drásticas de la administración Trump que, como es del conocimiento público, desde finales de mayo ha desatado una verdadera cacería de inmigrantes, a través del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
El programa está siendo organizado por la Diócesis Católica Romana de San Diego, la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe y el Proyecto Organizador de San Diego, esperando crear una amplia una red de congregaciones religiosas y espirituales que respalden la iniciativa citada. Hasta el momento ya se han inscrito más de 50 voluntarios, quienes se reunieron el lunes pasado en el Centro Pastoral Católico de San Diego en Clairemont para conocer a fondo el proyecto del obispo Michael Pham. Este les aclaró que la coalición no está en condiciones de “obstruir ni evitar ningún arresto”, pero sí para apoyar y acompañar a las víctimas de la persecución gubernamental.
Gloria Morales-Palos, voluntaria comunitaria y copresidenta del Proyecto de Organización de San Diego, agregó que “si no podemos detener el proceso de deportación de muchas familias, al menos éstas no deberían pasar por ello solas. Deben sentirse apoyadas y saber que alguien se preocupa por ellas”.
Nos reconforta constatar que los inmigrantes no sólo reciben el respaldo de personalidades como el gobernador de California, y la alcaldesa de Los Ángeles, sino también de personalidades religiosas como el obispo Pham, quien goza de una gran autoridad moral, no sólo entre los católicos sino en los otros sectores religiosos de los Estados Unidos.
Además, poco a poco diversas autoridades judiciales están frenando el salvajismo del ICE (la dependencia que persigue a los inmigrantes). El viernes pasado, un juez federal suspendió los esfuerzos de la administración Trump para acelerar la deportación de personas que ingresaron legalmente al país a través de programas de libertad condicional humanitaria, incluyendo el ahora extinto proceso de nombramiento CBP One.
Estamos convencidos que la iniciativa multicitada recibirá el apoyo de los estadounidenses que perseveran en su convicción de que amar al prójimo es la verdadera forma de amar a Dios.